’25 de mayo: la tragedia olvidada’, por Miguel Ángel Pérez Oca
Una escuadra italiana del ejército fascista trazó una traicionera trayectoria sobre la ciudad, para culminar una acción que pretendía atemorizar a la población republicana huida hacia levante. Las bombas fueron arrojadas sobre objetivos civiles, incluyendo el mercado de la ciudad, en plena efervescencia matutina de mujeres y niños en busca de comida.
Miguel Ángel Pérez Oca ha novelado la historia y nos la ofrece en este librito, que tiene el objetivo de hacernos llegar la “tragedia olvidada”, para sacar a las víctimas de otro castigo cruel, que es el olvido, pero mediante un relato que nos permite disfrutar del placer de la lectura. Lo hace jugando con el destino y la reposición del honor también a los verdugos trasalpinos, a través del detective romano que se encarga de desvelarnos la trama que se desarrolla en la novela.
Antonia del Valle Cuenca se encuentra entre las víctimas del bombardeo del mercado de Alicante y era mi bisabuela. El libro me ha permitido descubrirlo. Antonia era la viuda de José Antonio Santos Rodríguez, albañil, que también tuvo una muerte trágica, en accidente laboral, tras fallar un andamio en la Carrera de San Jerónimo de Madrid, mientras colocaba el emblema del Banco de Cartagena, por un defecto de los materiales. Estos dos infortunios, lejos de procurar rencor en mí, me hacen ser más optimista, tras comprobar el camino recorrido en sólo cuatro generaciones, transición mediante. Cuan sorprendidos estarían ahora si pudieran comprobar que su bisnieto se dedica precisamente a las estructuras y es profesor universitario. Pero sirven, también, para recordarme de dónde venimos y la deuda que tenemos con los que sufrieron, que debe enjugarse con la generosa entrega de nuestra intervención social, hasta donde cada uno pueda, para trabajar por el bien común. Sin resentimientos, pero con memoria.
Comentario realizado por: Francisco Santos Olalla.