Nikolái Lilin. Educación siberiana.

Portada Educación siberiana. Nikolai Lilin.Nikolái Lilin. Educación siberiana. Salamandra, 2009

 

 
Este es un libro peculiar. Me lo recomendaron pero no estaba nada convencida porque el tema sobre el que trataba no me atraía:  relato autobiográfico de la infancia y juventud del autor en el seno de una peculiar comunidad, los urcas, una sociedad compuesta por criminales siberianos. Sin embargo ahora animo a leer esta novela que me ha sorprendido muy gratamente. Como dice Saviano (autor de Gomorra) para leer este libro hay que estar dispuesto a olvidar las definiciones del bien y del mal tal como las conocemos…”.
Los urcas son el único pueblo que fue deportado por Stalin desde Siberia en lugar de hacia Siberia. Les llevaron a Transnistria, una larga franja entre Moldavia y Ucrania, aún hoy una tierra de nadie, asolada por la corrupción, el crimen organizado y el contrabando. De ahí su odio profundo hacia el comunismo.
Con una jerga propia e ininteligible para el común de los mortales con este libro descubres que hay “muchos mundos en este mundo” y que, a pesar de lo salvajes que son, se rigen por unos códigos morales y de honor muy estrictos. Son como ellos se denominan criminales honestos.
Con un profundo sentido de libertad y justicia, y exaltando valores como la lealtad, la humildad y la generosidad, los urcas no sólo prohíben las drogas, la violación y el desprecio hacia los débiles, sino que incluso castigan estos delitos con la muerte. El capítulo titulado "Boris el maquinista" es de los que no se olvidan.
Viven dentro del crimen, con peleas habituales con otras comunidades y con la policía y desde pequeños son criados en la violencia. A los niños se les regala una navaja, como a otros un balón y una estancia (o varias) en la cárcel es una experiencia por la que todos, antes o después, saben que van a pasar.
De pequeño los juguetes no me interesaban. Mi diversión a los cuatro años era pasearme por casa esperando a que mi abuelo o mi tío desmontaran y limpiaran las armas… Mi tío decía que las armas son como las mujeres, que si no las acaricias bien se te traban y te traicionan.
Tatuaje siberiano de una VirgenY los tatuajes siberianos son un símbolo tangible de esta ética peculiar. Indican la pertenencia a una comunidad y un cuerpo tatuado es como una historia que lo cuenta todo sobre la persona que lleva esos símbolos, con una fuerte carga religiosa debido a su profunda relación con la fe de los miembros de esa comunidad.
Nikolái Lilin, que nació en Bender en 1980, después de ser reclutado a la fuerza por el ejército ruso y de estar como soldado en Chechenia se trasladó a Italia. Desde 2003 vive allí, donde se gana la vida como tatuador profesional. Aprendió este arte de pequeño, observando los que llevaban los ancianos dibujados en sus cuerpos; después, estudió con un viejo de Bender que le transmitió el arte del tatuaje siberiano.
Recientemente se ha estrenado su adaptación cinematográfica, dirigida por Gabriele Salvatores (“Mediterraneo”) y protagonizada John Malkovich, dando vida al abuelo Kuzja.
Para conocer mejor este libro y a su autor, aquí os dejamos la entrevista que le hizo el programa “pagina 2” en 2010 (empieza en el minuto 6:54).

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