Icosaédrico Eco (in memoriam)
Icosaédrico Eco (In memoriam)
Un icosaedro es un poliedro de 20 caras. Esta es la metáfora que personalmente más me encaja para Umberto Eco, dada la multiplicidad de disciplinas, intereses y conocimientos con que nos sedujo.
Una personalidad multidimensional de estas características pone quizás en tela de juicio el refrán: el que mucho abarca, poco aprieta. En este caso, hay consenso abarcó y profundizó mucho, no fue simplemente un diletante.
Aunque en el icosaedro las caras son iguales, la percepción que tenemos de Umberto Eco está más sesgada hacia la novela: El nombre de la rosa o El péndulo de Foucault, o los artículos periodísticos.
Yo me quedo con tres aspectos (caras): su vertiente académica como gran profesor (Cómo se hace una tesis), su enfermiza bibliofilia (afirmaba que sólo un bobo pensaría que sólo los libros que se han leído están en una biblioteca particular), y con su sentencia (y libro) Traduttore, Traditore!.
Del primero recuerdo la enorme impresión que me produjo, a principio de los 90 del siglo pasado (cuando yo comenzaba mi tesis doctoral), su mente afilada, y tan bien organizada. El pertenece al ámbito de las humanidades (yo no) pero fue capaz de demostrarme cómo definir cualquier problema y el consecuente esqueleto del documento de tesis en minutos: si decidiera escribir sobre… Me lo pasé de cine.
Con el segundo aspecto relacionado con la bibliofilia, mi alma puritana se sintió herida, yo sí pensaba que sólo se debería disponer de lo leído, y comprendí entonces que una biblioteca no es una exhibición de intelectualidad, sino un oráculo al que consultar tus desvelos.
De su dimensión como semiólogo me quedo con su explicación de la sentencia Traduttore, Traditore!, pues si te ajustas a la letra puedes perder o lacerar el contenido, y si te ajustas al contenido la traducción es probablemente demasiado libre.
Una personalidad como la suya no se diluye ni desaparece fácilmente, ahora escuharemos su Eco desde sus libros.
He hablado de tres aspectos, ¿Qué pasa con los otros 17? la pelota está en vuestro campo.
Umberto Eco en la Biblioteca UPM
Pilar, una estupenda reseña para homenajear a una persona absolutamente polifacética, como tú dices. Me ha hecho gracia lo de que U. Eco desmiente el refrán "del que mucho abarca, poco aprieta". Quizás es que hay que ser muy inteligente y tener muy buena cabeza para abarcar mucho y bien, como le pasaba a él. Yo me quedé fascinada con "El nombre de la rosa" (como muchos de mi generación) y también leí atentamente "Cómo hacer una tesis". He recordado a mi padre, un gran lector, al que le encataba Eco y que siempre se leía sus novelas, según las iba publicando. ( "El péndulo de Foucault" recuerdo me comentó que era uno de sus libros más complicados). El próximo viernes 26 de febrero sale al mercado su último libro, Pape Satan Aleppe , que recoge ensayos y discursos del filósofo y lingüista sobre temas de actualidad publicados en el semanario italiano L’Espresso, en el que colaboraba.
Saludos.
No he sido lector asiduo de Eco. Pero tengo la imagen de un gran divulgador, un gran pedagogo en algún sentido. También de un europeo abierto y proactivo, actitud que contrasta con el mundo en que vivimos hoy día. Le agradezco su defensa del libro y de las bibliotecas como instrumento básico de la libertad de pensamiento.
Gracias, María. El nombre de la rosa es una novela para disfrutar, recuerdo que la leí en el 84 (el verano de entrar a la Universidad, acababa de salir y no podía dejar de leerla), es curioso pues es una novela muy bien llevada al cine y quizás eso a diluido en nuevas generaciones la necesidad de leerla (ambos son compatibles). Me encanta que te acuerdes de "Cómo se hace una Tesis" el título podría parecer disuasorio pero es todo lo contrario. Lo escribió para los alumnos italianos huérfanos en aquella época de una tutela a la anglosajona (grupos minúsculos), para que sintieran el apoyo y la cercanía, el humor y la pasión, el saber hacer y los rapapolvos (si en 3 años no tienes nada que decir de un tema, quizás no lo tengas nunca 🙂 ) ; la situación en España era muy similar y perfectamente extrapolable sus recomendaciones.
Más libros, más libres (va por tí Alejandro)
Dejemos que afloren las caras de este magnífico icosaedro. Feliz descanso
Tan solo un apunte. "Cómo se dirige una tesis", creo que much*s lo necesitan y la memoria icosaédrica de algún modo lo demanda. Así que a ver si alguien se anima. Besos académicos.
Gracias por esta personal y sentida remembranza de Eco. Parece que estás conjurando un mal del que avisaba a su nieto en un artículo del 2014: "Quiero hablarte de un mal que ha afectado a tu generación e incluso a los chicos mayores que tú, que están en la universidad: la pérdida de la memoria", y le aconsejaba después que para ejercitarla tratara de memorizar cada día los versos de una poesía, como el que va al gimnasio para fortalecer sus músculos, pero en este caso para fortalecer la cabeza y el corazón. Es admirable su capacidad para analizar lo pequeño y cercano y las grandes estrategias que en la historia han sido, como nos advierte en “Construir al enemigo”: “Tener un enemigo es importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor. Por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo.” Y esta reflexión, aislada, pudiera resultarnos útil a cada uno si no encarnamos al enemigo en un alguien, sino en un algo o en un cómo; el peligro aparece cuando se nos hace asumir que “…Los enemigos son distintos de nosotros y siguen costumbres que no son las nuestras”, el peligro se acentúa cuando alguien “tiene interés en representar (a los enemigos) como amenazadores aunque no nos amenacen directamente, de modo que lo que ponga de relieve su diversidad no sea su carácter de amenaza, sino que sea su diversidad misma la que se convierta en señal de amenaza”.
Sumando al icosaedro.
Definitivamente prefiero pensar en retos que en enemigos, y sí, necesitamos crear retos a cada paso. Tomo nota respecto a reseñar "cómo se hace una Tesis". Maria podríamos iniciar una escritura conjunta al respecto: colaborar y no sólo cooperar 🙂 Ya incluí el enlace al texto, lo adjunto de nuevo para quien desee leerlo u hojearlo http://www.upv.es/laboluz/master/seminario/textos/umberto_eco.pdf