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Diseño de evaluaciones: Herramientas Participativas

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Las metodologías participativas están en pleno crecimiento y cada día aparece más información, es por eso que se ha hecho un esfuerzo por  recopilar el mayor número de herramientas posibles. Además,este inventario cuenta con un número aceptable de metodologías participativas que podrían usarse en cualquier momento de una evaluación. Para su clasificación, se estudiaron diferentes métodos y tras varias comparativas se decidió seguir la metodología de evaluación de Scriven que reúne las características de la mejor manera posible.

Los Icebreakers y las Herramientas Transversales no siguen la metodología de Scriven pero son una parte esencial en los métodos participativos.

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Herramientas para el análisis de redes sociales

Es cierto que existen multitud de herramientas, formatos y tipos de aplicaciones analíticas que se han desarrollado de manera exponencial en los últimos años. Para aplicar las redes sociales de manera efectiva y que puedan mantener estos esfuerzos que se están realizando, las organizaciones tienen que ser capaces de evaluar las ventajas y desventajas de cada una de las redes sociales, qué tipo de datos se pueden obtener de cada una de las redes y cómo los programas pueden ser usados para mejorar estos esfuerzos.

La evolución y desarrollo de las redes sociales también ha influido en la manera de hacer ciencia e investigar. La metodología ARS (Análisis de Redes Sociales) es una nueva manera de investigar centrada en la “cartografía y la medición de las relaciones y los flujos entre las personas, los grupos, las organizaciones, los ordenadores, las direcciones URL y otras entidades de la información/conocimiento conectado” (Orgnet.com). Actualmente, el ARS está siendo aplicado a diferentes escenarios de las ciencias sociales y computacionales enmarcadas dentro de las TIC. El interés que se ha generado en el ARS radica principalmente, en que es un tópico que representa un enfoque atractivo en las relaciones que tienen lugar entre las entidades sociales y en las métricas e implicaciones de dichas relaciones y además profundiza en el conocimiento de los fenómenos sociales. Actualmente, el ARS está siendo aplicado a diferentes escenarios como el ámbito económico, el ámbito de la salud o de la educación entre otros. Antonieta Kuz et.al, en el simposio argentino sobre tecnología y sociedad muestran tres campos de actividad:

REDES SOCIALES

 

 

1.Campo de la salud: estudios vinculados a enfermedades infecciosas, pero los de mayor importancia están dirigidas a la difusión del SIDA, intentando establecer el tamaño y las características de estas poblaciones ocultas como el caso de las poblaciones que consumen drogas como la cocaína, así como las probabilidades de contagio con diferentes relaciones de riesgo. Por ejemplo, en la Asociación Americana de Evaluación (AEA por sus siglas en inglés) se pueden encontrar trabajos diversos trabajos como, el uso de las redes sociales para evaluar la obesidad en las comunidades y fomentar iniciativas de prevención.

 

2. Campo social: este campo incluye el concepto de “capital social” una aplicación de este concepto es la hipótesis de los “lazos débiles”. La idea básica es que las personas tienen a su alrededor un núcleo fuerte de lazos que le proporcionan la información, los recursos y el soporte emocional que necesitan. También, a través de las redes sociales puede evaluarse el nivel de compromiso en una comunidad y el impacto social que ésta tiene. Otro punto muy importante en el desarrollo de las redes sociales es lo que llaman laboratorios de ideas o Think Tank. Son organizaciones sin ánimo de lucro donde se trabaja de manera multidisciplinar en la elaboración de análisis y recomendaciones políticas. Estas organizaciones buscan promover y crear espacios de diálogo y debate, desarrollar y capacitar a futuros tomadores de decisiones y cuadros políticos, legitimar narrativas y políticas de los regímenes de turno o los movimientos de oposición y ofrecer un rol de auditor de los actores públicos. En España se han desarrollado multitud de organizaciones independientes donde cabe destacar CIDOB (dedicado a la investigación en los ámbitos de relaciones internacionales y los estudios de desarrollo); FRIDE, que busca proveer conocimiento innovador sobre el papel de Europa en las relaciones internacionales; el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos o el Instituto Complutense de Estudios Internacionales.

