PROTAGONISTAS

Entrevista a Amparo Lobato, Responsable de Asuntos Corporativos de Kellogg Iberia

A. PERSONAS Y SUS PROPÓSITOS: CULTURA Y VALORES

A.1. ¿Cómo define la misión y visión de su empresa?

La visión de Kellogg Company es un mundo bueno y justo en el que las personas no solo estén alimentadas, sino también se sientan satisfechas. Y su propósito es crear días mejores y un lugar en la mesa para todos a través de sus marcas de alimentos de confianza.

A.2. ¿Cómo se materializa en su empresa el compromiso con la inclusión social y el consumo racional?

El compromiso social es parte de la esencia de Kellogg Company y está perfectamente integrado en nuestra estrategia empresarial.

Recientemente hemos presentado nuestro Manifiesto de Bienestar, un hito muy importante para la compañía, ya que refleja todo lo que hemos trabajado y seguimos trabajando para ofrecer los productos de la mayor calidad, respetando el medio ambiente y preocupándonos por quienes más lo necesitan.

Y lo hacemos desde 3 pilares. El primero es la nutrición, ofreciendo cereales de desayuno sencillos, de calidad y nutricionalmente óptimos.

El segundo es la sostenibilidad, conectando con el origen de nuestros alimentos y trabajando contra el exceso de embalaje y el desperdicio. Actualmente, el 66% de nuestros envases en Europa son reciclables. Para el año 2025, el 100% serán reutilizables, reciclables o compostables. Respecto a los residuos orgánicos, nos comprometemos a reducirlos en un 50% para el año 2030. Incluso utilizamos nuestros cereales que no salen perfectos para hacer cerveza.

Y el tercero, aunque no menos importante es la comunidad. Luchamos intensamente contra el hambre. Llevamos más de 20 años creando programas de desayuno, y seguimos fomentándolos. Además, nos enorgullece decir que para el año 2013 habremos alimentado a 33 millones de personas a través de los Bancos de Alimentos; porque queremos seguir apoyando a las personas que más lo necesitan.

A.3. ¿Considera que se alinea la colaboración con FESBAL con la misión y la visión de la organización?

Compartimos con FESBAL el objetivo de reducir el hambre a través de la redistribución de los alimentos. Llevamos décadas colaborando y lo seguiremos haciendo, no solo donando nuestros excedentes, también produciendo para donar y trabajando para concienciar a la población de la necesidad de reducir el desperdicio alimentario.

A.4. ¿Cuál es la estrategia de la empresa para abordar los retos de sostenibilidad social y ambiental en los próximos años?

Como parte de nuestro compromiso con nuestro planeta estamos utilizando más ingredientes locales y menos energía y agua para elaborar nuestros alimentos. Adquiriendo arroz de España, y duplicando nuestro apoyo a los agricultores, apoyando las economías locales y fomentando la gestión responsable de las tierras.

A.5. ¿Cuál es la relación con sus proveedores para promover la sostenibilidad?

Una alimentación sostenible es aquella que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, su modo de cultivo y cómo llegan a nuestro mercado y a nuestra mesa.  Que nuestra alimentación sea variada, equilibrada y además sostenible, es un pilar fundamental del consumo responsable.

Kellogg apuesta por la sostenibilidad desde el origen, promoviendo prácticas respetuosas con el medio ambiente desde el cultivo de los ingredientes, que son la base de sus alimentos, a lo largo de toda la cadena de distribución hasta que llegan a nuestra mesa de desayuno.

B. PROCESOS DE GESTIÓN Y RECURSOS

B.1. ¿En qué medida se generan pérdidas o excedentes en su proceso productivo?

Los procesos de producción están tremendamente optimizados. Kellogg lleva tiempo trabajando para eliminar el desperdicio de alimentos en sus procesos de elaboración de alimentos. Aplicando mejoras en la gestión ha logrado reducir el desperdicio alimentario en las plantas de producción hasta un del 15% en los últimos cinco años.

Actualmente podemos decir que en la producción de los cereales de desayuno en nuestras plantas el desperdicio es mínimo, ya que los excedentes aptos para consumo humano se donan a los Bancos de Alimentos y los no aptos para consumo humano que están en buenas condiciones de calidad se destinan a alimentación animal. Pero es inevitable que durante el proceso de producción se descarte cierta cantidad de producto, por ello nos hemos comprometido a seguir reduciendo los desechos orgánicos, que incluyen el desperdicio de alimentos, en un 50 por ciento para 2030.

Las medidas que se vienen aplicando para alcanzar ese objetivo se basan tres pilares: planificación, limpieza y almacenamiento. Planificando la producción se asegura de tener la cantidad necesaria de materias primas para elaborar cada alimento. La limpieza constante y un adecuado almacenamiento, no solo garantiza que la comida se mantenga fresca y tenga un buen sabor, sino que también se aprovechan mejor los ingredientes.

B.2. ¿Qué iniciativas se están llevando a cabo para reducir dichos excedentes o para darles un uso alternativo?

Con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario, innovando para dar una segunda vida a los alimentos, se ha creado la cerveza artesanal elaborada de forma sostenible ‘Rosita Kellogg’s Choco Krispies’.

