La situación actual de la Cañada Real Galiana por el tramo que transcurre en Madrid es comúnmente conocida y tuvo comienzo entorno a los años 60. Ésta, poco a poco, se ha ido transformando en un modelo de ciudad lineal de asentamientos ilegales así como en un lugar de vertido de basuras. Hoy en día dichas edificaciones irregulares, más de 2.000 y cada vez más estables, han llegado a constituir la vivienda de más de 8.700 habitantes, siendo el mayor asentamiento irregular de Europa.
Foto 1. Chabolas rodeadas de basura (Adela González Barbado).
A lo largo de los 15 km en los que vemos dichos asentamientos podemos encontrar unas condiciones de vida que carecen de servicios y suministros de agua, electricidad, alcantarillado, etc., en definitiva, condiciones insalubres para una buena calidad de vida. Pero más allá, de los posibles fenómenos de marginación que esto crea, encontramos números impactos debido a su existencia.
Primeramente, la existencia de estos barrios pobres ha supuesto un cambio radical en lo que por Cañada Real se entiende. Ésta está definida como aquellos caminos de uso tradicional en la trashumancia en España, reguladas desde 1273 por Alfonso X El Sabio, recorridos usados desde la antigüedad para el pastoreo. Es decir, su creación ha supuesto un corte en una vía pecuaria, incluida en la lista indicativa de la Unesco para ser candidata a Patrimonio de la Humanidad reduciendo, e incluso anulando completamente, la posibilidad de éste nombramiento.
Seguidamente a ello, las basuras acumuladas entorno a estas viviendas dan lugar a la contaminación del suelo debido a su permeabilidad gracias a la presencia de los líquidos lixiviados que pueden llegar tanto a aguas superficiales como subterráneas. Por otro lado, la localización de vertederos ilegales supone la creación de malos olores debidos a descomposición de la materia orgánica, junto con la aparición de insectos y organismos vivos, como roedores. Todo ello da lugar a un riesgo sanitario para la población que habita en las chabolas colindantes siendo foco de enfermedades infecciosas.
Éstos generan un impacto visual importante de montañas de basuras, que mezclan todo tipo de residuos como plásticos, vidrios, maderas, fracción orgánica, cartón, escombros…, y su posible dispersión por viento o lluvia al entorno más inmediato.
Foto 2. Acumulación de basuras y escombros en los alrededores (Adela González Barbado).
Finalmente, como ya se ha mencionado, el impacto que se asocia más rápidamente a este tipo de suburbios es la barrera económico-social que generan, pues la gran mayor parte de ellos está asentada entorno a urbanizaciones, de las cuales muchas de ellas reflejan un calidad y estilo de vida completamente opuestos. Económicamente esto afecta de dos formas directas y opuestas, por un lado el valor del suelo para la edificación en las zonas cercanas se reduce notablemente, mientras que la posible compra de estas viviendas o uso de instalaciones edificadas se ve directamente sujeta a la existencia de los primeros.
¿Pero cómo se actúa ante estas situaciones? Tras varios intentos de desalojamientos y recogida de basuras, en junio de 2009 se acordó la desestimación del camino como vía pecuaria, dejando a los ayuntamientos como responsables para su control. La Cañada Real Galiana atravesando los términos municipales de Coslada, Rivas-Vaciamadrid y Madrid, consta por tanto de tres soluciones. La primera de ellas, en Coslada, supone la legalización de estas viviendas y su acondicionamiento; solución completamente opuesta a la considerada por la siguiente en la que se propuesto su derrumbamiento para la creación de zonas verdes y alojamientos para personas necesitas. Y por último, en Madrid se han estimado las distintas posibles actuaciones descritas para distintos tramos de la cañada. No obstante, tras siete años, no se ha procedido de ninguna forma y se prevé que esto, de momento, seguirá así.
ADELA GONZÁLEZ BARBADO
E.T.S.I. Caminos, Canales y Puertos (UPM).