Redes sociales y Organizaciones sin ánimo de lucro. Como comentábamos en un post anterior el uso de las redes sociales para la evaluación y análisis de distintas actividades organizadas en campos sociales, como el educativo o el médico también están cobrando importancia en los últimos años, no sólo en el marketing de grandes empresas multinacionales. Como nos dice Jan Rezab, el uso de las redes sociales puede crear un mundo mejor. Y aquí entran en juego las organizaciones sin ánimo de lucro. El uso de las redes sociales en aquellas organizaciones sin ánimo de lucro, ya que su presencia en las redes e Internet debe ser fundamental en los tiempos que corren hoy en día, pero al mínimo coste. La situación económica actual ha desbancado a muchas de estas organizaciones y los fondos que obtienen se han reducido. Además, tiene que competir con las empresas comerciales, tanto en el mundo físico como en el digital. Es por ello que las organizaciones sin ánimo de lucro tienen que rentabilizar sus esfuerzos de la mejor manera posible. Deben centrarse en ser útiles, generar valor e interés en lo que se publica y no utilizarlas, en un primer momento, en canalizar fondos. La idea es divertir y entretener. Las donaciones vendrán luego. Hace falta trabajo previo para construir una comunidad fidelizada y comprometida con la causea que difunda el mensaje y que esté dispuesta a pasar a la acción en el mundo online. Desde esta perspectiva, Allison H. Fine ha fundado una organización sin ánimo de lucro, Networked Nonprofits, dedicada a la transformación de la evaluación para el cambio social. Esta entidad está dirigida a descubrir y discutir los desafíos particulares y las nuevas oportunidades para medir el uso de las redes sociales por organizaciones de todo tipo, las conexiones y relaciones creadas a través de los medios de comunicación social con el fin de comprender mejor las formas en que los medios digitales están dando forma a los esfuerzos de cambio social. Esta red se dedica a contactar a diversas personas y organizaciones que compartan su trabajo con el fin de crear conciencia de los problemas sociales y organizar a las comunidades para prestar servicios de legislación. En el largo plazo, el objetivo es crear un mundo más seguro, más justo y más saludable para vivir. ¿Cómo funciona? Conecta a las personas, más allá de sus muros, a través de las conversaciones y las relaciones que se mantienen a través de sus redes. Así, se construye una responsabilidad común creando una lista de “cosas pendientes” donde todos los participantes puedan remar en la misma dirección. Alguno de estos medios sociales son las conversaciones generadas en Twitter, Youtube y blogs; la colaboración que se genera en grupos de Google; o las redes construidas a través de Facebook o MySpace. Las redes sociales tienen una gran fuerza en la vida de los individuos de hoy en día, conectando a personas que se encuentran en polos opuestos de la tierra en tan sólo décimas de segundo. Esto hace unos años era impensable. Las redes sociales han despertado la creatividad y esto es un gran canalizador para luchar por aquellas causas en las que las personas creen. ¿Lo mejor de todo? Es espontáneo.

3. Campo educativo: a través de la sociometría y los test sociométricos es posible obtener métricas y determinar la utilidad que reviste instrumentos para mejorar las relaciones sociales dentro de la clase y favorecer la integración de los alumnos aislados y los rechazados. Otro punto muy importante es el cambio de paradigma de la educación, donde las redes sociales e internet han conseguido cambiar la forma en la que se enseña y el acceso a la educación. Es el caso de los cursos MOOC. Anant Agarwal nos cuenta por qué estos cursos masivos y abiertos son importantes. También para evaluar las políticas antes realizadas y la medición de sus impactos. Encontramos un caso en la Asociación Americana de Evaluación que explica cómo se participa en las evaluaciones, cómo se involucra la población y de qué manera. En el siguiente enlace podemos ver toda la información.

Social media y educación. Continuando con uno de los temas incluidos en el Análisis de las Redes Sociales y el campo educativo, nos centraremos en la educación y cómo se pueden evaluar las tendencias de aquellos alumnos y graduados que finalizan sus estudios y comienzan a trabajar. ¿Cómo ha sido ese resultado? ¿Ha sido el esperado? ¿Dónde se encuentran trabajando hoy en día? Para ello, es importante determinar una estrategia de seguimiento para recoger los datos de los resultados y evaluar estos planes de educación superior. Se debe recopilar la información de los participantes de primera mano. Puede ser un trabajo largo y laborioso, por la cantidad de participantes que pueden entrar en dichos programas.

