Angelika Schrobsdorff. Hombres

Angelika Schrobsdorff. Hombres

Editorial Periférica&Errata naturae, 2018

Por entonces vivíamos en Sofía. Mi madre era judía, y en 1939 había emigrado de Alemania a Bulgaria con mi hermana Bettina y conmigo. Bettina se había casado con un búlgaro. Yo vivía con mi madre en un pequeño y poco simpático apartamento que no me gustaba nada. Llevábamos una vida muy retirada, con pocas amistades y ninguna vida social. Desde que las tropas alemanas habían ocupado el país debíamos extremar las precauciones y no llamar la atención por causa alguna. Mi madre me lo repetía insistentemente. 

La que nos cuenta ésto es Eveline, alter ego de Angelika Schrobsdorff, protagonista de la novela “Hombres” (en alemán Die Herren: los hombres). El primer libro que leí de esta autora fue Tú no eres como las otras madres que se publicó originariamente en 2002 y que en España salió en 2017. Me gustó mucho y por ello me lancé a la lectura de “Hombres” que curiosamente en mucho anterior, se publicó en 1961, y que supuso un escándalo importante en su momento debido a la forma en la que su protagonista se relaciona con los hombres.

El relato está articulado en ocho capítulos y cada uno se corresponde con el “hombre” con el que vivió en esa etapa. Son muy distintos y variados pero todos coinciden en amar y desear mucho a esta joven. Y ella, que de niña se sentía un patito feo, se convierte en una joven bellísima y encantadora que conquista a los hombres con sólo mirarlos y hace con ellos lo que quiere.

Yo no podía más de impaciencia por llegar a desarrollarme. Mis piernas y mis brazos, largos y delgados; mis estrechas caderas y mi delgadísimo cuello me hacían desgraciada. Llena de amargura, me ponía ante el espejo y me comparaba con mis compañeras de colegio, todas parecían ya encantadoras jovencitas.

Ella es una joven muy atractiva, que vuelve locos a los hombres pero que anda muy perdida en cuanto a lo que quiere y lo que busca y encuentra en el deseo de los hombres hacia ella su razón de ser, una razón para vivir.

Su comportamiento es muchos casos es “amoral” pero no por el hecho de su liberalidad sexual, que es lo que escandalizó en su momento, sino porque utiliza a los hombres para su beneficio. También se llega a enamorar locamente de algunos de sus “hombres”.

Como ya pasaba en Tú no eres como las otras madres la figura del padre es muy importante para la protagonista como lo fue para Angelika Schrobsdorff, una figura masculina a la que adora y por la que siente un gran respeto y admiración. Y parece que es también su padre el que mejor la conoce e intenta educarla y hacerle ver sus carencias educacionales y emocionales.

Angelika Schrobsdorff con su padre

Angelika Schrobsdorff con su padre

Mi padre venía a comer a casa los días laborables. Siempre me traía flores. Cuando se había quitado el abrigo y había sacudido un par de invisibles motitas de polvo de su sombrero, me abrazaba y me besaba en la frente y en las mejillas.

– ¿Qué tal te va, hija?

Convertía la frase más trivial en algo mucho más elocuente; y las cosas diarias, en pequeñas ceremonias. Él era perfecto; yo, un desván lleno de trastos que no servían para nada.

No hay intención por parte de la autora de que la protagonista te caiga bien, es muy difícil empatizar con Eveline en determinadas situaciones aún a sabiendas de que su situación ha sido muy difícil al ser judía, vivir en Alemania y tener que huir a Bulgaria, viviendo en condiciones muy precarias. Es un personaje muy egoísta y en ocasiones con un gran desapego emocional que huye de sus seres queridos para no sufrir con su deterioro.

Una novela interesante, muy moderna y sorprendente.

Angelika Schrobsdorff en No sólo técnica

Angelika Schrobsdorff en la Biblioteca UPM

Un comentario

  • José Alejandro Martínez
    José Alejandro Martínez

    Creo que hay un detalle semántico nada desdeñable. "Herren" significa primariamente "Señores", aunque tenga una connotación claramente de género. Digamos que sería más o menos equivalente en el lenguaje cotidiano alemán al "caballeros" en lengua española. En cualquier caso no es del todo equivalente a "Männer", "hombres" a secas (que, ya de pasada, es el título de una desternillante peli de Doris Dörrie). Si además estamos en época nazi, el término tiene una connotación que remite al concepto de "Herrenvolk", literalmente "pueblo de los señores" o raza supuestamente superior. Solo por eso da la impresión de ser un libro sin concesiones ni desperdicio. Muchas gracias. 

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