Enfoques y Modelos Metodológicos

Enfoques y Modelos Metodológicos
13 de octubre de 2015 Evaluación y Desarrollo

Uno de los aspectos más importantes al emprender una actividad de evaluación es la de definir un modelo metodológico adecuado. En el ámbito de las evaluaciones de programas de desarrollo han dominado los enfoques metodológicos inspirados en el Enfoque de Marco Lógico (EML) y el Análisis Coste Beneficio (ACB), orientados a los resultados y a la rendición de cuentas. Este predominio parece estar relacionado con la satisfacción de los intereses de las instituciones financiadoras y el reparto de roles establecidos entre los diferentes actores. Son los organismos de control los que han venido exigiendo la utilización del EML en los procesos de solicitud de subvenciones públicas, a través de formularios cada vez más estandarizados. El EML, en tanto que proceso normalizado de gestión, encaja muy bien con los propios intereses del cuerpo funcionarial de los organismos financiadores, preocupado por el control de los fondos públicos. Por otro lado, estos organismos han ido reiterando las exigencias de realizar Análisis Coste Beneficio (ACB) de las intervenciones, lo que también tiene que ver con sus intereses: comparar los resultados de diferentes intervenciones y asesorar la toma futura de decisiones de financiación.

Ante las limitaciones de estos enfoques surgieron en los años 90 con fuerza, desde diferentes organizaciones y grupos de trabajo, numerosas propuestas metodológicas de evaluación participativa, que parten de la necesidad de superar las relaciones verticales de la cadena y construir visiones compartidas. La dificultad estriba muchas veces en la identificación de herramientas que permitan una buena participación entre el equipo de expertos y los beneficiarios del desarrollo.

La mayor y mejor participación de las partes involucradas es uno de los mayores avances en los procesos de evaluación, y ha dado lugar enfoques de evaluación donde cobra importancia el aprendizaje y capacitación de todos los participantes. En otros tiempos, la evaluación era el trabajo de un grupo de especialistas. Un trabajo sin mayor interacción —o con muchas dificultades de aceptación— por su entorno institucional, político o social. En la actualidad, las evaluaciones tienden a constituirse como actividades integradas al trabajo cotidiano de los gestores y agentes de campo.

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