Leer la mente. Jorge Volpi

Recuperar el tracto sucesivo de la ficción a través de la historia, e incluso la pre-historia de la humanidad, ¿es posible? Desde luego, considerada como un género literario sería inviable retrotraernos a tiempos anteriores a la escritura, quizás en el contexto de la tradición oral; pero ¿y en las cavernas? ¿Y si el arte rupestre estuviera ya impregnado de su esencia? En esas circunstancias habría que deducir que la ficción es una herramienta imprescindible para la supervivencia de la especie.  ¿Qué relación existe entre el  cerebro, la mente y la ficción?Foto del autor: Jorge Volpi

De acuerdo con Jorge Volpi, la ficción no es sólo un género literario de gran impacto desde el siglo XVII, es en realidad una forma de conocimiento, secuela natural de la imaginación. La ficción crea realidad; es innovación sin riesgo; las novelas son simulacros de realidad. La ficción es un esfuerzo colectivo, puesto que nuestra especie es especialista en imitar y copiar; las ideas son patrimonio común (todos somos piratas).  La ficción, en este contexto, podría definirse como un juego evolutivo con datos socialmente relevantes.

Volpi estudia la relación entre el proceso de creación y diversos conceptos neurológicos: conciencia, memoria, imaginación, empatía, emociones y sentimientos, y curiosamente emplea un lenguaje claramente científico y en ocasiones cercano al de la inteligencia artificial y la computación sin pérdida de legibilidad, ni de encanto; dos ámbitos en los que ha buceado con intensidad a lo largo de los años. No es flor de un día, es el reflejo de una lenta reflexión, de la cristalización de varios cursos relacionados con la escritura creativa en distintos países y con audiencias dispares.

Carátula del libro: Leer la mente, Jorge VolpiVolpi se retrotrae y especula con el origen de la conciencia en nuestra especie. Para ello comienza analizando nuestro cerebro como máquina de procesamiento formada por millones de neuronas  que se disparan o encienden ante estímulos internos o externos; máquina que no exactamente computa sino que superpone a toda velocidad patrones de activación de neuronas; y es aquí donde interviene la memoria, pues al cerebro no le interesa registrarlo todo sino fijar solamente los patrones de activación potencialmente útiles (supervivencia); somos máquinas de futuro, por eso la memoria está llena de trampas ocultas.

Siguiendo el hilo argumental, el cerebro  en un momento dado registra un proceso autorreferencial (se llama a sí mismo), estos casos o ideas se denominan memes y se caracterizan por permitirnos saltar en distintos niveles de abstracción: yo pienso, yo pienso que tú piensas, yo pienso que tú piensas que él o ella han pensado… La concatenación de memes da lugar a la mente: máquina en serie virtual sobre un hardware en paralelo. Y a partir de este punto comienza la historia de nuestra especie como tal: mi yo es una fantasía de mi cerebro, somos bucles extraños. Así pI am a strange loopodemos decir que la novela es una propiedad emergente de nuestro cerebro, que surge del mismo proceso que nos permite construir el mundo.

Jorge Volpi es licenciado en Derecho, Doctor en Filología, Profesor de diversas Universidades internacionales, y Director del Festival Cervantino, y miembro de la Generación del Crack (Ignacio Padilla, Jorge Volpi, Eloy Urroz, Vicente Herrasti y Ricardo Chávez Castañeda), que en 1996 produce un Manifiesto que aboga por dejar la literatura “bananera” y volver a las raíces del boom latinoamericano: recuperar el respeto que por el lector inteligente.Generación del Crack

“Las novelas del Crack no nacen de la certeza, madre de todos los aniquilamientos creativos, sino de la duda, hermana mayor del conocimiento…, las novelas del Crack apuestan por todos los riesgos. Su arte es, más que el de lo completo, el de lo incumplido”.

Todo lo anterior es sólo la punta del iceberg del libro, queda mucho por disfrutar:

“leer cuentos y novelas no nos hace por fuerza mejores personas, pero estoy convencido de que quien no lee cuentos y novelas, tiene menos posibilidades de comprender el mundo, de comprender a los demás, y de comprenderse a sí mismo”

Jorge Volpi en: Bibliotecas UPM.

Un comentario

  • José Alejandro Martínez

    En “El hombre unidimensional”, Herbert Marcuse ya sugirió la capacidad de la ficción como fuente de alternativas a la realidad, lo que sería una destreza de cara a la supervivencia y la evolución humanas. Es un tema muy interesante, pues sitúa la literatura en un plano de análisis “biológico”. Saludos.

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