El país de los cuentacuentos, Dario Fo
El país de los cuentacuentos
Dario Fo
Barcelona: Seix Barral, 2005
Dario Fo (1926, 89 años) vivió “tiempos interesantes” en la más pura y peyorativa acepción china del término; desear a alguien que viva tiempos interesantes es una de las más temidas maldiciones.
El país de los cuentacuentos es un relato autobiográfico con tintes nostálgicos (de su infancia), trágicos (su paso por la guerra), e hilarantes (la suplantación que hizo de Picasso en una conferencia).
Resulta curioso cómo las vidas de algunos escritores parecen entrecruzarse. No puedo evitar recordar la descripción que hace Günter Grass de su periplo por la Italia de la postguerra, trabajando a cambio de manutención y errando en busca de respuestas. Quién sabe cuán cerca o lejos gravitaron su existencia y pensamiento.
Dario Fo es la segunda generación no ligada a la tierra (su abuelo sería el último), el padre era ferroviario. El capítulo que dedica al abuelo es a mi parecer sublime, y el epitafio que le dedica memorable:
“Cuando muere un campesino que sabe de su tierra y de la historia de los hombres que la trabajan, cuando muere un sabio que sabe leer la luna y el sol, los vientos y el vuelos de las aves, no es sólo un hombre el que muere, es una biblioteca entera la que se quema”
Dario Fo es también la segunda generación ligada al anarquismo en su familia. El libro describe la persecución que vivieron los anarquistas italianos, incluso en la neutral Suiza durante el periodo bélico. Sin caer en el maniqueísmo de buenos y malos, parece claro que su vinculación con entornos proscritos, contrabandistas y cronistas de aldea, dejó una marca indeleble en el niño que fue.
Este verano, he querido recuperar esta lectura amable que deja bien a las claras la maestría narrativa de Dario Fo (premio Nobel de Literatura en 1997). En esta intención he recorrido varias librerías (no menos de ocho) en distintos puntos de España, y es casi nulo o testimonial el número de libros que he encontrado de este autor (un título y un solo ejemplar en total). Sirva esta reseña para reivindicarlo.
Dario Fo en las Bibliotecas UPM
Un montón de sugerencias y evocaciones partiendo de Fo. Agradezco el descubrimiento de su faceta narrativa, ya que es una figura siempre asociada con el teatro. No sé si hay efectivamente un misterioso hilo conductor generacional con Grass pero las conexiones con otros autores se agolpan: estos “Tiempos interesantes” son también el título de un libro autobiografico de Eric Hobsbawm; y las referencias al pasado campesino remiten a Pasolini y Saramago. Las bibliotecas vivientes siguen desapareciendo en África y en tantos otros lugares…