Es por ello que el uso de las redes sociales nos puede facilitar mucho trabajo y darnos pistas clave para identificar a dichos participantes, ya sea por su localización, el puesto laboral que desempeñan en la actualidad u otras actividades (voluntariado, por ejemplo) que nos ayuden a determinar perfiles. Algunas de estas herramientas son LinkedIn, ResearchGate o Educa, donde además de la información personal básica se puede recoger información relacionada con publicaciones, comunicaciones, artículos científicos, premios o menciones que completen esa información. Todo esto nos puede ayudar a dibujar un primer mapa con información de la muestra a estudiar de una organización o una especialidad en concreto, por ejemplo: ¿la tendencia de aquellos graduados del 2005 que estudiaron Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Autónoma de Madrid? Otro filtro podría ser, ¿cuál es la tendencia de los alumnos que estudiaron la carrera de ciencias de la comunicación en la Comunidad de Madrid en todas las Escuelas? Algunas de etas herramientas pueden ser las encuestas online y su difusión a través de la base de datos recogida gracias a las redes sociales. Algunas de estas herramientas gratuitas son Google Forms, Survey Monkey, Survey Gizmo. Entre aquellas de pago podemos utilizar Qualtrics, SurveyAnalytics, SurveyMonkey o SurveyGizmo. La metodología cualitativa te puede ayudar a profundizar en la personalidad y las perspectivas de cada uno de los participantes.

 

Una de las aplicaciones más utilizadas en esta nueva metodología ARS es NETLYTIC, una aplicación en forma de nube gratuita que usa la interfaz de programación de aplicaciones (API) de las distintas conversaciones existentes en las redes sociales, para ayudar a los Community Managers a descubrir trending topics, conversaciones y participantes influyentes en la red. Actualmente, los datos provienen de redes sociales como Facebook, Twitter, grupos y páginas, post de Instagram y comentarios de Youtube. Los informes que genera esta aplicación y las palabras, pueden ser reagrupadas para así identificar temas populares en la red. También representan cluster de redes sociales donde se muestran las correlaciones entre los participantes. Lo que te permite esta herramienta es profundizar más en cada una de las palabras, como en la ocurrencia de postearla o el listado con los tweets y comentarios realizados. Otra herramienta muy interesante y utilizada en la metodología ARS para analizar el impacto de redes sociales es el programa software NodeXL. Es una aplicación complementaria al Excel y tiene una función de estudiar las redes que se forman a partir de los mensajes y comentarios que se realizan en Twitter. Tiene un gran potencial para analizar redes sociales de comunicación a través de Twitter y el impacto de los eventos estudiados. En el siguiente enlace podemos acceder a un tutorial para ver cómo funciona este programa.

El potencial que tienen las redes sociales hoy en día es imposible de cuantificar. Podemos acceder a gran cantidad de información y datos, y analizar todos estos recursos en función de qué queremos estudiar. En el campo de la evaluación, hay multitud de casos de estudio donde las redes sociales son la herramienta fundamental e indispensable para hacerlo posible.

 

Referencias:

http://comm.eval.org/HigherLogic/System/DownloadDocumentFile.ashx?DocumentFileKey=0cfa30f7-97b4-74d0-3b1c-2e2ba8bd3be9&forceDialog=0

http://www.eval.org/

http://comm.eval.org/search?executeSearch=true&SearchTerm=social+media

Cómo hacer análisis de redes con los comentarios de Twitter usando NodeXL

http://nodexl.codeplex.com/https://netlytic.org/home/

http://revista-redes.rediris.es/recerca/jlm/ars/ars_ects.pdf?

http://comm.eval.org/HigherLogic/System/DownloadDocumentFile.ashx?DocumentFileKey=0cfa30f7-97b4-74d0-3b1c-2e2ba8bd3be9&forceDialog=0http://www.eval.org/

 

¿De qué depende la credibilidad de una evaluación y de un evaluador?

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La credibilidad se define como la cualidad de algo que puede o merece ser creído (RAE). Para merecer ser creíble por personas que no han sido testigos directos. Pero, ¿qué hay de relevante entre el concepto de credibilidad y el evaluador y la evaluación?

La credibilidad de una evaluación y evaluador depende de los siguientes factores: características del evaluador y la evaluación, del receptor que recibe la  información y del flujo de comunicación entre las partes involucradas en la evaluación.

CredibilidadEvaluación

Evaluación

Una evaluación es creíble cuando es imparcial, es decir, cuando se maximiza la objetividad en cada una de las etapas que la conforman. Además, si la evaluación está dotada de evidencias, la credibilidad se verá más favorecida. ¿Dónde se encuentran estas dos características en las etapas de una evaluación?

Estructuración: tanto la respuesta a las preguntas planteadas como la definición de estándares y criterios de juicio, deberán ser explícitos y no influenciados por consideraciones personales o partidistas.

