La vida nueva de Pedrito de Andía. Rafael Sánchez Mazas

Cubierta de La vida nueva de Pedrito de Andía, Rafael Sánchez Mazas

Rafael Sánchez Mazas
La vida nueva de Pedrito de Andía
Colección Austral, 2004

Este es un libro mágico que contiene una verdad sublime. Para emocionarse con su lectura hay que entrar en una suerte de intimidad infantil pretérita. Si no se logra podemos llegar a la conclusión de que es una obra pasada de moda.

Cuando Rafael Sánchez Mazas (Madrid 1894-1966) lo escribió tenía cincuenta y siete años. Este dato me ha parecido muy interesante porque la historia que nos ofrece es, ni más ni menos, que el primer amor de un niño, desde los siete hasta los quince años. Su protagonista Pedrito de Andía descubre el amor gracias a su vecina y medio prima, de nombre Isabel.

¿Puede un hombre de casi sesenta años revivir sentimientos tan remotos, tan poco trascendentes, después de vivir mil vidas? La respuesta es: sí, puede. Esa confirmación me ha fascinado durante toda la lectura.

Isabel se ha puesto a mirarme, y yo también le miraba a los ojos, que son medio verdes, medio castaños, con rayitas oscuras entre la claridad.

De la mano de Sánchez Mazas vamos recorriendo el camino desde la infancia del niño hasta su adolescencia, descubriendo en un verano, el verano de 1923, el amor y el dolor sin cambiar apenas de escenario; el veraneo con su familia cerca de Bilbao; de Las Arenas a Andía donde tienen una de sus casas.

Bilbao. Algorta: Nuevo balneario

Los acontecimientos se desarrollan entre junio y octubre de 1923 como decía. El protagonista tiene ese verano quince años.

Ya no veía más que a Isabel por todas partes. Pensaba que tendría que venir aquella noche allí por arte de magia y me entraba electricidad por todo el cuerpo.

Esperanzas, miedos, ilusiones, un verano de emociones desvocadas para el adolescente que se siente inseguro ante la chica que apenas le hace caso. El suceso que marca la divisoria de aquellas vacaciones, del libro y de la relación de Pedrito con el mundo es su cambio físico al crecer seis importantes centímetros tras una enfermedad.

Por medio del mar, hasta el jardín, corría un camino muy ancho y muy resplandeciente, como de miles y miles de espejitos bailando en el agua.

La familia disfruta del larguísimo verano; como fondo un rumor de playas, de criados, de casonas, de fiestas y como centro la resolución afectiva de Pedrito.

Fotografía de Rafael Sánchez Mazas

Los elegantes tíos, los primos, los recuerdos de las Guerras Carlistas y hasta el propio Don Carlos aparecen en esta delicada novela que retrata a una sociedad ya de color sepia pero en la que sigue brillando intacta la luz que se le encendía a Pedro cada vez que veía, o recordaba, a su queridísima vecina,  Isabel.

Rafael Sánchez Mazas en la Biblioteca UPM.

5 comentarios

  • Evelio Montes López

    ¡Qué hermosa presentación de esta novelita, tan sublime, sí! No creo que la obra esté pasada de moda (las modas son demasiado efímeras). “Soldados de Salamina” (novela de Cercas, película de David Trueba) nos devolvieron la estampa (gracias también a la interpretación de Ramón Fontseré) de un autor no siempre justamente valorado. Juaristi ha dicho que “Pedrito de Andía” es una de las mejores novelas españolas del siglo XX, y tiene razón. Ahora que se ha reeditado el estupendo estudio de José Carlos Mainer sobre los “escritores falangistas” es muy oportuno recordar a Sánchez Mazas. El menor de sus hijos, Chicho, evocaba a su padre, leyendo de noche y durmiendo de día. En una ocasión, su hermano Rafael fue a despertar al padre, para pedirle, tímidamente, 25 pesetas. Sánchez Mazas le dio 500: “Por cinco duros no se despierta a un padre”. Por último, y para los interesados en las adaptaciones literarias del cine español de los 60, cabe recordar la película de Rafael Gil (uno de nuestros mejores cineastas), de 1965, protagonizada por el inefable Joselito, aquel niño milhombres del cine post-Cifesa, que hace un Pedrito, cuando menos, extraño. A los lectores de NST: id a buscar la novela; la reseña está bordada.

  • María José Rodulfo

    Efectivamente si algo no pasa es lo que dice Sanchez Mazas en esta preciosodad de libro.

    Es un autor muy poco conocido, cierto . Muchos se enteraron de su existencia con la película Soldados de Salamina o porque ser el padre de Rafael Sánchez Ferlosio..
    A mi me gusta mucho como poeta, en particular recuerdo un poema sobre el curso del rio Ebro que es lunimoso e inolvidable.
    La anécdota de las quinientas pesetas es genial.
    Vuelvo a animar a su lectura, os encantará.
    ¡Gracias!

  • Evelio Montes López

    Sí, Sánchez Mazas fue buen poeta: cabal, decidido, disciplinado, voluntarioso, y, naturalmente, inspirado, se sabía a la perfección todos los palos de la métrica clásica y popular (por ejemplo, los romances). El Ebro fue muy significativo para él, por su etapa escolar en Miranda y su estancia posterior en la Rioja. Hay un libro sobre el paisaje en la poesía española (Ediciones de la Torre), cuyos autores-antólogos destacan, e incluyen, muy justamente esta faceta de RSM. Para quien quiera ver en seguida (búsquese, por favor) ese poema, el diario “ABC”, del que RSM fue corresponsal en Roma, lo recuerda en un página de 1968, dos años después del fallecimiento de nuestro autor.

  • Maravilloso libro que leí en mi juventud,  en Portugalete y muchos años mas tarde volví a releerlo en Madrid ( lo encontré en una librería de la Cuesta de Moyano).  Emocionante.  Una joya de libro.  Gracias por la reseña.

    • María José Rodulfo

      Si, es de una delicadeza enorme. Maravilloso, una historia sutil muy dificil de explicar.

      Miradas, silencios, esperas. ¿Vendrá? ¿me dirá algo? 

      Ahora se puede comprar en las librerías. Está reeditado desde 2004 por Austral tras muchísimos años de querer leerlo y no poder hacerlo. A mi me prestaron un ejemplar de los años cuarenta, lo había conseguido un amigo profesor en Barcelona, lo guardaba con verdadera devoción.

      Gracias por seguirnos Txitina.

       

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