Desde 2008 se comenzó a utilizar la planta baja de este precioso Palacio Ducal como espacio dedicado a exposiciones y eventos cuyo fin es la dinamización económica y social de la Villa y de Medinaceli.

Este gran espacio cumplió con creces el objetivo del Ayuntamiento de atraer muchas personas debido a la cantidad de actividades realizadas en él, como museos, exposiciones de arte, conferencias, simposiums, conciertos, actividades municipales, etc. Por todo ello se decidió restaurar el palacio, y concretamente cubrir y proteger el patio, el elemento artístico-arquitectónico de mayor valor de este Palacio del S. XVI. Este consiste en un patio porticado renacentista de 23×23 metros, cuyos lados están formados por pórticos de piedra de dos plantas (arcos de medio punto en planta baja y carpanales en la planta superior).

El principal objetivo del Proyecto era proteger el patio frente a los agentes climatológicos, que junto con el paso del tiempo habían provocado serios problemas de conservación. El reto era la correcta integración sin alterar el valor de dicho patio, lo que se consiguió a la perfección.

Foto 1: Vista interior del patio una vez finalizado el Proyecto.

El estado previo a la actuación era bastante deficiente porque se trata de una piedra porosa y de poca dureza, lo que la hace fácilmente vulnerable a la agresión de la lluvia, de la humedad y del hielo, acentuado por los elevados saltos climáticos que afectan a la zona en cuestión. Las heladas después de que la lluvia o el rocío han penetrado en los poros o micro fisuras del material, producen un efecto letal ya que se aumenta el volumen de agua filtrada al helarse, lo que origina fuertes tensiones internas que tienden a resquebrajar el material. Los usuarios y visitantes del edificio han podido constatar los desprendimientos a diario de fragmentos de piedra, algunos de ellos de tamaño considerable.

Los criterios de ejecución del Proyecto fueron:

• Evitar que el agua y la escarchen entren y afecten a los pórticos.
• Evitar las heladas y las bajas temperaturas.
• Mantener el carácter de recinto porticado como patio de ventilación e intercambio climático del edificio.
• Mantener las características arquitectónicas, artísticas, ambientales y lumínicas del patio.

Por todo ello, la cubierta debe de ser transparente, ligera, impermeable, resistente, elegante, accesible (para labores de limpieza y mantenimiento), y ha de facilitar la ventilación del patio, así como no generar efecto invernadero.

La solución adoptada para la cubierta transparente se basa en la formación de grandes arcos de directriz elíptica, más o menos rebajados, que cruzan diagonalmente por encima del patio de esquina a esquina, es decir, sobrevuelan el recinto y las cubiertas de los deambulatorios perimetrales. Estos dos arcos conforman cuatro faldones, triangulares en planta, que en realidad son sectores cilíndricos (fragmentos de bóveda que nacen en el vértice superior y descansan en cada uno de los lados del ámbito del patio). Cada uno de estos sectores se cubre con otros arcos de acero, cuya directriz es un sector de circunferencia más o menos largo.

Sobre esta estructura formada por las cuatro diagonales y los 32 arcos secundarios, se disponen unos perfiles metálicos a modo de largueros cada 1.20 metros. Estos largueros sirven para la fijación de las placas de policarbonato transparente autoportante que configuran la cubierta. Estas placas son de 4 mm de espesor y de doble pared para mayor efecto aislante térmico.

Por consiguiente, la cubierta así formada abarca y protege todo el patio y sus propios tejadillos. Es una cubierta ligera y transparente que respeta la autonomía y las características del edificio y lo protege. El contraste entre la ligereza, liviandad y frialdad de la cubierta y la pasividad, compacidad y calidez del palacio se ponen mutuamente en valor. El acero y el cristal, por contraste, permiten revalorizar la piedra, como las superficies tensas de la cubierta revalorizan las molduras y formas renacentistas.

Perimetralmente lleva un canal de desagüe de aguas de lluvia. Además, en el punto central y más elevado de la cúpula, se dispone un anillo cuadrado metálico, que recoge los dos arcos diagonales. Este cuadrado sirve de fijación a un elemento de vidrio que asegura la ventilación, y no permite la entrada de agua. Con estos elementos constructivos la lluvia y la nieve dejarán de afectar a las paredes del edificio, y el frío quedará notoriamente paliado. Por otra parte, se complementará la ventilación mediante tomas perimetrales constructivas a través de buhardillas circundantes.

La obra fue llevada a cabo en noviembre de 2012, y desde entonces el palacio ducal de Medinaceli se ha convertido en centro de actividades como polo de atracción turístico, cultural, social y administrativo. Siendo un elemento dinamizador de las actividades y la economía de la Villa, pues Medinaceli es la “puerta” principal de acceso a Soria y a su bonita provincia. Todo ello desde una perfecta integración del arte y la arquitectura renacentista con la ingeniería actual.

Guillermo Megino León

BIBLIOGRAFÍA:

• Proyecto básico de ejecución: “Cubierta transparente del patio del Palacio Ducal de Medinaceli”. Autor: Luís Javier Victoria Ágreda. Promotores: Casa Ducal de Medinaceli, Ayto. de Medinaceli, y Fundación DEARTE. Encontrado en: Archivos y documentación de la sección de Patrimonio del servicio Territorial de Cultural de Soria de la Junta de Castilla y León.