Un lugar escondido. Katherine Webb

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de “Un lugar escondido”, novela de la escritora inglesa Katherine Webb.

Durante el caluroso verano de 1922, en un pequeño y tranquilo pueblo del condado de Wiltshire, Slaughterford (Inglaterra), se produce el asesinato de Alastair Hadleigh, heredero de una de las familias más ricas de la zona.

Cuando todas las sospechas recaen sobre Donald Cartwright, un joven con trastornos mentales a causa de la guerra; su hermana, Pudding Cartwright, junto a la esposa de Alastair, Irene, tratarán de defender su inocencia desenmascarando la verdadera identidad del asesino, que siempre se encontró oculto entre ellos.

“Un lugar escondido” no es tan sólo un thriller, sino más bien una mezcla de muchos géneros: secretos familiares, intriga, novela intimista, historias románticas, ficción histórica…, teniendo como escenario un lugar idílico y unos personajes entrañables.

¡No dudéis en ningún momento en leer esta novela! Es realmente un tesoro escondido.

“El día del crimen el cielo de Slaughterford bajó —casi hasta las copas de los árboles— y se deshizo en lluvia. Una abundante y torrencial lluvia de verano, la primera que caía en semanas. Todos los del pueblo afirmaban que, al despertar y encontrarse con aquel tiempo, ya supieron que algo muy malo ocurría. Era gente supersticiosa, inclinada a ver señales y portentos en todas partes, y a sospechar lo peor de todo el mundo. Sid Hancock, que se encontraba en Honeybrook Farm, juraba haber visto que el By Brook corría rojo. Muchas cabezas asentían, pesarosas, aunque el asesinato no ocurrió tan cerca de la orilla como para que la sangre llegara hasta el agua. Woolly Tom, que tenía un rebaño de ovejas en un pequeño terreno de la cumbre de la colina, decía que había sabido que se avecinaba una muerte cuando una de sus ovejas parió un cordero de dos cabezas por primavera. Desde entonces llevaba consigo a todos lados una pata de conejo seca por si la sombra de la mala suerte intentaba alcanzarlo. La muerte era algo bastante corriente en Slaughterford. Pero no esta clase de muerte. Lo que más inquietaba a la gente era la absoluta inocencia de la víctima. A nadie se le ocurría una sola cosa mala que decir de ella y nadie recordaba que hubiera hecho nada cruel o vergonzoso. Había en aquello una injusticia que los desconcertaba. Una enfermedad grave podía ocurrir en cualquier momento, igual que un accidente mortal. Precisamente el año anterior Ann Gibbs, de seis años, se había subido a las piedras amontonadas —que estaban puestas justo para que nadie se subiese— y se había caído al pozo del final del camino de Ford”

La vegetariana. Han Kang

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de La vegetariana”, novela de la reciente Premio Nobel de Literatura 2024.

Ambientada en Corea del Sur, La Vegetariana es una historia sobre la metamorfosis radical que vivirá su protagonista, una esposa diligente y discreta, que, tras sufrir unas pesadillas brutales y sanguinarias, siente la imperiosa necesidad de deshacerse de toda la carne del frigorífico, y que la llevará no sólo a buscar una existencia más pura y despojada, más cercana a la vida vegetal, sino a una exploración de poder erótico y floral de su cuerpo, rompiendo las estrictas costumbres de una sociedad patriarcal y ultracapitalista.

Una obra que trata de la apremiante necesidad del ser humano de explorar y expresar su mundo interno, de abrazarlo y ser respetado por los demás; puesto que una falta de compasión por parte de la sociedad, lo pueden arrastrar a la locura ante su propia incapacidad de aplazar y poner límites a las exigencias de una acuciante transformación.

Galardonada con el Premio Booker 2016, esta bella y perturbadora novela catapultó al éxito internacional a la que es una de las voces más interesantes y provocadoras de la literatura asiática contemporánea.

“La Vegetariana” es un fenómeno literario que está destinado a convertirse en un clásico.

“Ella estaba en cuclillas, vestida con el mismo camisón y con el pelo despeinado cayéndole a ambos lados de la cara. A su alrededor y sobre el suelo de la cocina había desperdigadas tantas bolsas de plástico y recipientes herméticos que no quedaba lugar donde poner los pies. Ternera cortada finamente para hacer shabu-shabu, panceta de cerdo, dos jarretes completos de vaca, calamares guardados en bolsas herméticas, anguilas limpias y troceadas que le había mandado recientemente mi suegra del pueblo, corvinas semisecas y atadas con una cuerda amarilla, empanadillas congeladas todavía sin abrir y un sinnúmero de paquetes que no se sabía qué contenían. Haciendo crujir el plástico, mi mujer estaba metiendo esos bultos uno a uno en una gran bolsa de basura”

La alquimia del tiempo: Un memoir dublinés. John Banville

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de La alquimia del tiempo: Un memoir dublinés”, novela del escritor irlandés John Banville.

El ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras nos ofrece una guía íntima de Dublín y sus artistas; a la vez que se deleita con su historia cultural, arquitectónica, política y social, Banville irá entretejiendo sus recuerdos unidos a lugares y momentos formativos más importantes desde su niñez, cuando la ciudad era un lugar apasionante bajo la mirada de un niño, hasta su madurez, cuando nuestra perspectiva cambia y refleja nuestras insatisfacciones de la vida.

El resultado es un tour maravilloso por Dublin, un elogio tierno y poderoso a una época y un lugar que dieron forma a un artista adolescente.

No os perdáis esta breve, pero intensa, memoria que os va a hacer disfrutar intensamente descubriendo cada uno de los rincones de la hermosa capital irlandesa.

