El jardín olvidado. Kate Morton
El jardín olvidado
Kate Morton
En El jardín olvidado Kate Morton repite el mismo esquema narrativo que en otras de sus novelas: el desarrollo no es lineal sino que la historia se desenvuelve en distintos períodos que se van entremezclando para así contarnos de forma paralela varias historias; desde comienzos del siglo XX hasta la época actual, desde la Inglaterra de ayer a la Inglaterra y Australia de hoy.
El hilo conductor es Nell, una australiana que busca conocer sus orígenes tras descubrir a los 21 años que es adoptada. A su muerte su nieta Cassandra continua con la investigación, su abuela le ha dejado en herencia una cabaña con jardín en Cornualles y a partir de ahí se siente obligada a continuar la búsqueda iniciada por su abuela de la que ella no sabía nada, para ello viaja a Inglaterra donde poco a poco irá resolviendo el misterio y enfrentándose a su propia historia. Las mujeres son las protagonistas de esta novela, no sólo Nell y Cassandra, sino también Eliza, Rose, Adeline, Mary… son una muestra de distintas personalidades y del momento que les tocó vivir.
El jardín olvidado es una novela que se ha encuadrado en la llamada, con cierto desprecio, literatura de best-seller, como sinónimo de literatura de gran venta pero de poca calidad. Sin embargo Morton ha sido comparada con escritoras de la talla de Jane Austen o de las hermanas Brönte y su obra es una mezcla de novela romántica, novela de misterio y novela de aventuras muy bien ambientada. Desde luego El jardín olvidado consigue mantener el interés del lector, engancharle hasta el final de la obra y sentirse absorbido por la historia y por la vida de las mujeres que la protagonizan.
Es una obra sin complicaciones, entretenida, cómoda de leer; es una buena recomendación para una lectura relajada de verano, a ser posible sentados a la sombra de un árbol en una tarde calurosa.
Kate Morton en la Biblioteca UPM
Muy interesante. Intuyo una historia de búsqueda y construcción de identidad en varios planos y desde distintas perspectivas. Comprendo que tenga éxito en una época de desorientación y aturdimiento como la actual. Muchas gracias.
Vender muchos ejemplares (y Kate Morton vende millones) no debería ser motivo de desprecio, sino, en todo caso, de admiración. De literatura de calidad y comercial hay infinidad de ejemplos. Y, al fin y al cabo, todo es “literatura”: incluso las novelas de Kate Morton, claro. Un poco ñoñas, ¿no?, con tanta etiqueta de “victorianas”, “góticas”, “de mujeres”. Morton dice que ha mamado lo gótico. Puestos a recomendar, ¿qué tal “El pensionado de Neuwelke”, de José C. Vales (Planeta, 2013). Vales sí que ha mamado, traduciéndolos magníficamente, a Jane Austen, Trollope, Dickens, Mary Shelley… En “El pensionado…” les homenajea a todos, es muy divertida, y su frío báltico también refresca en verano. Y “engancha”, ¿eh? Que parece que si no “enganchan” no entretienen.