El concepto del honor en la sociedad mediterránea / J. G. Peristiany [ed.]

J. G. Peristiany [ed.]:

El concepto del honor en la sociedad mediterránea. Labor, 1968 (trad. de J. M. García de la Mora).

Honour and Shame : the Values of Mediterranean Society. Weidenfeld and Nicolson, 1965.

Como todo depende de la conservación del honor, se cree que las desventuras de una familia que pierde la gracia por la pobreza o el deshonor, convalidan de algún modo la categoría e integridad de las otras. De tal modo, dentro de límites convencionalmente definidos, es casi una virtud denigrar y burlar a no parientes, mientras que la misma conducta en relación con parientes sería pecaminosa y vergonzosa. Los valores del honor y el prestigio son excluyentes y particularistas. 

(p. 136. J. K. Campbell: El honor y el diablo)

Hay casos de libros que uno desearía ver reeditados con mejoras, y hay otros de los que ni siquiera se explica cómo no lo han sido ya muchas veces, simplemente como están y por sus propios méritos originales. Este es uno de ellos: el hecho de reunir en sus páginas a ilustres investigadores sociales como Bourdieu, Caro Baroja o Pitt-Rivers ya es un acontecimiento. Estos grandes autores y otros más pusieron en común en este volumen sus aportaciones sobre el honor y la vergüenza en diversas comunidades mediterráneas, sobre la base de estudios realizados en los años 50 y primeros de los 60 en España, Grecia, Chipre, la Cabilia argelina y Egipto. La edición corrió a cargo de John G. Peristiany bajo los auspicios del Centro de Ciencias Sociales de Atenas. La época de la publicación era especialmente significativa para esta zona del mundo por cuanto al menos su parte europea se incorporaría ya plenamente al modo de vida industrial a través del desarrollismo in situ o del éxodo rural masivo.

No sabemos por qué el término vergüenza (=shame) no se tradujo al título de la publicación española: ¿acaso censura o autocensura? Pero tengamos en cuenta el concepto pues va inseparablemente unido al de honor. Todos los capítulos son jugosos: Julian Pitt-Rivers se ocupa de la Andalucía serrana que tan profundamente conoció; Caro Baroja apunta a las transformaciones sociales latentes en la literatura del Siglo de Oro; en particular me ha gustado mucho el capítulo consagrado por John K. Campbell a los sarakatsani, pastores montañeses del Epiro… Pero todos -insisto- contribuyen a la grandeza del libro. Además, entre líneas este aporta observaciones histórico-políticas concretas que refuerzan la visión panorámica más allá de las comunidades protagonistas estrictas: por ejemplo cuando Pitt-Rivers alude al Fuero de los Españoles -ley antidemocrática con la que el franquismo pretendía dotarse de apariencia constitucional-, o la percepción del poder político extranjero -otomano, británico en Chipre- en el mundo griego.

En cualquier caso estamos ante asuntos en absoluto trasnochados. Sin ir más lejos véase la lógica del feminicidio en Cabilia analizada por Bourdieu. Clara conexión del honor con el patriarcalismo y la limpieza de sangre (v. obras de Lerner y Stallaert ya reseñadas en Nosolotécnica). De hecho el surgimiento de los nacionalismos contemporáneos podría considerarse un proceso de vulgarización y democratización del concepto tradicional -familiar, clánico, tribal- del honor para uso de sociedades de masas anónimas, así como que dicho proceso refuerza el poder del Estado y que curiosamente se intensificó a medida que las grandes monarquías lograban poner a raya la antigua barbarie feudal de los linajes. El patriotismo estatista se arrogará de la violencia institucional como último e inapelable atributo. No cabe duda de que la “naturalidad” de los mecanismos de compensación del honor como la venganza y las guerras familiares relativamente controladas en las sociedades tradicionales a menudo incidió en el desarrollo de la violencia sociopolítica en el nuevo mundo urbano contemporáneo, como se ve por ejemplo en las guerras civiles. En nuestros dias clientelismo social y fundamentalismo ideológico aun tocan a un intrincado concepto de honor, inmune cuando no reforzado por la postmodernidad desbocada.

Sirva esta reseña para advertir del monumental catálogo de la desaparecida Editorial Labor en el que aún se encuentran títulos de gran vigencia, y que alimentó a tantos lectores en particular interesados en las ciencias humanas.

Tal vez haya que concluir que el lugar eminente conferido al sentimiento del honor es una característica de las sociedades primarias, en las que la relación con el prójimo, por su intensidad, intimidad y continuidad, predomina sobre la relación consigo mismo, en las que el individuo aprende su propia verdad por mediación de los demás, y el ser y la verdad de la persona se identifican con el ser y la verdad que los demás le reconocen.

(p. 191-192. P. Bourdieu: El sentimiento del honor en la sociedad de Cabilia)