Observación: la información recogida y las herramientas utilizadas deberán ser fiables. Además, los datos recolectados han de ser evidentes para dotar a la evaluación de credibilidad, así como al juicio de valor elaborado por el evaluador.

-Análisis: los indicadores utilizados, en base a los criterios fijados para la comparación de los datos recogidos y estimación de efectos, han de ser fiables.

Emisión de juicio: los resultados para reforzar la creencia del receptor habrán de proveer evidencias.

 

Evaluador

El evaluador es un factor que también condiciona la credibilidad de la evaluación. Respecto a qué y qué no debe poseer un evaluador, esto lo condiciona su perfil y las competencias que tenga para realizar su trabajo. Pero para ser creíble no existe una guía ni declaración internacional consensuada acerca de ello. Como aproximación se ha recopilado lo que, según reconocidas organizaciones y asociaciones como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, UNDP-United Nations Development Programme), la ANZEA o el Grupo de Evaluación de Naciones Unidas (UNEG, 2005) consideran como características de importancia que dotan a un buen evaluador.

  – Perfil de un Evaluador

El evaluador necesita ostentar atributos personales que le permitan poder desenvolverse con la mayor objetividad posible (SEAP, 2008). Se determina que debe contar con:

  • Atributos Personales
    • Ético, imparcial, sincero, honesto y discreto.
    • Observador: activamente consciente del entorno físico y las actividades.
    • Tenaz: que ponga todo el empeño para lograr los resultados planteados.
    • De mentalidad abierta: dispuesto a considerar ideas o puntos de vista alternativos.
    • Asertivo: poder brindar opiniones y directrices que resulten más un consejo que un mandato.
    • Diplomático: facilidad para poder conciliar conflictos.
    • Perceptivo: instintivamente consciente y capaz de entender las situaciones.
    • Versátil: poder asumir los cambios que ocurren en su entorno.
    • Decidido: alcanzar conclusiones oportunas basadas en el análisis y razonamiento lógico.
    • Seguro de sí mismo: actúa y funciona de forma independiente a la vez que se relaciona eficazmente con otros

 

  • Educación
    • Preferiblemente universitaria.
    • Cursos específicos orientados hacia la evaluación.
    • Expresión oral y escrita clara y fluida.
  • Competencias

Actualmente, en países donde la cultura de evaluación es más madura, o sea, principalmente en Norteamérica,  numerosos autores exigen una profesionalización del perfil de evaluador. Este hecho, según ellos, dotará de mayor credibilidad las acciones de los evaluadores y la evaluación. Sin embargo, otros expertos se manifiestan en contra de la profesionalización del evaluador justificando la diversidad del modo de organización y diseño de las evaluaciones.  Lo que no está en discusión es que todo evaluador debe de tener competencias para enfrentar una evaluación con éxito, tales como: análisis del contexto y su compromiso; investigación evaluativa y sistemática; gestión de proyectos de evaluación y la práctica profesional; el desarrollo profesional y la práctica reflexiva.

Flujo de Comunicación

No todas las evaluaciones se diseñan y ejecutan contando con la participación de las personas implicadas. Si se establece un modelo de participación, integración y aprendizaje conjunto a lo largo de todas las fases de la evaluación, la credibilidad del resultado final se verá favorecida.

En la etapa de comunicación de resultados se deberá tener en cuenta aspectos como: el canal a través del cual se envía el mensaje, el momento temporal en el que se produce, el lugar y, por último,  a quién se esté dirigiendo el mensaje, o sea, el receptor quien recibe la información.

Receptor

El grado de credibilidad que el receptor perciba de la evaluación va a depender directamente del  marco de referencia con la que se articule la evaluación, es decir, de la orientación que tenga (enfoque), de los criterios e indicadores que se utilicen, de las herramientas  implementadas, así como del juicio utilizado para realizar las  recomendaciones (en caso de que procedan) y resultados. Todos estos factores mencionados son aquellos que conducen a la confianza que, junto al grado de conocimiento que tenga el receptor de la información suministrada, inciden en la credibilidad de la evaluación.

Autores: @Carmen.luna, @d.doleo y @stalingcordero

Referencias citadas:

SEAP (2008). Guía del Evaluador. Secretaría de Estado de Administración Pública. Santo Domingo.

UNEG (2005). Normas de evaluación en el sistema de las Naciones Unidas. Grupo de Evaluación de las Naciones Unidas.

Otras referencias interesantes a consultar pueden ser:

Carrasco J.P., Delfa, J. y Ordóñez, J. (2007). La guía del evaluador de proyectos europeos de I+D+i. FUNDECYT: Badajoz, España.

