Vera Brittain. Testamento de juventud.

Vera Brittain. Testamento de juventud. Periférica&Errata naturae, 2019

Testamento de juventud es la primera entrega de las memorias de Vera Brittain (Newcastle-under-Lyme, 1893; Wimbledon, 1970) y abarca desde 1900 hasta 1925. Fue publicado en 1933. El libro se inicia con un maravilloso poema de la propia autora que resume perfectamente el sentimiento que embargó a una generación de jóvenes que vieron sus vidas truncadas por la 1ª Guerra Mundial.

“Y así empezamos- entre los ecos que una guerra anterior

proyectó sobre nuestra niñez,

demasiado sombría, olvidada demasiado pronto- a destronar

los sueños de una felicidad que creíamos asegurada;

mientras, inminente y fiero al otro lado de la puerta,

observando el florecimiento de una generación entera,

el destino que tenía en jaque nuestra juventud

aguardaba su hora”

Vera Brittain nació en 1893, como ella misma dice “en el decadentismo de los años noventa del siglo XIX” en el seno de una familia de clase media propietaria de fábricas de papel. Para disgusto de sus padres quiso ir a la Universidad lo que no dejaba de ser una excentricidad para una mujer. Vera no quería que su vida se redujera a un buen matrimonio, hijos y familia así que trabajó duro, teniendo en cuenta que su formación previa no era muy completa y consiguió una beca para estudiar en Oxford, en el Somerville College. Allí estaba cursando sus estudios cuando estalló la guerra.

Quizá por eso no resulte tan sorprendente que al principio la guerra me pareciera una exasperante interrupción de mis proyectos personales, en lugar de una catástrofe mundial“.

La dura realidad les golpeó tanto a ella como a todos sus conocidos:  a su novio Roland Aubrey Leighton, a sus amigos Victor Richardson y Geoffrey Thurlow y a su único hermano Edward, al que siempre estuvo muy unida. Todos se vieron enrolados en este conflicto bélico siendo unos jóvenes intelectuales que pasaron de los libros a las trincheras sin apenas darse cuenta de ello.

De izda. a dcha.: Edward, Roland y Victor.

Si la guerra me perdona la vida”, escribió Brittain a su hermano, “mi único objetivo será inmortalizar en un libro nuestra historia, la de nuestros amigos“.

A las mujeres que querían ser útiles en esos años de guerra les quedaba la salida de apuntarse como enfermeras de apoyo. Así que con sólo 22 años Vera se alistó como enfermera en el Destacamento de Ayuda Voluntaria (VAD) y trabajó en hospitales de Londres, Malta y Francia aprendiendo el oficio a golpe de necesidad, operaciones y valentía y siendo testigo directo de las secuelas de la guerra.

Vera Brittain

Después del conflicto logró volver a la universidad y en los años 1920 se convirtió en oradora regular de la Sociedad de Naciones. Trabajó como periodista y luchó activamente en los movimientos feminista y pacifista. Tuvo una prolífica carrera como escritora (cincuenta años en activo y 29 libros publicados).

Hay mucha literatura bélica pero el libro que nos ocupa fue el primero en que las mujeres hablaban y contaban sus experiencias. Y, además, lo hacían como agentes de cambio, no como agentes pasivos o víctimas.

Las memorias de Brittain continúan con Testamento de experiencia, publicado en 1957, abarcando los años 1925–1950. Entre estos dos libros viene Testamento de amistad (publicado en 1940), sobre su amistad con Winifred Holtby, escritora también, compañera y gran amiga. Un segmento final del libro de memorias, Testamento de fe o Testamento del tiempo, fue planeado por Brittain pero quedado inacabado a su muerte.

Testamento de juventud es un libro demoledor, de los que dejan huella no sólo por lo que cuenta sino por todo el sentimiento que logra transmitir la autora. En sus más de 800 páginas vives junto a ella todo el horror de la guerra y de lo que significó para toda su generación.

Fue llevado al cine en 2014 de la mano del director James Kent.

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