Autor: Pablo Cristobo García
Hoy en día, las redes sociales, son un añadido más a nuestra sociedad, se utilizan prácticamente a diario, para noticias, para observar otros perfiles de amigos, familiares e incluso famosos, sabiendo qué hacen y dónde se encuentran en todo el momento refiriéndonos al término llamado “stalkear”. Así mismo se cogen ideas para viajes, restaurantes, ocio, deportes, pero sobre todo para el turismo.
El Instagram es como el marketing de turismo, dicha red social es un portal claro de venta de productos, lugares vacacionales, videos comerciales…. El factor “yo quiero eso”, “yo quiero estar ahí” hace que sea increíble el movimiento en masa de personas. Así mismo Instagram indica el lugar mediante G.P.S. siendo más fácil saber el sitio donde se encuentra dicha atracción turística.
Tripadvisor es otra red social, donde la gente opina y comenta desde hoteles, hasta lugares de interés como playas, haciendo que sea más fácil saber dónde ir en caso de organizar un viaje. Más de lo mismo pasa con redes sociales como Facebook, Reseñas de Google, Minube…etc.
Esto tiene ventajas e inconvenientes, ya que sitios en los que prácticamente no acudiría nadie, ahora están abarrotados de gente, por tanto la planificación territorial de la zona tiene que tener en cuenta dichos factores, este factor podríamos llamarlo “moda”, “boom”, pero es que los “influencers-instagramers” que se hacen llamar son los causantes de tal tendencia, ya que el factor, “yo también quiero una foto ahí” existe y es una realidad. A continuación se expondrán varios ejemplos tanto nacionales, como internacionales e incluso personales. Y es que todos hemos recurrido a buscar sitios por internet nos hemos basado en fotografías de otras personas.
El caso más impactante ha sido el de este verano en una granja de girasoles en la localidad de Bogle (Ontario, Canadá). Todo empezó cuando dicha plantación comenzó a florecer, ofreciendo así espectaculares fotos para dichos instagramers, que añadieron la localización a la red social atrayendo así a miles de personas. Los granjeros sabiendo la rentabilidad fotográfica de su granja decidieron cobrar por el aparcamiento y la entrada, así contrataron ellos mismos a personas extras solo para el control de sus plantaciones y el aparcamiento, cuando se ha corrido la voz, se fue de madre y todo el mundo quería la foto “perfecta”, congregando ya desde las diez de la mañana a 7000 personas que han aparcado con largas colas de varios kilómetros, la posible gran influencia es debido a la cercanía de Toronto (con más de 2 millones de personas), dicho esto se han colado miles de personas sin pagar llenando la zona llena de basura y destrozando el lugar sin tener en cuenta las consecuencias, se podría haber evitado, planificando unos horarios, aparcamientos, cercados y personal de mantenimiento y seguridad, pero la moda es muy espontánea llegando incluso a extremos temporales de días y los procesos de planificación son de meses e incluso años.
Foto 1. La fiebre de los girasoles. Fuente: Smoda-El País
No solo las redes sociales son las causantes de dichos desfases turísticos, la playa Maya Bay en la que aparece Leonardo DiCaprio en una película, dieciocho años después Tailanda ha tenido que echar el cierre a la bahía, debido a los problemas ecológicos derivados de un turismo masivo, que se podría haber evitado de una forma muy simple, restricción de embarcaciones y personas diarias al sitio, el sitio no será reabierto hasta una recuperación del coral que después de miles de años ha sido destruido.
En el caso nacional, ha tenido más ventajas que desventajas, sin embargo una desventaja como la masificación de gente, es la opción de quejarse “haters” por el uso incorrecto de instalaciones, es el caso del castro milenario de Santa Trega en A Guarda, que se convirtió en un merendero, debido a la festividad de Do Monte, porque el parking costaba un euro, pero se masificó y debido a una vigilancia impropia y la planificación hizo que un complejo cultural y turístico se llene de basura y por suerte sin desperfectos.
Pero no todo es negro y blanco, existe una amalgama de grises, es el caso de pueblos, embalses, monumentos…que antiguamente solo llegaban a conocer la gente autóctona, solo existía el boca a boca y poco más, ha provocado en redes sociales el: ¿Dónde es eso?, y es debido a la geolocalización de Instagram u otras redes sociales, es el caso de Brihuega y sus campos de lavanda, personalmente desconocidos para mi anteriormente (he hablado con gente de la zona que tampoco los conocía). Hoy en día he visto miles de fotos en las redes sociales, o como el caso de la Laguna Rosa de Torrevieja, monumento natural hoy en día frecuentado por turistas, que aún por suerte estamos a tiempo de una buena planificación territorial para evitar el acontecimiento del campo de girasoles, otro caso son los Bunkers del Carmel (Barcelona), lugar anteriormente frecuentado por gente con tendencias a la droga y su venta, hoy en día lleno de turistas que por su alrededor está lleno de carteles “Turists Go Home” , y es que es un sitio idóneo para los instragramers y sobre todo lo más importante, es gratis y en Barcelona
Foto2: Bunkers del Carmel Fuente: Elaboración Propia.
La solución como bien se ha comentado, es la observación del comportamiento de los sitios turísticos, de las redes sociales (que incluyen un Big Data importante), y como solución el planeamiento tanto para atracción turística, restricciones ecológicas, de afluencia de gente, diseño de transportes a la zona, geolocalización…etc. Así mismo también tendrían que entrar en juego los diferentes tipos de administraciones como Ayuntamiento y Gobiernos, que en muchos casos, son los propios habitantes los que arreglan la situación
