Berlín Alexanderplatz: la historia de Franz Biberkopf / Alfred Döblin
Alfred Döblin:
Berlín Alexanderplatz: la historia de Franz Biberkopf (Ed. Cátedra)
Berlin Alexanderplatz: die Geschichte vom Franz Biberkopf (Fischer Verlage)
Hay montañas que se yerguen, que permanecen erguidas desde hace miles de años, y ejércitos con cañones que han pasado sobre ellas, hay islas, hombres en ellas, abarrotadas, todo firme, nogocios sólidos, bancos, negocios, baile, jaleo, importaciones, exportaciones, problema social y un día empieza: rrrrrr, rrrrrr, no es el buque de guerra, salta solo… desde abajo. El mundo da un salto, ruiseñor, ruiseñor, qué hermoso es tu canto, los barcos vuelan por el cielo, los pájaros caen a tierra. "Franz, que grito, suéltame, Karl está a punto de llegar, Karl va a llegar en cualquier momento. Con Ida empezaste así también." (p. 98)
La Alex, plaza de aspecto moderno con añejo nombre de zar ruso, sigue siendo por excelencia la encrucijada principal del Berlín oriental hoy día. También da título a la novela más famosa de Alfred Döblin, publicada en 1929 y convertida en icono literario para un lugar y una ciudad a su vez carismáticas a más no poder.
¿Folletín? ¿Novela negra de antes de la novela negra? Vanguardia en cualquier caso, se dice que paralela en literatura a lo que los coetáneos Grosz o Heartfield exploraban en el terreno de las artes plásticas. También se la ha relacionado -de manera no exenta de polémica- con las obras de James Joyce. Si se me permite, a mí me recuerda al tremendismo pictórico de Ensor, y un pelín a la lucha por la vida barojiana.
Leyendo Berlin Alex, a veces uno tiene la sensación de ver una peli más que de seguir un texto, en todo caso un cómic, o bien un abigarrado collage móvil. Tal es la combinación de trepidación y aturdimiento, ensalada incesante de sensaciones y puesta en solfa generalizada de subjetividades y objetividades, que prefigura en cierto modo nuestra virtualizada existencia actual.
Si atendemos al lenguaje puro y duro, Berlin Alexanderplatz es un testimonio extraordinario del poder creador, plástico, prometeico de la palabra. Desde el punto de vista social e histórico, una contundente crónica del horror urbano contemporáneo. Obra eminentemente alemana pero de vocación europea, premonitoria y no solo del nazismo: vigente a fecha de hoy y lo que le queda… Cabe preguntarse el sentido de Berlin Alexanderplatz como novela de tesis moral, pre-existencialista de algún modo. Lo que sí clava con exactitud es esa imponderabilidad del destino del individuo a la deriva en la gran metrópolis, aunque se trate de un homicida cuya condición conocemos desde el principio.
La novela fue adaptada al cine al poco de su aparición, pero en la actualidad es mucho más conocida la serie de televisión realizada por Rainer Werner Fassbinder. En libro, la edición castellana de Cátedra brinda el placer de disfrutar de la introducción, notas y traducción a cargo de Miguel Sáenz. Tened el coraje de seguir las aventuras del antihéroe Franz Biberkopf , os haréis un favor para toda la vida.
Acaba de apearse del expreso del norte de París, una figura insignificante y pequeña en su abrigo adornado de piel, con sus ojos enormes y sus pequeños pequineses Black y China, en los brazos. Fotógrafos y ruido de manivelas. Sonriendo suavemente, Raquel lo soporta todo, lo que más le alegra es un ramo de rosas amarillas de la colonia española, porque el marfil es su color favorito. Con las palabras: "Siento una curiosidad loca por Berlín", la famosa mujer sube a su coche y escapa a la multitud de personas que agitan los brazos en la ciudad matinal. ( p. 273-274)
Berlín Alexanderplatz en: Biblioteca UPM.