El Bosco. La exposición del V Centenario.
El Bosco. La exposición del V Centenario.
Del 31 de mayo al 9 de septiembre de 2016
Museo del Prado
Madrid
Jheronimus van Aken (1450-1516) nació y vivió en la actual Holanda, en lo que entonces era el ducado de Brabante, y tomó el seudónimo del nombre de su ciudad Hertogenbosch.
España es el país que tiene más cuadros de El Bosco y los españoles le consideramos, de tanto conocerle, uno de los nuestros. Fue un artista valorado en vida y de enorme éxito en su época. Los reyes españoles fueron muy aficionados a su obra, lo que explica la importancia de nuestros fondos, está documentado que Felipe el Hermoso pagó 36 florines por un Juicio Final y su nieto Felipe II compró todos los cuadros suyos que pudo.
La exposición reune más del 75 % de su escasa producción (21 pinturas y 8 dibujos) lo que la convierte en la más importante celebrada hasta ahora y nos ofrece un montaje muy atractivo dado que permite por primera vez ver las tablas por los dos lados.
La obra del El Bosco desata pasiones. Tanto es así que su sala es la más visitada del Museo del Prado y en Japón se ha convertido en un fenómeno de masas. El Jardín de las Delicias es su obra más popular, en palabras de Reindert Falkenburg tiene tal atractivo que le gusta a la gente a la que no interesa la pintura.
¿Por qué El Bosco encaja en el interés de tanta gente tan diversa? Pilar Silva, la Comisaria de la exposición, nos da una pista cuando dice “cada uno ve en El Bosco lo que quiere ver” .
Y así es, su imaginación desbordada, su fantasía y su carácter libertino le convierten en toda una aventura para cualquier espectador.
El Bosco nos ofrece, entre otras mil escenas, minerales fantásticos, animales que no existen, personas que tienen cabeza de pájaro o parejas que viajan dentro de un mejillón. Multitud de figuras preciosamente dibujadas que resultan de una modernidad sofocante. Una aventura que te sorprende sin descanso y te fascina pero también perturba e inquieta.
¿Cómo debemos entender su pintura? Esa es una pregunta que continúa en el aire. Cinco siglos no han sido suficientes para interpretar su obra y descubrir su misterio.
En previsión del extraordinario interés que puede despertar esta exposición el Museo del Prado ha ampliado sus horarios de viernes a domingo y recomienda comprar las entradas con anticipación. Con esto se dice todo.
Magnífica, y no es solo el Bosco, es él mismo como eje de un taller de artesanos. ?