Autor: Alejandro Muñoz Cotter
La línea 12 del metro de Madrid, también conocida como MetroSur, es una línea suburbana circular con 28 paradas, que conecta los principales municipios del área sur de Madrid, (Alcorcón, Móstoles, Fuenlabrada, Getafe y Leganés), con la capital mediante la línea 10 de metro en la estación de Joaquín Vilumbrales, Alcorcón. Estos municipios comparten características demográficas y socioeconómicas entre ellos, ya que son grandes núcleos de población (todos ellos de más de 100.000 habitantes) considerados ciudades dormitorio cuyo centro de atracción principal es Madrid.
En cuestiones de movilidad la línea 12 supone para estos municipios una alternativa al uso del vehículo privado en cuanto a los desplazamientos con motivo de trabajo o estudios, descongestionando así la red viaria en las horas punta y permitiendo la accesibilidad de aquellos usuarios que no disponen de vehículo privado.
La Línea 12 se inauguró en el año 2003, y pese a su ambicioso objetivo de recoger el mayor número de desplazamientos entre los municipios ya mencionados y la capital, existían numerosas deficiencias en la línea que tenían como consecuencia la baja demanda de los usuarios con respecto a la demanda esperada (aun así cabe destacar que llega a alcanzar los 3 millones de pasajeros al mes). Algunas de estas deficiencias eran la baja velocidad de recorrido de los trenes entre algunas paradas y las numerosas incidencias que se producían durante los trayectos, que provocaban demoras y retrasos convirtiendo el servicio en poco fiable.
Como solución a los reincidentes problemas, y tras detectar deficiencias en la plataforma de la vía, en Julio de 2018 se comienza un proyecto de rehabilitación y modernización de la línea cuya duración y presupuesto aproximado eran de tres meses y 24 millones de euros, respectivamente. Las obras consistían en la reparación de la plataforma de hormigón mediante inyecciones y zanjas transversales, así como solventar desperfectos en las canaletas y sustituir los tacos elásticos por placas de fijación directa.
El corte de la línea supondría que durante las obras, la movilidad se vería afectada provocando un incremento de los desplazamientos en vehículo privado que se traducirían en atascos en diferentes carreteras que conectan los municipios entre sí y con el centro, como por ejemplo la M-40, la M-50 o la nacional A-5 etc. Además las fechas de rehabilitación de la línea coinciden con el comienzo del curso lectivo en Septiembre, en el que muchos de los usuarios no disponen de otro medio para acudir a su centro de estudios, produciéndose en este caso un impacto negativo en la accesibilidad y la movilidad de estas zonas perjudicadas.
No obstante, en previsión del encarecimiento que tendría el transporte urbano e interurbano en la región, la Comunidad de Madrid ha puesto a disposición de los usuarios del suburbano un servicio sustitutivo de autobuses sin coste adicional que ha cubierto el mismo trayecto que el tramo de Metro afectado por las obras.
El principal problema de este servicio especial de autobuses, es la calidad y el confort que los usuarios perciben, aspectos como la frecuencia o la ocupación de los autobuses se hacen relevantes en las horas de mayor demanda del servicio. El tiempo de viaje, no se puede concretar ni garantizar ya que el trayecto está expuesto a condicionantes externos como el tráfico o las condiciones meteorológicas. Además, el hecho de que el servicio sea gratuito junto con la insuficiente frecuencia ofertada, hacen que los niveles de ocupación de los autobuses sean muy elevados, resultando incomodo y en muchas ocasiones imposible utilizar el servicio.
Como conclusión, la realización del proyecto de rehabilitación y mejora de la línea 12, era necesaria tanto para el correcto funcionamiento del servicio como para alcanzar los objetivos de demanda de transporte suburbano en el área sur de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, no podemos pasar por alto la repercusión que en periodo de las obras ha tenido, por un lado podemos diferenciar entre los problemas derivados en el ámbito del transporte en cuestiones de movilidad y accesibilidad (a gran escala), y por otro lado en la trascendencia del efecto causado por las deficiencias del servicio y las alternativas propuestas por la Comunidad de Madrid en los usuarios habituales de la línea 12.
Una vez terminadas las obras, solo queda evaluar si se dan las mejoras esperadas, y si finalmente se consiguen los objetivos relacionados con el aumento la demanda del servicio y la reducción de las incidencias en los trayectos de la línea.