Desde hace muchos años, se lleva intentando adaptar las estructuras al entorno natural que las rodean, sin llegar a conseguir una verdadera cohesión entre estructura y naturaleza. A día de hoy se puede decir que estamos más cerca que nunca de logar esta integración.

Si decidiésemos salir a pasear una tarde o realizar algún tipo de actividad deportiva, yo recomendaría un pulmón verde dentro de la localidad de Alcobendas, se trata del parque Castilla-La Mancha. En él podemos encontrar un ligero sendero por el que atravesarlo recorriendo cada uno de sus jardines y lagos, pero también sus pistas deportivas y parques para niños pequeños. Eso es lo que suelo hacer cada cierto tiempo y lo que me encontré hace dos semanas no lo esperaba.

Lo primero que se observa nada más entrar en este precioso parque es un entramado de árboles que a medida te vas acercando dejan ver lo que esconde el parque. Primero encontramos un lago, utilizado por una familia de patos para bañarse, y siguiendo el riachuelo ahí estaba, el primer puente peatonal creado con impresora 3D del mundo.

A primera vista no parece un puente, ya que tiene una forma un tanto atípica de este tipo de estructuras. Sin embargo, una vez te has acercado puedes ver una pequeña estructura de color gris claro sobre el riachuelo. Se trata de una pasarela que tiene una longitud de 12 metros y 1,75 metros de anchura. A pesar de estar impreso en 3D, el material con el que está hecho es hormigón y debido a sus formas se integra perfectamente con la naturaleza que le rodea. Las palabras que utilizó el alcalde de Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa, en el programa de radio Hoy en Madrid para describir el puente fueron: “en los laterales del puente hay unos dibujos que te recuerdan a árboles entrelazados”.

Reflexionando sobre estas palabras y tras estar un rato observando la estructura, es cierto que las barandillas dispuestas en el puente se asemejan a una serie de ramas que salen del suelo y entremezclándose unas con otras consiguen pasar al otro lado del riachuelo. Bien es cierto que hay que echarle un poquito de imaginación, pero hay que tener en cuenta que lo que se ha intentado es integrar de la mejor manera posible una estructura de hormigón dentro de un espacio natural, y en este caso, se ha conseguido.

El puente fue inaugurado el 14 de diciembre de 2016. El diseño es obra del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña, y la empresa Acciona fue la responsable de su impresión e instalación. El puente fue realizado en ocho piezas de hormigón micro-reforzado con un diseño orgánico, buscando que la apariencia del puente sea lo más similar posible a las formas de la naturaleza, logrando con ello un ahorro de recursos, tiempo y energía.

Todo ello nos hace pensar que se puede conseguir realizar una correcta planificación territorial más enfocada a cuidar del medio ambiente. No sólo para la creación de estructuras que permitan una mejor cohesión territorial, sino que también puede ser utilizada para otro tipo de estructuras como pueden ser las viviendas prefabricadas y cuyo diseño, solo quede limitado por nuestra propia imaginación.

Foto 1. Integración del puente con el entorno. Fuente: elaboración propia

Por otro lado, y centrándonos en el puente del que estamos hablando, a pesar de las muchas ventajas que ofrece su construcción, vemos que la principal función de un puente debe ser la de dar cohesión territorial entre dos zonas y este no es el caso. Más bien se trata de una escultura que de una estructura que llama la atención de los muchísimos usuarios que cada día pasan por el parque. Estamos de acuerdo que se trata de una buena práctica orientada a la integración del puente con el entorno natural que le rodea, pero innecesario, ya que el propio parque ofrece justo al lado de esta estructura un paso que permite salvar el riachuelo. Por lo que la idea de utilizar la impresión 3D para construir estructuras más ecológicas está muy bien, pero siempre y cuando sirvan para un fin.

Mikel del Olmo Moreno