Rafael Argullol y Vidya Nivas Mishra: Del Ganges al Mediterráneo, un diálogo entre las culturas de India y Europa.
"Vivimos en un mundo en el que el dominio de lo tecnológico, de lo comunicacional, lo que se ha llamado "globalidad planetaria", y la exigencia de una actualidad permanente se han convertido en una invitación universal a la amnesia. En ese sentido nuestro mundo está fuertemente marcado por un modelo de amnesia y de velocidad, de amnesia y de vértigo, aunque evidentemente muchas veces ese vértigo se manifiesta como en el mito de Sísifo, se manifiesta como un vértigo inmóvil que da vueltas sobre un mismo eje." (R. Argullol, p. 90)
Rafael Argullol, Vidya Nivas Mishra:
Del Ganges al Mediterráneo : un diálogo entre las culturas de India y Europa. Madrid : Siruela, 2004.
Rafael Argullol es un creador de poesía y ficción que también es filósofo. Su obra filosófica tiene una fuerte orientación estética y merodea en torno al fenómeno del arte, con especial predilección por el Renacimiento occidental. Sin embargo quien piense que este sesgo le resta proyección social se equivocará, pues en consecuencia Argullol se ha venido destacando en los últimos tiempos como un defensor a ultranza del papel de las ciencias humanas y de los estudios culturales en particular, que él considera en franco retroceso a causa del enfoque dominante, meramente instrumental y cortoplacista, en la educación secundaria y superior.
Del Ganges al Mediterráneo, independientemente de su valor como obra singular, puede servir como buen comienzo para adentrarse en la producción de Argullol. Este decidió en torno al cambio de siglo efectuar un diálogo directo con la tradición filosófica hindú, para lo cual escogió como interlocutor al erudito Vidya Nivas Mishra. Además esta conversación contó con la valiosa aportación del estudioso de la cultura india Óscar Pujol Riembau, que prologa y edita el volumen aquí comentado. Obsérvese el interés de un encuentro entre Occidente y un Oriente no personificado a la sazón por el mundo araboislámico -como ordenarían imperativamente los clichés mediáticos más banales- ni tampoco por el Extremo Oriente sino por la tradición hindú de la India, país que se prefigura como uno de los grandes actores históricos de los próximos decenios.
Los dos filósofos van tocando las grandes cuestiones de la existencia humana desde la óptica de ambas civilizaciones, con sus puntos comunes y sus divergencias que hunden sus raíces en procesos remotos en el tiempo. No faltan los argumentos polémicos, como cuando Argullol apunta al secularismo occidental como si la laicidad fuera una realidad completada en nuestro entorno, o cuando Mishra parece exculpar a la civilización hindú de toda experiencia colonial-imperialista, lo cual la realidad histórica desmiente tanto a nivel interior como exterior a ese subcontinente. Pero el diálogo resulta en conjunto extraordinariamente fructífero y absolutamente vigente, aparte de sentar bases para una praxis de aprendizaje y comprensión mutuos.
Si quereis acercaros en general a la obra de Rafael Argullol podéis visitar su página, su blog, y también ver el capítulo que le consagró la serie televisiva Pienso, luego existo.
La simplicidad no es la realidad. Lo abstracto no es lo real. Aunque pueda ser una herramienta útil para el análisis y la investigación, si lo tomamos finalmente por lo real se convertirá en una atadura y en una limitación. Si se quiere pensar en términos de lo real, entonces necesariamente hay que pensar de una forma compleja, incluso si ese tipo de pensamiento nos produce durante un tiempo una cierta confusión y no nos permite la costrucción de teorías clásicas y precisas donde todo encaje a la perfección. Todos los intentos de introducir uniformidad y simplicidad están condenados al fracaso, ya que la complejidad tarde o temprano acabará por romper el corsé de la falsa simplicidad. " (V. N. Mishra p. 146)
La historia de este artista es interesante, si no me equvioco, una de las cosas que más admira Rafael es el cuerpo humano y esta inspiración sucedió al ver varias pinturas que retrataban el cuerpo humano femenino, eran pinturas de Velázquez, Goya y más