Se trata de una cerveza artesanal tipo Blonde Ale elaborada por la cervecera tarraconense ‘Cervezas La Gardenia’. La idea surge con el objetivo de reutilizar el arroz tostado con cacao Choco Krispies de Kellogg’s, que, habiendo sido desechado durante el proceso de producción, está en perfectas condiciones para el consumo humano.

Dado que el arroz se presta perfectamente al maridaje con la malta, base fundamental para la elaboración de la cerveza, Kellogg propuso a la cervecera el aprovechamiento del arroz tostado con cacao desechado y apto para consumo humano. De este modo, y tras casi un año de pruebas, ha nacido la cerveza artesana tipo Blonde Ale elaborada con Choco Krispies de Kellogg’s y macerada con miel, que será comercializada bajo la marca ‘Rosita Kellogg’s Choco Krispies’.

B.3. ¿Tienen estimaciones del grado de desperdicio de sus productos en los hogares de los consumidores?

Según el estudio Kellogg Breakfast Food Waste, las principales causas del desperdicio alimentario en los desayunos de los españoles son el exceso, tanto en raciones como en la preparación de alimentos (35%), las prisas (27%) que impiden terminar el desayuno, o bien cuestiones relacionadas con preferencias y gustos (27%), como quitar las cortezas. El 22% de los hogares españoles que consumen cereales de desayuno acaba tirando una parte a la basura porque se ha quedado demasiado blando o duro en la caja.

C. PROYECTOS Y RESULTADOS

C.1. ¿Qué proyectos/medidas está tomando su empresa para la reducción de la huella de carbono?

En 2021 estamos utilizando un nuevo tipo de paquete de cereales con menos espacio de aire y embalaje. Esto significa que vamos a utilizar cerca de 190 toneladas menos de cartón y plástico al año, lo que, combinado con la eficiencia del transporte, eliminará 700 toneladas de carbono al año.

C.2. ¿De qué manera puede contribuir su empresa a la economía circular y qué proyectos o iniciativas contemplan en este sentido?

La primera caja de Corn Flakes de Kellogg producida en 1906 ya estaba hecha de cartón reciclado. Hoy en día, la mayor parte de las cajas de cereales Kellogg están hechas de cartón 100% reciclado para así causar el mínimo impacto medioambiental. Además, el 97% de nuestros envases derivados de la madera proceden de materiales reciclados o certificados como sostenibles. Pero la compañía no se conforma con esto. Para el año 2025, se ha marcado el objetivo de que todos sus envases sean 100% reutilizables, reciclables y compostables.

C.3. ¿Qué balance hace del año 2020 y como ha afrontado su empresa la crisis del Covid19?

La alimentación ha sido y es durante esta pandemia una industria esencial. En Kellogg España en 2020 hemos conseguido adaptarnos a una situación muy retadora, reaccionando rápida y eficazmente para atender a la demanda de alimentos durante el estado de alarma. Hemos garantizado la continuidad del negocio y la atención a todos sus clientes en todo el mundo.

Además, hemos incrementado nuestras donaciones a través de los Bancos de Alimentos (FESBAL); tanto de alimentos (hasta 3 millones de raciones adicionales a los que ya donamos regularmente), como económicas, con 60.000€ para ayudar a hacer frente a los costes adicionales que requiere la distribución de alimentos a las personas más necesitadas.

Durante el confinamiento, y ante el cierre de los colegios, Kellogg sustituyó temporalmente el programa ‘Todos a Desayunar’ por la entrega de cestas de la compra con alimentos básicos a 500 familias de varias ciudades españolas (Madrid, Málaga, Sevilla, Granada, Valencia), y que han seguido recibiendo esta ayuda también en los meses de verano hasta el comienzo del curso escolar a mediados de septiembre. También hemos colaborado con Educo para garantizar los desayunos a 2.900 niños en riesgo de pobreza de los campamentos de verano de la ONG.

C.4. ¿De qué manera contribuye o puede contribuir su empresa a los programas de protección social para las personas vulnerables?

En Kellogg estamos firmemente comprometidos con el cuidado de la alimentación, así como con el entorno en el que vivimos.  Trabajamos para dar de comer a las personas y lo hacemos desde el origen: apoyando a las personas más necesitadas a través de nuestras donaciones de alimentos y programas de desayuno en colegios, y también a los agricultores, a sus familias y a las comunidades agrícolas; apostando por la conservación de los recursos naturales y el respeto al medioambiente.

C.5. ¿Qué retos enfrenta para mejorar esta contribución?

Hace apenas unos días comentaba, con el responsable de una cadena de distribución y con el responsable de un Banco de Alimentos, que el gran reto para la redistribución de los alimentos es la logistica, el coste del transporte. En este sentido la labor de los Bancos de Alimentos es fundamental. La forma en la que se gestionan y colaboran entre ellos para optimizar sus recursos es realmente impresionante. Pero creo que necesitan de más ayuda para seguir realizando la impresionante labor que hacen.

Ojalá algún día no sean necesarios, pero mientras tanto necesitan de la ayuda de todas las entidades y personas que vivimos en unas circunstancias que nos permiten arrimar el hombro.