Una chica con pistola, Amy Stewart.
Amy Stewart. Una chica con pistola. Ed. Siruela, 2016.
Los problemas empezaron en el verano de 1914, el año que cumplí los treinta y cinco. Acababan de asesinar al archiduque de Austria, los mexicanos estaban en plena revolución, y en casa no pasaba absolutamente nada, lo cuál explica por qué las tres íbamos en calesa a Paterson, a cumplir con un recado de lo más trivial.
Así empieza esta novela de Amy Stewart. La autora se topó con una artículo de periódico de 1914 que contaba cómo el coche del propietario de una fábrica había embestido la calesa en la que viajaban las hermanas Constance, Norma y Fleurette Kopp en la ciudad de Paterson (New Jersey). El susodicho es un tal Henry Kaufman, de la compañía Kaufman, dedicada al teñido de sedas. A resultas del accidente la calesa sufrió graves destrozos (valorados en 50 dólares) y las tres hermanas, magulladuras y golpes varios.
La protagonista de esta historia es sin duda Constance Kopp que se enfrentó desde el primer momento a Kaufman, tomó su matrícula y datos y le dijo todo lo alto que pudo:
Con esto basta, señor Kaufman. Le llegará nuestra factura en unos días.
Y así comienza también un largo periplo de visitas a media noche de los matones de Kaufman, lanzamientos de ladrillos con mensajes amenazadores, etc…Pero ninguna de estas acciones achantan a Constance, una mujer atrevida, dura e inteligente que está dispuesta a llegar hasta el final contra el señor Kaufman. Ellas tres viven solas en una granja bastante apartada de la que se hacen cargo, circunstancia poco habitual para la época.
Cuando las cosas se empiezan a poner feas el sheriff Heath, otro de los grandes personajes de la novela y aliado incondicional de las hermanas Kopp, le da una pistola a Constance que no dudará en usar si hiciera falta para defender su granja y a su hermana Fleurette que se ha convertido en objetivo especialmente deseado por Kaufman y sus matones. De ahí el título del libro, Una chica con pistola, que es el titular de un artículo que se publicó en la prensa.
Esta historia tiene el valor de que está basada en hechos reales y en gente de carne y hueso. La autora buceó entre certificados de nacimiento, testamentos y escrituras y añadió de su propia cosecha algún personaje.
Mi labor como escritora fue coger los datos que aparecen en los archivos- recopilados de entre los artículos de periódico, actas judiciales y otras fuentes consultadas- e inventar el resto de la historia.
La novela te engancha por los personajes, por el suspense que acompaña todo el relato, por la época en la que se desarrolla con los conflictos sociales entre obreros y propietarios de las fábricas, las duras condiciones de las clases trabajadoras, el papel de la mujer. Paterson es conocida como Silk city (la ciudad de la seda) y fue también un lugar de disturbios cuando se promulgó la ley que obligaba a no trabajar a los niños y por la huelga de seis meses de las fábricas de la ciudad en 1913, en demanda de una jornada de 8 horas, algo que no consiguieron. Todo ésto es el telón de fondo de esta novela.
Si queréis saber qué les ocurrió a las hermanas Kopp y en qué quedó todo este lío de demandas y amenazas no dejéis de leer este libro.
Aquí podéis enlazar a una entrevista en la que la autora nos habla de su libro y de cómo fue construyendo esta historia.
Amy Stewart regenta una librería junto a su marido en California, Eureka Books, situada en una casa victoriana.