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ARANJUEZ: EL OTRO PAISAJE CULTURAL

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El 14 de diciembre de 2001, en el contexto de la Vigesimoquinta Sesión del Comité de Patrimonio Mundial, la UNESO declara el Paisaje Cultural de Aranjuez como Patrimonio Mundial. De este modo se reconoce la singularidad de Aranjuez fruto de la compleja interacción entre el hombre y la naturaleza. El nombramiento garantiza además protección para una heterogénea zona que abarca unas 2.047,56 ha e incluye elementos tales como el Palacio Real, las huertas, los jardines, el trazado de calles o el casco urbano del siglo XVIII. No obstante, existen ciertos elementos que han quedado fuera de la asignación del Patrimonio Cultural de Aranjuez, sin los cuales sería imposible concebir Aranjuez, y que actualmente se encuentran en severo estado de deterioro, ya que no gozan de la protección ni de la publicidad que sí tienen los integrantes del Patrimonio Cultural de Aranjuez.

Se trata del Real Cortijo de San Isidro, la Presa del Embocador, la Presa de Ontígola y el Puente Largo de Aranjuez. El presente post pretende denunciar tanto su no inclusión en el Paisaje Cultural como su lamentable estado de conservación actual, centrándonos en los tres últimos (el puente y las dos presas) por suponer elementos que nos son más cercanos y familiares.

La Presa del Embocador

La presa del Embocador, que en realidad es un pequeño azud de derivación, fue construida en el año 1530 bajo el reinado del emperador Carlos V con el objetivo principal de ampliar los riegos de la vega de Aranjuez. Para tal objetivo, de la presa parten dos caceras, el Caz de las Aves y el Caz de la Azuda.

La no inclusión de la presa del Embocador dentro del patrimonio de la UNESCO es cuanto menos sorprendente, pues su existencia está ligada de manera íntima al desarrollo de Aranjuez como Real Sitio, siendo este pequeño azud el que deriva, todavía hoy día, la aguas del río Tajo hacia los canales que riegan sus jardines. Sin embargo, la importancia de la presa del Embocador no está supeditada al abastecimiento de aguas al Real Sitio sino que representa ya en sí misma una obra de importante valor histórico por tratarse de la primera presa construida sobre el río Tajo.

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“Foto 1. La Presa del Embocador. Estado actual (Fuente: elaboración propia)”

Actualmente, si bien se realizaron labores de reconstrucción y acondicionamiento en 2007, la presa se encuentra en un emplazamiento retirado con apenas señalización que haga pensar que se trata de una obra de relevancia histórica. Todo ello motiva la aparición de pintadas sobre los canales y la central hidroeléctrica abandonada, así como la presencia de abundante basura.

La Presa de Ontígola

La presa del Mar de Ontígola es una presa de gravedad de 10×6 m2 reforzada con 5 contrafuertes. Su construcción se remonta a mayo de 1552, cuando Felipe II, como auténtico patrón de la obra, manda construir una laguna muy grande para que vengan a ella aves para la altanería. En su construcción participaron importantes ingenieros y arquitectos de la época, como Juan de Herrera.

En la actualidad la laguna forma parte de la Reserva Natural El Regajal-Mar de Ontígola y, a pesar de ello, se encuentra en un estado de abandono absoluto. La vegetación es tal que cubre los elementos estructurales, obstruyendo el aliviadero y provocando el vertido por coronación, que daña la presa. Además, el Mar de Ontígola está recibiendo aguas sucias de una depuradora, además de la basura que la gente arroja.

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“Foto 2. La Presa de Ontígola. Estado actual (Fuente: elaboración propia)”

La irresponsabilidad de las autoridades al no poner en valor su patrimonio favorece su abandono y, como consecuencia, su deterioro. Por esto y mucho más no podemos sino lamentarnos por, no solo la no inclusión del embalse del Mar de Ontígola como patrimonio de la UNESO, sino por el no cumplimiento de unos mínimos que en teoría ya deberían estar llevándose a cabo por la categoría de Reserva Natural de la que goza el Mar de Ontígola.

El Puente Largo de Aranjuez

La construcción del Puente Largo de Aranjuez en 1761, durante el reinado de Carlos III, corresponde al período de auge del Real Sitio. El puente cambia completamente los accesos al Palacio Real y modifica la configuración y los usos de sus jardines. Un puente que representa de manera excelente ese “vínculo entre la naturaleza y la actividad humana”, o la “estrecha relación entre los cursos del agua y el sinuoso paisaje” que tienen lugar en este entorno. Términos en los cuales la propia UNESCO se refiere al Paisaje Cultural de Aranjuez para justificar su relevancia histórica, patrimonial y cultural. Términos a los cuales el Puente Largo se ajusta de manera precisa, pero que sin embargo parecen palabras vacías cuando se contempla el ruinoso estado en que se encuentra: márgenes completamente descuidadas, sembradas de madrigueras y donde se acumulan los desperdicios; improvisados vertederos en torno a las pilas; numerosas pintadas que cubren los otrora pulcros sillares calizos esculpidos al detalle por los mejores maestros canteros de la época; formación de estalactitas en las bóvedas; o el pésimo estado en que se encuentran los cuatro leones tallados en piedra, deteriorados hasta un punto tal que parecen caricaturas de sí mismos. Estas son sólo algunas de las muchas afecciones que aquejan al que fuera considerado por el propio Carlos III como “el rey de los puentes”, y que amenazan gravemente su supervivencia.

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“Foto 3. Puente Largo de Aranjuez. Estado actual (Fuente: elaboración propia)”

Resulta incomprensible que elementos tan estrechamente ligados al Patrimonio de Aranjuez, generadores en muchos aspectos de dicho Patrimonio, no fuesen incluidos en el catálogo de bienes para conformar el Paisaje Cultural de Aranjuez. Este hecho ha condicionado gravemente su conservación, y ha dificultado la puesta en valor del Patrimonio Hidráulico de Aranjuez, un patrimonio profundamente deteriorado que amenaza incluso con desaparecer si no se adoptan medidas urgentes para su restauración y posterior protección.

Germán Cobo Vázquez

Javier Alejandro Llamas Verna

Universidad Politécnica de Madrid

 

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