“…Si Baudelaire no se equivoca, en cierto sentido la infancia no se acaba nunca, sino que existe en nosotros, no solo como un recuerdo o un complejo de recuerdos, sino como una parte esencial de lo que somos intrínsecamente. Todos los artistas conocen esta verdad puesto que, para el artista, la infancia y la concepción infantil de las cosas son una profunda fuente de eso que antes se llamaba inspiración, aunque solo sea porque fue de niños como percibimos por primera vez el mundo como misterio. El proceso de crecer es, por desgracia, un proceso de convertir lo misterioso en lo mundano. Dejan de sorprendernos las cosas-el cielo, el paso de las estaciones, el amor, los demás- solo porque nos acostumbramos a ellas”

 

Como si fuera un río. Shelley Read

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de Como si fuera un río”, novela de la escritora estadounidense Shelley Read.

Ambientada en medio de la belleza agreste del Oeste americano, esta primera novela de la autora nos narra el drama de una chica de 17 años, que ayuda a su familia a cultivar melocotones, cuya su monótona vida cambiará drásticamente con el encuentro casual de un joven vagabundo de pasado misterioso, piel morena y de ojos negros y brillantes.

La pasión que se encenderá entre ellos pronto acabará en tragedia; y ella tendrá que huir a las montañas para protegerse a sí misma y al hijo que lleva en su vientre.

Inspirada en hechos reales, “Como si fuera un río” es una historia palpitante de resiliencia femenina frente a las dificultades; pero también sobre la capacidad del ser humano para encontrar coraje, amistad y un hogar en las circunstancias más adversas.

La novela ha sido traducida a más de 30 idiomas convirtiéndose en un fenómeno internacional que ha cautivado el corazón de más de un millón de lectores en todo el mundo.

Imaginad el negro fondo de un lago y lo que yace en él. Los desechos arrastrados por los ríos o lanzados desde las barcas van ablandándose y descomponiéndose. Unos peces de gesto ofendido nadan su extraña vida lejos de los anzuelos; su respiración es indistinguible de su movimiento. Imaginad zonas de algas que danzan como ágiles doncellas a quienes nadie observa. Quedaos a orillas de un lago, donde las olitas intentan alcanzar vuestros zapatos, e imaginad lo cerca que estáis de un mundo tan silencioso y ajeno como la luna, fuera del alcance de la luz, del calor, del sonido. 

Mi casa está en el fondo de un lago. Nuestra granja yace allí, enfangada; sus restos podrían confundirse con un pecio. Unas truchas lustrosas merodean por lo que queda de mi dormitorio y por el salón donde la familia se reunía los domingos. Los establos y los abrevaderos se pudren. El alambre de espino, enredado, se oxida. La tierra antaño fértil se ahoga ahora en la inactividad.

Un mero apunte historiográfico de la construcción del embalse Blue Mesa podría representar el proyecto como algo heroico, como parte de la ambiciosa idea de llevar las valiosas aguas de los afluentes del río Colorado al árido sudoeste. Tal vez fueron las buenas intenciones las que taponaron el salvaje río Gunnison y lo convirtieron en un lago, pero la historia que yo conozco es diferente.

Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo. Elif Shafak

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo”, novela de la escritora de origen turco Elif Shafak.

En esta obra Elif Shafak se adentra en el cerebro de una prostituta de Estambul que acaba de perder la vida. Una vez que el corazón deja de latir tras la muerte, se estima que el cerebro sigue en activo durante unos diez minutos más, tiempo en el que su protagonista nos relatará su historia desde su nacimiento hasta el momento de su fallecimiento.

Una obra de atrevida imaginación que ha llegado a 300.000 lectores en más de 50 países y que se ha situado entre los 40 mejores libros de 2020; quedando como finalista del Premio Booker.

Elif Shafak sabe cómo atrapar al lector a través de su defensa a ciertas causas sociales dentro de la cultura islámica: el patriarcado, la violencia sexual, el abuso de menores; pero, sobre todo, sus novelas son un canto a la amistad y a la conciliación de culturas.

Te animas a viajar a través de otras dimensiones para reflexionar sobre la vida después de la muerte.

 

“En opinión de Leila, los seres humanos mostraban una profunda impaciencia ante los hechos fundamentales de la existencia. Para empezar, daban por sentado que una persona se convertía automáticamente en esposa o marido con solo decir «Sí, quiero», cuando lo cierto era que se tardaba años en aprender a estar casado. Del mismo modo, la sociedad contaba con que el instinto maternal —o el paternal— se activara con el nacimiento de un hijo. En realidad, a veces se tardaba bastante en entender lo que era ser madre o padre..., o, ya puestos, abuela o abuelo. Otro tanto ocurría con la jubilación y la vejez. ¿Cómo podía alguien cambiar de onda en cuanto salía de una oficina en la que había pasado media vida y donde había dado al traste con la mayor parte de sus sueños? No era tan sencillo. Leila había conocido a profesores jubilados que se levantaban a las siete, se duchaban y, tras arreglarse, se derrumbaban ante la mesa del desayuno al recordar de repente que ya no trabajaban. Todavía no se habían adaptado. 

Quizá con la muerte ocurriera algo parecido. La gente creía que una persona se convertía en cadáver en cuanto exhalaba su último aliento. Sin embargo, los límites nunca eran tan nítidos. Del mismo modo que había numerosos tonos entre el negro azabache y el blanco deslumbrante, existían multitud de fases en eso que se denominaba «descanso eterno». Leila concluyó que, de existir una frontera entre el Reino de la Vida y el Reino del Más Allá, debía de ser porosa como la arenisca”
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