Diarios de Zenobia Camprubí
Diarios (Cuba, Estados Unidos, Puerto Rico)
Zenobia Camprubí
Alianza, 2006
Estos diarios que podíamos llamar íntimos tienen un interés múltiple. Además de trasladarnos a la vida cotidiana del matrimonio Jimenez Camprubí nos muestran la vida del exilio español en América durante, y después, de la Guerra Civil española.
Zenobia, aunque nacida en Cataluña, era la hija de un ingeniero de caminos navarro y una rica norteamericana de origen puertorriqueño. Sus padres se separaron pronto y ella pasó temporadas en EEUU, donde tenía familia y amigos, y otras temporadas en España donde vivía su padre.
Conducía su coche, viajaba sola por el mundo, puso una tienda de artesanía popular en Madrid en los años 30, era una lectora incansable y formó parte del Lyceum Club Femenino de Madrid donde conoció a mujeres como María de Lejárraga, Victoria Kent o Carmen Baroja. Era una mujer moderna.
Era además alegre, cosmopolita y muy sociable, y aunque estaba lejos de ser una intelectual, si era una mujer culta. Escribía desde niña sus diarios y sus relatos en los dos idiomas. El primero de ellos se publicó en 1902 cuando tenía 14 años.
Conoció en 1913, en Madrid, a Juan Ramón Jimenez, se casaron en 1916 en Nueva York y le dedicó su vida entera desde entonces.
Durante el larguísimo viaje que hizo el poeta solo desde Madrid hasta Nueva York para casarse, tomó notas por tierra y por mar, y esas notas serían luego su obra titulada Diario de un poeta recién casado.
Vivireron en Madrid hasta que empezó la Guerra Civilº y se marcharon exiliados a América, nunca volvieron.
En el terrible exilio escribió estos diarios intimos que publicó Alianza y que eran el lugar donde se encontraba con ella misma, donde recuperaba la fuerza que le era necesaria para seguir con una vida tan difícil e ingrata como la que le tocó vivir.
Sus páginas están llenas de España; esperar noticias de la Guerra Civil, de los amigos, de los familiares, (en el frente del Ebro murió un sobrino de JRJ), la preocupación constante por los niños españoles, por sus papeles que ¿seguían? en su casa de Madrid. En América se relacionan con otros intelectuales españoles exiliados, no tienen apenas dinero, ella da clases de español para aliviar la situación, el se deprime tan lejos de su paisaje y tan solo, ella le intenta animar de mil maneras. Soledad, añoranza, y una manera de contar su día a día con una frescura y una verdad que atrapan.
Los tres lugares donde vivieron el exilio se corresponden con los tres tomos de la obra:
Cuba (1937-1939)
Estados Unidos (1939-1950)
Puerto Rico (1951-1956)
Zenobia hizo de agente literario, de psicólogo, de secretaria, de enfermera, de traductora y renunció a todo su mundo, sus amigos, su familia, sus viajes y su bienestar por Juan Ramón Jimenez y su obra. En ocasiones, cuando conocía a algún profesor interesante en la universidad donde daba clases le pedía que fuera a su casa para que estimulara la mente de Juan Ramón.
29 de noviembre de 1937. Lunes
Por la tarde me quedé en casa leyendo y escribiendo. J.R. tenía visita y me trajo un pequeño ramito de rosas para que me hicieran compañía mientra él estaba fuera. Siempre hace estas cosas tan calladamente que una tiene que mirar alrededor para descubrir que las ha hecho. Muy pocas veces es efusivo, pero constantemente tiene estas manifestaciones silenciosas de la emoción de su espíritu.