Blog de la Comunidad UPM-MAS

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Universidad Politécnica de Madrid

Materiales del futuro

Consiguen un filtro para pesticidas utilizados en el olivar a partir de residuos de la industria cerámica

Por Inés Barrales Cámara.

¿Es posible neutralizar los efectos sobre la salud del residuo de una industria con el de otra industria? Esto es lo que han conseguido los investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC).
En Andalucía, más concretamente en el valle del Guadalquivir, está muy extendida la industria de la cerámica, para fabricación de ladrillos y otros materiales estructurales. En el proceso se lleva a cabo la molienda de la arcilla para poder moldearla. Esta molienda desprende partículas de muy pequeño tamaño que, si son inhaladas por la población, pueden depositarse en los pulmones y provocar afecciones de tipo cancerígeno. Para evitar esto, las fábricas están legalmente obligadas desde hace años a incluir en la línea de producción una serie de filtros que atrapen estas partículas. No obstante, este material sobrante es considerado un residuo y no se vuelve a incorporar como materia prima por su baja calidad.
Justamente este material es el que han utilizado estos investigadores, liderados por Beatriz Gámiz, para el diseño de un filtro capaz de eliminar del agua de riego agrícola tres pesticidas usados habitualmente en el olivar, cultivo por excelencia de la zona.
El filtro consiste en un lecho de bentonita, una arcilla de grano muy fino, al que se le aplica una doble modificación: por un lado, se eliminan los carbonatos y, por otro, se añade una disolución de hierro o de un catión orgánico; se consigue así cambiar la naturaleza hidrofílica de la bentonita a hidrofóbica, haciéndola capaz de adsorber los compuestos orgánicos que se desean retirar del agua, que sigue su curso, y potenciar además esta capacidad de adsorción, elevando su acidez superficial.
Una vez descifrada la composición de este filtro, el equipo ha enfocado la siguiente fase de la investigación a dar con la distribución adecuada de los gránulos de bentonita modificada para conseguir la mayor eficiencia. Tras diversos ensayos, concluyeron que se compactarían con una cera que permitía mantener su capacidad de adsorción prácticamente inalterada. Así, una vez den con el formato adecuado, se conseguirá un lecho filtrador sobre el que el agua proveniente del olivar podrá fluir y dejar los restos de plaguicidas a su paso.
Actualmente, este proyecto, encargado por la fundación Innovarcilla de Jaén y enmarcado en el Proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía P11-7400, se encuentra aún en fase de investigación, puesto que se está estudiando la mejor forma de implantarlo favorablemente en la industria de Jaén, principalmente, pero, según los resultados del ensayo realizado en esta provincia, se esperan grandes beneficios, no solo para el medio ambiente, sino que el hecho de que la bentonita residual se haya impuesto a la comercial en cuanto a capacidad de adsorción supone una considerable reducción de costes, a lo que se suma la posible creación de empleo que generarían de nuevo dos sectores gravemente castigados por la crisis.

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