El idioma materno, Fabio Morábito
El idioma materno
Fabio Morábito
México: Sexto Piso, 2014
Hay libros tan llenos de encanto, tan bien escritos, tan inteligentes, que resulta inevitable recomendarlos una y otra vez. Este es uno de ellos.
En los ochenta y cuatro textos incluidos en El idioma materno (publicados originalmente en el diario argentino El Clarín) Fabio Morábito reflexiona sobre las experiencias que desde temprana edad han contribuido a convertirle en el escritor que hoy es. Da cuenta en ellos del origen de una vocación.
Fabio Morábito nació en Alejandría, Egipto, en 1955, de padres italianos, desde los tres años vivió en Milán y a los quince se trasladó a México, donde reside hoy en día. Escribe en español. De ahí que una de las más importantes líneas de reflexión que cruzan el libro esté relacionada con el idioma materno y con el oficio de traducir. Además, entre otras muchas cosas, habla de lectores y sus costumbres, de los que subrayan, de los que saben poner las comas, de poesía (“Los poetas no escriben libros”), de literatura desde puntos de vista interesantes (¿por qué Dostoievski nunca escribiría Robinson Crusoe?, ¿es El castillo de Kafka una historia de amor? ¿cómo es posible conocer la obra de Vallejo sin haber leído un solo poema?).
El idioma materno de mi mujer es un idioma que yo no hablo; ella, en cambio, habla mi lengua materna. Nos comunicamos a través de un tercer idioma, que es el idioma del país en que vivimos. El que yo no hable ni entienda la lengua materna de mi mujer, al revés que ella, que habla la mía sin dificultad, me otorga una gran ventaja. Al estar expuesto en mi casa a un idioma extraño, que no entiendo ni quiero entender, la calidad de misterio de mi vida es superior a la suya.
También hay textos que sin dejar de lado por completo estos intereses ni el tono reflexivo, adoptan la forma de cuentos o episodios rescatados del pasado. Breves -ninguna pieza ocupa más de dos carillas-, precisos, con un lenguaje rayano en lo poético y dotados de fino humor. De elegir uno, sería Lluvia nocturna. En él, Fabio cuenta cómo una abuela descubre que a través del telefonillo de casa puede oír el repiqueteo de la lluvia sobre el toldo de la entrada. Ese sonido, más intenso, diferente al de las gotas golpeando las ventanas significa para ella un descubrimiento, el hallazgo de un tesoro. Desde entonces arrima su silla para no perderse detalle, dicta turnos breves para hijos y nietos, no cede la posición. ¿Y por qué lo hará?, el texto no lo revela. Yo digo que porque la abuela, en su cabal sabiduría, es sensible al prodigio de que te cuenten al oído, aun sin palabras.
Un libro para leer y releer, de esos que no se dejan demasiado lejos porque tarde o temprano apetece revisitar. Afortunadamente hay quien hace, escribiendo, lo mismo que la lluvia del cuento.
Aquí un fragmento de “El idioma materno” leído por el propio autor.
Entiendo, respeto y admiro la renuncia a la lengua materna de su compañera, y cómo contempla esa renuncia como una ganancia. A mí me resultaría casi imposible, me vencería la curiosidad, la afición y probablemente un carácter mucho más posesivo. Sugerente lectura.
Una delicia el vídeo que pones en tu reseña, nos permite conocer el ingenio de Morábito en directo y en la lengua que el elige. Yo soy victima de mi buen olfato a la hora de elegir lecturas y ha llegado un momento en el que solo leo algún ensayo y autores clásicos.
Si versionan el libro para la tv o el cine; malo, si el autor no tiene prestigio académico; malo, si trata un asunto que no me interesa (del que no se nada); malo, si al autor no le conoce nadie; malo y si le gusta a todo el mundo, lo peor.
Esos prejuicios nos alejan de la literatura actual y es cierto que circulan libros que nadie lee y de los que todos los medios hablan. Igual esta vez paso de la contraportada.
Pedro, otro gran libro para leer. Tus recomendaciones y críticas son siempre bienvenidas. De tu mano he descubierto a autores que se han convertido en favoritos. Gracias, una vez más.
Palabras robadas al sueño…un libro lleno de metáforas sutiles y buenos sentimientos. Leí la reseña y corrí a buscarlo y ahora se que no me equivoqué. 🙂
El libro es maravilloso y cincido absolutamente en elegir “Lluvia nocturna” como mi preferido.