80 Feria del Libro de Madrid. País invitado Colombia

Feria del libro Madrid: país invitado Colombia

Mañana comienza la Feria del Libro de Madrid. Este año el país invitado es Colombia y desde NST queremos recomendar, aunque sea, una mínima muestra de la rica literatura que se hace allí. Vamos a dedicarle esta entrada y la próxima. Comenzamos con una reflexión de Caballero Bonald acerca de las letras colombianas y seguimos con un puñado de obras y autores que vale la pena conocer y disfrutar.

Cubierta de Novela de la memoria, J.M. Caballero BonaldUno de los más llamativos aspectos del habla colombiana –o de la diversificación del español en Colombia- es el de su impecable prestigio genealógico. El despliegue del caudal léxico, la vitalidad expresiva, la calidad sintáctica, el uso de voces que a nosotros, los peninsulares, pueden parecernos arcaísmos y no son sino activas persistencias del fondo genital del idioma, constituyen a no dudarlo un acabado ejemplo de preservación y a la vez de readaptación de las herencias lingüísticas comunes, una operación natural donde los respetos no excluyen las desobediencias. Lo mismo podría aplicarse al temple de no pocos prosistas colombianos, dotados con elocuente frecuencia de unas calidades léxicas y sintácticas especialmente brillantes.

José Manuel Caballero Bonald: La novela de la memoria. II, La costumbre de vivir. 9, Falta la vida, asiste lo vivido.

 

Portada de Gatos, de Darío Jaramillo AgudeloEstados de la materia.
Los estados de la materia son cuatro:
líquido, sólido, gaseoso y gato.
El gato es un estado especial de la materia,
si bien caben las dudas:
¿es materia esta voluptuosa contorsión?
¿no viene del cielo esta manera de dormir?
Y este silencio, ¿acaso no procede de un lugar sin tiempo?
Cuando el espíritu juega a ser materia
entonces se convierte en gato.

Darío Jaramillo Agudelo (2005). Gatos. Valencia: Pre-Textos

 

Cubierta de Esta herida llena de peces, Lorena Salazar Masso¿Qué hace alguien que crece sin madre? ¿Lo cuida el viento, una profesora, la señora de la tienda de la esquina? ¿Quién le enseña a rezar, a temer, a dejar de crear? ¿Quién le dice: “¡Niño, eso no se hace!” ¿Quién le corta las alas y quién se las cose? ¿Quién le pone los pies en la tierra? No tenerla, a veces, es lo mismo que tenerla. Una madre es algo que duele. Es herida y cicatriz. Para un niño, una mamá es la persona que pregunta si quiere leche en el chocolate, la que regaña cuando camina descalzo por la casa, la que prueba la sopa primero, se quema la lengua y espera a que enfríe un poco. Una mamá es la persona que está.

Lorena Salazar Masso (2021). Esta herida llena de peces. Madrid: Tránsito

 

Cubierta de El olvido que seremos, Héctor Abad FaciolinceMi papá siempre pensó, y yo le creo y lo imito, que mimar a los hijos es el mejor sistema educativo. En un cuaderno de apuntes (que yo recogí después de su muerte bajo el título de Manual de tolerancia) escribió lo siguiente: “Si quieres que tu hijo sea bueno, hazlo feliz, si quieres que sea mejor, hazlo más feliz. Los hacemos felices para que sean buenos y para que luego su bondad aumente su felicidad”. Es posible que nadie, ni los padres, puedan hacer completamente felices a sus hijos. Lo que sí es cierto y seguro es que los pueden hacer muy infelices.

Héctor Abad Faciolince (2007). El olvido que seremos. Barcelona: Seix Barral

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