Galíndez, Manuel Vázquez Montalbán
Galindez.
Manuel Vazquez Montalban
Anagrama
¿Jesús Galíndez?
Hable español. Aquí no hay gringos. ¿Jesús Galíndez?
Me encuentro muy mal. Me da vueltas la cabeza. Tengo nauseas.
Denle de beber. ¿Qué prefiere, agua o un palito de Ron?
Agua….
No se ponga nervioso y haga cuanto le diga. Conteste a lo que le pregunte y luego haga lo mismo cuando lleguen mis superiores. Le ha visto un doctor y está bueno, muy bueno, o sea que nada de nervios y no se resista. Será peor.
¿Dónde estoy?
No puedo decírselo.
¿Nueva York?
No puedo decírselo.
En el año 1956 fue secuestrado en la ciudad de Nueva York, Jesús de Galíndez. Los servicios secretos de la República Dominicana del dictador Leónidas Trujillo son los principales sospechosos de este hecho. Torturado y asesinado, su cadáver nunca fue encontrado.
Tras salir de España al finalizar la guerra civil, Galíndez, recaló en la Republica Dominicana y de ahí paso a Estados Unidos siempre trabajando a favor del exilio vasco. Colaborador de la CIA y del FBI, tanto en su estancia en isla caribeña como en su estancia en Nueva York, la presentación de su tesis doctoral sobre la dictadura de Trujillo en la universidad de Columbia parece que motivó que el dictador mandase su secuestro y asesinato.
Vázquez Montalbán recrea este triste episodio de nuestra historia reciente. Ideales barridos por intereses políticos. Un exilio donde labrarse un futuro pero siempre pensando en la tierra dejada atrás. Lealtades cambiantes, vacilantes. Los protectores de hoy, mañana pueden ser los verdugos. Inseguridad permanente.
Manuel Vázquez Montalbán en la Biblioteca Universitaria UPM
Hasta la fecha he leído dos novelas históricas ambientadas en el trujillismo y escritas ambas por autores no dominicanos. Dos obras brutales. Una es “La fiesta del chivo”, de Mario Vargas Llosa. Y la otra justamente “Galíndez”, un do de pecho que además interpela sutilmente a aquella España de los 80.
La fiesta del chivo me gustó, muchísimo, a mi también.
Yo a Manuel Vázquez Montalbán le tengo además querencia a modo de un Andrea Camilleri muy nuestro.
Siguiendo con la posibilidad de recomendación (reminiscencia al hilo), quizás la Verdad sobre el caso Sabolta del sempiterno Eduardo Mendoza, pueda enamoraros
Feliz San Isidro Labrador !! 🙂
Es verdad, feliz San Isidro, la fiesta que sintetiza campo y ciudad.
Tengo entendido que Camilleri bautizó como Montalbano a su comisario protagonista en honor a Vázquez Montalbán, del que era admirador.
Back from 1985 😉
En las calles de Madrid. Loquillo
https://youtu.be/HmO9sFHhqHw
letra Sabino Méndez, autor también de Cadillac Solitario