Pardo, J. (2008). ¿Cómo evaluamos al evaluador?: La meta-evaluación. Jornadas sobre evaluación externa de proyectos culturales. Barcelona 18-19/09/2008 Barcelona.

¿Cómo pueden adquirirse las competencias necesarias para ser un evaluador?

adquirir competencia

Si un evaluador con las competencias necesarias sirve para dar mayor credibilidad al proceso de evaluación es importante determinar la forma de adquirir dichas competencias.

Como con cualquier habilidad o destreza humana, una competencia de evaluación se puede tener de manera innata o no. Las personas con habilidades innatas solo cuentan con cierta ventaja inicial frente a las personas que no las tienen de forma natural. Al mismo tiempo siempre habrá que trabajar para desarrollarlas al máximo, refinarlas y conocer la mejor manera de llevarlas a la práctica.

Si no se poseen las competencias necesarias, estas se pueden adquirir mediante trabajo y esfuerzo. Según Stevanh, King, Ghere y Minnema (2005) hay cuatro formas de adquisición de las competencias: mejora de la formación, aumento de la práctica reflexiva, avance en la investigación de la evaluación y profesionalización del campo.

1º. La mejora de la formación pasa por el establecimiento de asignaturas y materias a nivel educativo, ya sea universitario o no. Esto se ha de realizar para que los futuros evaluadores ya tengan de base ciertas competencias básicas técnicas como herramientas de observación o de análisis. Pero no solo se puede enseñar las herramientas técnicas, materia habitual en los ámbitos educativo, también se pueden enseñar algunas competencias interpersonales y personales como saber realizar correctamente una entrevista o aprender de los éxitos y fracasos propios.

2º. El aumento de la práctica reflexiva consiste en la continua puesta en marcha de las habilidades de evaluación. Además, en esta puesta en práctica de las competencias el evaluador ha de saber automonitorizarse e ir viendo en todo momento sus propias fortalezas y debilidades. Este mecanismo sirve para ir evolucionando entre los distintos tipos de evaluadores que se puede encontrar en la realidad: accidentales, nuevos evaluadores, en transición y experimentados. Cuanto mayor sea la puesta en funcionamiento de las competencias el evaluador irá creciendo hasta convertirse en un evaluador experimentado.

3º. En el avance de la investigación sobre evaluación se ha de focalizar los recursos en desarrollar nuevas teorías, mejorar en la concepción de las preguntas adecuadas y optimizar al máximo la práctica reflexiva. Investigar y evaluar son dos conceptos parecidos y complementarios. Investigar la evaluación contribuye de la manera ya vista y evaluar la investigación puede ayudar a corregir los fallos y optimizar los aciertos.

4º. La última manera de adquirir las competencias es la profesionalización del campo ya que de esta manera se establecerían criterios, acreditaciones o licencias que de una manera formal distinguirían al evaluador profesional del accidental. Sería más sencillo y simple distinguir al charlatán del verdadero evaluador.

Así que, como se puede observar, hay varios caminos para adquirir y mejorar las competencias. Las dos últimas formas de avanzar en este ámbito se refieren al desarrollo del propio campo en sí, con el impulso en la investigación y en la profesionalización de la evaluación. En cambio, las dos primeras tienen más que ver con aspectos más personales y propios del evaluador, aunque hay que señalar que se trata desde distintas perspectivas. La primera de las maneras de mejorar las competencias presenta un enfoque de aprendizaje externo al evaluador, una institución o entidad ha de establecer mejor su programa o metodología para que se adquieran de una forma más eficaz las competencias necesarias. En cambio, el aumento de la práctica reflexiva refleja la necesidad del propio aprendizaje interno y personal del evaluador para conocer cómo se pueden poner en práctica los conocimientos teóricos aprendidos. Además con dicha reflexión se puede entrar en un análisis personal para descubrir como potenciar sus fortalezas y disminuir sus debilidades.

Finalmente solo queda subrayar que todas estas maneras de progresar en el campo de las competencias de los evaluadores no son opuestas unas de otras, sino complementarias. Sería un error pensar que el campo debe centrarse en uno u otro aspecto olvidando los otros tres. Ha de haber una serie de sinergias entre todos los caminos de progreso para que se avance tanto en el campo de la definición de las competencias como en el campo de la puesta en prácticas de las mismas.

