En España existen actualmente en pie cerca de 1200 presas, habiendo sido destruidas muy pocas presas y algunos azudes más debido a diferentes motivos, como pueden ser ecológicos, medio ambientales, de funcionalidad, de obsolescencia… La decisión de borrar una presa del mapa antes de que su vida útil se haya acabado no es fácil, ya que esto es indicativo de que el grupo multidisciplinar que la proyectó falló con sus estimaciones. Sin embargo mucho más difícil es borrar esa huella que ha hecho, con el paso de los años, esta obra en el Medio Ambiente y en el Paisaje. Si las cosas se hacen bien, estamos hablando de que se puede tardar 25-50 años perfectamente, en el caso de que los impactos ambientales hayan sido severos, en que la herida realizada a la naturaleza desaparezca. Por muchos es sabido que, guiados por malas prácticas y sin el Estudio de Impacto Ambiental, estas heridas pueden llegar a dejar cicatrices imborrables.

Pero también existen buenas prácticas como es el desmantelamiento de la presa de Robledo de Chavela situada en el río Cofio, esto supone un hito en la historia de España, ya que es la presa más alta desmantelada hasta la fecha. Una presa de 23 metros de altura de gravedad construida en el año 68, que estuvo sirviendo 22 años para tal uso. Sin embargo en 1990 se dejó de utilizar, debido a problemas de calidad de las aguas derivados de los vertidos aguas arriba de instalaciones ganaderas. Y como bien es sabido, las cosas que no se utilizan tienden a debilitarse, por lo que apenas una década después del cese de la actividad reguladora de la presa, ésta comenzó a fisurarse. Estas fisuras, que luego se convirtieron en grietas, provocaron una turbidez del agua debido a los lodos. Estos lodos afectaban de forma muy significativa a los peces autóctonos del río como son los barbos y las bogas. Cuando las autoridades pertinentes se dieron cuenta que era necesaria una intervención comenzaron los estudios de alternativas. Habiéndose considerado la alternativa cero o alternativa de no actuación como no válida, ya que esto no solucionaría el problema, se procedió a estudiar los diversos problemas que surgirían para así buscar soluciones que los erradicaran.

Imagen 1. Presa antes de su derribo.

Algunos de los problemas que surgieron fueron: la inestabilidad de las laderas del vaso, lo cual fue solucionado con un pilotado que cosía la ladera. Estos pilotes eran troncos de madera, los cuales tenían también una función secundaria. Los pilotes sobresalían del terreno y entre pilote y pilote estaban colocados dos troncos de madera que, aparte de sujetar el terreno, permitían realizar unas pequeñas terrazas en la ladera. Lo cual es beneficioso para que los árboles que allí se replantaron (pinos, encinas y robles) tuviesen una mayor facilidad para crecer y así devolver el paisaje a su estado original. En aquellos sitios en los que la pendiente era menor, o que ya había pilotes pocos metros más arriba, se colocó un sistema de pilotaje parecido pero a menor escala. Es decir, los troncos se sustituyeron por ramas de mediana envergadura, consiguiendo así el mismo doble efecto que el anteriormente explicado. Otro de los problemas que surgió fue la erosión de ambas márgenes del río, esto podría traer problemas de turbidez al río que afectaría muy negativamente a las especies que allí viven. También traería el problema de la creación de depósitos de sedimentos en el cauce del río. Para evitar estos problemas se dispuso en la margen derecha del río aguas abajo y en la margen izquierda aguas arriba de la presa una defensa del terraplén mediante grandes bolos de roca granítica, y  en la margen derecha aguas arriba de la misma un terraplén de grava y arena. Para ayudar a la estabilidad del mismo se replantaron en ambas márgenes, aguas abajo de la presa, hierba de pequeño tamaño, y aguas arriba pequeños árboles, pinos, encinas y robles.

Aún es pronto para pronosticar si la actuación realizada conseguirá que no quede impacto residual en el río Cofio. Sin embargo, se puede decir que se han tomado medidas suficientes para minimizar los impactos causados por el hombre durante más de 40 años. Sólo el tiempo dirá si la integración del paisaje llegará a ser total, siendo este el objetivo principal de la actuación Medio Ambiental llevada a cabo.

Miguel Ángel Serrano Leo