Gonzalo Gila Briñas
El aeropuerto de Castellón ha sido uno de los símbolos españoles de mayor importancia representativa de la connivencia política, que ha llevado a la mala utilización de los recursos económicos, gastando millones de euros durante la primera década del siglo XXI en infraestructuras de dudosa necesidad.
El aeropuerto de Castellón fue inaugurado en Marzo de 2011, con un coste total de construcción de 150 millones de Euros, pero no pudo ser utilizado hasta un año después debido a un fallo en la obtención de la licencia de operación. Además del coste de construcción y operación; la provincia de Castellón ha destinado 30 millones de Euros en materia de publicidad, con el objetivo de promover su uso y justificar así su construcción; sin embargo, un estudio reciente demuestra que sólo 11 de los 48 aeropuertos que conforman el territorio Español, resulta rentable desde el punto de vista económico.
El aeropuerto se ubica aproximadamente a 30 kilómetros de la capital de la provincia de Castellón, y se encuentra cercana a otros núcleos turísticos de importancia relativa como pueden ser Benicassim, Alcocéber o Peníscola; pero se encuentra simplemente a 15 minutos de vuelo del aeropuerto regional de Reus, situado al Norte de Castellón.
Cabe destacar que muchos detractores del proyecto lo señalaban desde un punto de vista no solo económico, sino medioambiental, ya que algunas asociaciones ecologistas consideraban el terreno donde se ejecutó la construcción del aeropuerto tenía una alta riqueza ecológica; llegando a paralizarse la obra en varias ocasiones. Finalmente terminó por ejecutarse la obra al completo, y el resultado ha sido una infraestructura que cuenta con una terminal, una pista de aterrizaje y despegue, y que a fecha de 2017 ha tenido un tráfico total anual de 144.221 pasajeros (con un incremento del 36% de la demanda con respecto al año anterior). Actualmente algunos de los vuelos internacionales que tienen como origen y destino este aeropuerto, vuelan a países como Alemania (A partir de 2019), Bulgaria, Polonia, Reino Unido o Rumanía.
A continuación, se incluye una fotográfica en la que se puede observar el aeropuerto visto en planta.
“Foto 1. Vista aérea del aeropuerto de Castellón. Fuente: (La Vanguardia).
Atendiendo al principio, de que por definición, los recursos siempre son escasos; considero que desde la vertiente económica, la decisión de construir un aeropuerto en una zona que desde un punto de vista de la demanda no se justifica, conlleva a una asignación de recursos errónea. De esta forma se puede observar que en el modelo de gestión, a la hora de desarrollar esta infraestructura, no se ha tenido en cuenta una visión global de las necesidades del territorio, puesto que la asignación de los recursos podrían haber sido destinados a infraestructuras de mejor utilidad y con mayor demanda. Considero por mi parte que este tipo de infraestructuras deben ser tomadas en un ámbito más amplio que lleve en consecuencia una asignación eficiente de los recursos disponibles; luego, en consecuencia, habría que cuestionar si la actual estructura política del estado coadyuva a una eficaz y eficiente asignación de los recursos disponibles
El déficit que en el futuro habrá como consecuencia de la escasa demanda, llevará inevitablemente a su inviabilidad desde un punto de vista económico.
Por otra parte, la proximidad de otros aeropuertos importantes
(Valencia, Reus..), u otras infraestructuras pertenecientes a otros modos de transporte, como puede ser el transporte ferroviario (más concretamente la línea de AVE titularidad de ADIF que próximamente entrará en funcionamiento y que unirá Valencia con Barcelona); daría cobertura a las demandas estacionales que esa zona costera requiera de manera puntual en los meses de verano.
Desde mi perspectiva no alcanzo a encontrar justificación a la realización de un proyecto permanentemente deficitario, sin haber tenido presente otro tipo de soluciones.
Qué duda cabe que, desde un punto de vista de accesibilidad territorial, la instalación de este aeropuerto, contribuye al desarrollo del turismo internacional en la zona costera cercana al aeropuerto; algunos sitios como Benicassim que anteriormente tenían un turismo de carácter principalmente nacional, pueden aumentar su demanda turística de carácter internacional gracias a esta mejora considerable de la accesibilidad del territorio. Como se ha podido observar, las ventajas de crear una infraestructura de esta categoría son indudables, pero muchas veces sobredimensionadas e innecesarias, porque desde el punto de vista de la eficiencia, siempre se puede encontrar una alternativa que, aprovechando los recursos disponibles, equilibre las necesidades de explotación y los impactos económico o ambientales; permitiendo así desarrollar un tipo de ingeniería mas eficiente, y en definitiva más sostenible.
Desde la perspectiva de la eficiencia, habría que cuestionar si la actual estructura política del estado coadyuva a una eficaz y eficiente asignación de los recursos disponibles
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