’25 de mayo: la tragedia olvidada’, por Miguel Ángel Pérez Oca
Una escuadra italiana del ejército fascista trazó una traicionera trayectoria sobre la ciudad, para culminar una acción que pretendía atemorizar a la población republicana huida hacia levante. Las bombas fueron arrojadas sobre objetivos civiles, incluyendo el mercado de la ciudad, en plena efervescencia matutina de mujeres y niños en busca de comida.
Miguel Ángel Pérez Oca ha novelado la historia y nos la ofrece en este librito, que tiene el objetivo de hacernos llegar la “tragedia olvidada”, para sacar a las víctimas de otro castigo cruel, que es el olvido, pero mediante un relato que nos permite disfrutar del placer de la lectura. Lo hace jugando con el destino y la reposición del honor también a los verdugos trasalpinos, a través del detective romano que se encarga de desvelarnos la trama que se desarrolla en la novela.
Antonia del Valle Cuenca se encuentra entre las víctimas del bombardeo del mercado de Alicante y era mi bisabuela. El libro me ha permitido descubrirlo. Antonia era la viuda de José Antonio Santos Rodríguez, albañil, que también tuvo una muerte trágica, en accidente laboral, tras fallar un andamio en la Carrera de San Jerónimo de Madrid, mientras colocaba el emblema del Banco de Cartagena, por un defecto de los materiales. Estos dos infortunios, lejos de procurar rencor en mí, me hacen ser más optimista, tras comprobar el camino recorrido en sólo cuatro generaciones, transición mediante. Cuan sorprendidos estarían ahora si pudieran comprobar que su bisnieto se dedica precisamente a las estructuras y es profesor universitario. Pero sirven, también, para recordarme de dónde venimos y la deuda que tenemos con los que sufrieron, que debe enjugarse con la generosa entrega de nuestra intervención social, hasta donde cada uno pueda, para trabajar por el bien común. Sin resentimientos, pero con memoria.
Comentario realizado por: Francisco Santos Olalla.
Estimado señor, según se desprende de su obra "25 de Mayo", en la ciudad de Alicante el ejército del general Franco realizó un bombardeo el citado 25 de mayo, causando numerosas víctimas civiles, acto totalmente reprobable. Nací un 30 de octubre de 1923 en Madrid, por tanto cuando comenzó la guerra civil tenía 13 años, edad suficiente para darme cuenta y tener conocimiento de lo que ocurría. Dice que en Alicante se produjo un bombardeo un 25 de mayo, yo soy incapaz de decir una fecha determinada en que se produjo un bombardeo en Madrid. ERA TODOS LOS DÍAS. Por artillería desde el cerro de Garabitas en la Casa de Campo y por la aviación. TODOS LOS DÍAS DURANTE CASI 1000 DÍAS.
Actualmente y desde hace varios años vivo en Alicante cerca de mis hijos, pero alguna vez voy al mercado central y al ver la lápida pienso, que mi infancia habría sido más feliz si hubiera vivido en Alicante, un bombardeo en 1000 días y no como en Madrid, 1000 bombardeos en 1000 días.
Aprovecho para saludarle atentamente y recordarle eso tan manido de Campoamor acerca del color del cristal con que se mira.
El del 25 de mayo de 1938 fue el más sangriento de los bombardeos sufridos por Alicante, pero en total fueron 72 los ataques sufridos, y en el periodo de mayo a julio de 1938 fueron casi a diario, y a veces varios al día. Un total de 500 muertos y muchos inmuebles en ruinas fue el resultado para una ciudad que entonces tenía unos 100.000 habitantes.