El maestro de almas de Irène Némirovsky
El maestro de almas. Irène Némirovsky
Barcelona: Ediciones Salamandra, 2009
Dario Asfar es un joven médico que trata de abrirse camino en su profesión. Su origen extranjero hace que solo despierte recelo y desconfianza entre sus potenciales clientes en la Francia de entreguerras. En un mundo de apariencias, en el que hay que mostrar un bienestar que no se tiene, Dario Asfar solo obtiene fracasos. Quiere huir de su origen miserable, de su realidad de perdedor. No lo consigue. Tiene una mujer y un hijo que alimentar. Está cargado de deudas. Está desesperado. Su sueño de labrarse una carrera se disipa. Cómo cambiar su destino, cómo olvidar que es heredero de “toda una raza de muertos de hambre”. La solución; se convierte en un maestro de almas, en un sanador de conciencias.
“Miró a Wardes y de pronto pensó: lo que une a toda la gente que está aquí, lo que los asemeja, no es la necesidad de dinero, como cree Elinor, o de diversión, sino la necesidad de aguantar constantemente. De aguantar más que el adversario. De ocultar sus debilidades, sus heridas. Porque el temple de sus nervios es el único capital del cual obtienen la fuerza. ¡Cuántas enfermedades, angustias, fobias inexplicables para los desgraciados condenados al éxito perpetuo! ¡Ah si yo me atreviera…! Lo que necesitan es un confesor, alguien que conozca sus sucios secretos, los escuche y los despida con un ego te absolvo; que, sobre todo, les permita hartarse sin remordimientos…¡Qué los droguen, eso es lo que necesitan!…”Tienes que medicarme, doctor” – Sí, primero confesarlos y después drogarlos.”
El doctor Asfar encuentra en las miserias humanas el medio para escapar de la pobreza. ¿Sus clientes?, aquellos que piensan “que su edad quedará abolida, que su sangre fluirá tan deprisa como antes, que recuperarán el apetito, el fresco aliento de los veinte años, que olvidarán su vida (los remordimientos, las deudas, el dinero, las preocupaciones, los amantes, los hijos…)” o aquellos que como el financiero Warder “había entregado su alma a los demonios”.
Pero eso supone convertirse en un lobo al acecho, supone perder los escrupulos y renunciar a su alma. Él que se ocupa de curar las almas de otros, renuncia a tener la suya sana, tenerla limpia. Solo importará el dinero de sus pacientes. Solo eso. No quiere volver a pasar hambre. Tiene la medicina que cure las conciencias y espiritus atormentados de aquellos que se acercan desesperadamente a él. Conoce el secreto. El salvará sus almas aunque suponga un precio muy alto,“Porque cuando alguien sale de su manos, ya no puede decir que su alma le pertenece.”
Pero el pasado siempre vuelve y nunca lo hace solo,“ Cuando el pasado reaparece en la vida de un hombre, nunca lo hace con los rasgos de un solo rostro, lo acompaña el cortejo de los amigos, los amores, los remordimientos olvidados.”
El maestro de almas fue publicado por primera vez el 18 de mayo de 1939 en el semanario Gringorie con el título original de Les Échelles du Levánt por Irene Nemirovsky.
Irene Némirosky (Kiev, 1903- Auschwitz, 1942) se dio a conocer en el Paris de antes de la guerra con David Golder, publicada en 1929.
Otras novelas, Suite Francesa, El ardor de la sangre, El baile, El caso Kurilov, etc
Irène Némirovsky en la Biblioteca Universitaria