En primer lugar, para poder abordar la problemática de los Planes de Actuación Urbanística en Madrid, se debe hacer una revisión de la definición de un PAU, y de las características más importantes de los mismos, a fin de hacer un análisis territorial de los efectos que producU
PAU (Programa de Actuación Urbanística) es una figura de ordenación del territorio para realizar ampliaciones urbanísticas dentro de una ciudad, que puede surgir de la demanda de vivienda debida al aumento de población, y que responde a la necesidad de vivienda a precio asequible, y que, de hecho, favorece la ampliación de la denominada “ciudad difusa.
La ciudad difusa implica un mayor gasto energético y de tiempo que la ciudad compacta, ya que para realizar cualquier actividad cotidiana (de trabajo, estudios, ocio, etc.), ésta está condicionada por un desplazamiento de mayor distancia.
El origen de este tipo de ordenación urbana está en el artículo 44 del BOE de 15 de septiembre de 1978, aunque su popularidad aumenta en los años 90.
Desde entonces y hasta la actualidad, en Madrid se han llevado a cabo 15 desarrollos urbanos, tal y como se observa en el plano de localización del Ayuntamiento de Madrid:
Imagen nº 1: Localización de los PAU de Madrid. Fuente: Madrid.es
Se observa que los nuevos desarrollos configuran una nueva corona urbana que supone más superficie de suelo disponible existente para el crecimiento de la ciudad. Esta corona se identifica por el norte y por el sureste, y en menor medida, por el sureste.
De todos estos nuevos desarrollos, los más representativos son: Las Tablas, Carabanchel, Montecarmelo, Sanchinarro y Ensanche de Vallecas, cuyos datos de superficie y edificabilidad se resumen en la siguiente tabla de usos de suelo:
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Residencial |
Industrial |
Terciario |
Dotacional |
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|
Superficie (m2) |
Edificabilidad (m2) |
Superficie (m2) |
Edificabilidad (m2) |
Superficie (m2) |
Edificabilidad (m2) |
Superficie (m2) |
Edificabilidad (m2) |
|
Arroyo del Fresno |
271,418 |
324,000 |
– |
– |
19,878 |
50,000 |
417,044 |
133,546 |
|
Montecarmelo |
546,815 |
854,700 |
– |
– |
50,498 |
136,600 |
1,960,687 |
127,302 |
|
Las Tablas |
530,768 |
1,198,867 |
– |
– |
192,100 |
301,133 |
2,900,132 |
600,550 |
|
Sanchinarro |
643,719 |
1,291,602 |
58,152 |
17,183 |
153,196 |
190,200 |
3,014,208 |
56,515 |
|
Ensanche de Carabanchel |
661,881 |
1,162,931 |
125,967 |
257,255 |
45,221 |
63,011 |
2,732,534 |
692,699 |
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Ensanche de Vallecas |
1,026,652 |
2,430,727 |
62,724 |
58,000 |
275,676 |
350,317 |
5,808,000 |
609,186 |
|
Usos del suelo en los PAU. Fuente: Madrid.es
Características de los PAU de Madrid y problemática detectada:
Las calles de los nuevos desarrollos se caracterizan por su gran superficie, como consecuencia de la concepción de tipología urbana de ciudad difusa. Por cómo está configurada, este tipo de ciudad supone para sus habitantes la necesidad de desplazarse en coche para las actividades cotidianas, haciendo que la vida en estos desarrollos se realice en las propias casas, y reduciendo el modelo de urbanismo en el que se hace de la plaza un punto de encuentro para la sociedad.
Esta dependencia del coche, a su vez, condiciona los usos del suelo, de forma que se crean grandes superficies comerciales, accesibles fundamentalmente en coche, que sustituyen al espacio urbano tradicional y se crea una mayor separación física de los usos, por lo que encontramos que los edificios tienen un uso puramente residencial, ausentes de comercios, que han sido desplazados a áreas diferenciadas para dicho uso.
Esta circunstancia se ve potenciada y condicionada por la gran anchura de las calles que lo conforman y tiene consecuencias sobre el transporte público, ya que su funcionamiento responde al principio de la masa crítica, es decir, necesita una demanda mínima que justifique que su implantación ofrece un beneficio social. De esta forma, una demanda pequeña o decreciente hace que las frecuencias disminuyan y el transporte publico sea de menor calidad. Esta circunstancia es aplicable también a las dotaciones.
Desde el punto de vista de la demografía, entre el año 2017 y el año 2023 se espera que la población de Madrid se reduzca en aproximadamente 80.000 habitantes (Fuente: Banco de datos municipal), lo que no parece justificar la creación de grandes espacios residenciales.
Esta circunstancia hace que los desarrollos llevados a cabo no lleguen a cumplir las expectativas creadas de demanda de vivienda, creando un problema de espacios infrautilizados, que se ha intentado compensar con la construcción en estos barrios de grandes edificaciones. Una fortaleza que se puede generar de esta situación es que este tipo de edificaciones, si son de grandes empresas (casos como el de Telefónica o el BBVA) pueden atraer transporte público, pero en la práctica, no ha tenido influencia positiva sobre los vecinos de los propios barrios.
La última crítica es acerca de la planificación del trazado viario, claramente influenciado por el resto de características geométricas. Al haberse ubicado estos desarrollos entre circunvalaciones de la ciudad, se produce un efecto barrera desde el primer momento. Algunas de las calles de este tipo de desarrollos tienen altas IMD, porque suponen una continuación de las autovías de entrada a la ciudad, pero se ha observado que existe un gran número de calles que finalizan sin llevar a ninguna parte, precedidas por tramos con elementos canalizadores del tráfico, como son las rotondas en tramos donde el tráfico es previsiblemente bajo, dejando en evidencia que la demanda de este tipo de desarrollos ha sido menor a la esperada, o tal vez, que se construyeron sabiendo que no la habría. Un ejemplo es la siguiente imagen de satélite:
Autor: FADY AWAD NÚÑEZ