Autores: @adrian_gse y @emmanueldejesus

Referencias citadas:

Kirkhart, K. (1981). Defining evaluator competencies: New light on an old issue. American Journal of Evaluation, 2, 188-192.

Moreno, T. (2015). Las competencias del evaluador educativo. Revista de la Educación Superior, 44 (174), 101-126.

Stevahn, L., King, J. A., Ghere, G., & Minnema, J. (2005). Establishing essential competencies for program evaluators. American Journal of Evaluation, 26 (1), 43-59.

Scriven, M. (1980). The Logic of Evaluation. Inverness CA: Edgepress.

 

¿Qué competencias debe tener un evaluador?

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Una vez establecidas las razones por las que cuales es necesario crear un marco (más o menos flexible según el enfoque) en el cual quede reflejado las competencias necesarias del evaluador según el enfoque de Stevahn, King, Ghere y Minnema (2005).

Según dicho enfoque las competencias o habilidades que debe tener o adquirir un evaluador se pueden agrupar en las siguientes 6 categorías:

1- La práctica profesional

Las competencias de la práctica profesional tienen que ver con el rigor y seriedad a la hora de trabajar. Este tipo de competencias profesionales se centran en las normas fundamentales y valores prácticos de evaluación, la adhesión a las normas de evaluación o la correcta ética a la hora de evaluar.

2- La investigación sistemática

Las competencias referidas a la investigación sistemática se centran en los aspectos técnicos de las prácticas de evaluación; tales como el diseño, la recogida de datos, conocimiento de distintos métodos de trabajo (mixto, cualitativo o cuantitativo), el análisis de los datos o la presentación de informes. De esta manera, la evaluación podrá seguir el procedimiento adecuado y podrá ser contrastada por otras personas.

3- Análisis de la situación

Estas competencias se refieren al contexto en el que se desarrolla la evaluación. El evaluador ha de ser capaz de adaptar y modificar la evaluación si es necesario, de utilizar la información que le proporcionan y de solucionar posibles conflictos.

4- La gestión de proyectos

En la categoría de gestión de proyectos se agrupan las competencias referentes a aspectos prácticos de la realización de una evaluación como la negociación de los términos de referencia, la realización de presupuestos, la justificación de los gastos, la coordinación de recursos o la supervisión de los procedimientos.

5- La práctica reflexiva

Se centran en la capacidad del evaluador para aprender con su propia experiencia y que se necesita para el crecimiento como profesional. Algunos ejemplos podrían ser el conocer las fortalezas y debilidades propias como evaluador, la evaluación de las necesidades personales de prácticas mejoradas o participar en el desarrollo profesional hacia esa meta.

6- La competencia interpersonal

Este tipo de competencia se centra en las habilidades referentes al trato con las personas como la comunicación, la negociación, el conflicto, la colaboración o las habilidades interculturales.

Autores: @adrian_gse y @emmanueldejesus

Referencias citadas:

Kirkhart, K. (1981). Defining evaluator competencies: New light on an old issue. American Journal of Evaluation, 2, 188-192.

Moreno, T. (2015). Las competencias del evaluador educativo. Revista de la Educación Superior, 44 (174), 101-126.

Stevahn, L., King, J. A., Ghere, G., & Minnema, J. (2005). Establishing essential competencies for program evaluators. American Journal of Evaluation, 26 (1), 43-59.

Scriven, M. (1980). The Logic of Evaluation. Inverness CA: Edgepress.

¿Se pueden definir las competencias que ha de tener un evaluador?

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Se entiende por competencia entre otras acepciones la pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en algo (Real Academia de la Lengua, 2001). En otras palabras, son las capacidades y habilidades que tiene una persona o que tienen un grupo de personas para poder desarrollar satisfactoriamente una labor, un trabajo etc.

Por otro lado Michael Scriven define la evaluación como el proceso de determinación del mérito, valor e importancia de algo, ya sea un producto, una actuación, un programa de desarrollo rural, una política, etc. Además se entiende al evaluador o evaluadores como la persona o las personas encargadas de realizar dicha evaluación. Por tanto los evaluadores son los responsables de determinar el mérito, valor e importancia de algo como podría ser un programa educativo.

Si se unen ambos conceptos, se determina que las competencias de un evaluador son todas aquellas habilidades o aptitudes que tiene una persona para desarrollar satisfactoriamente su labor que no es otra que la de evaluar; la de determinar la calidad, el valor y la importancia de algo.

1. ¿Por qué determinar las competencias de un evaluador?

Definir las competencias que ha de tener un evaluador es importante ya que de ellas dependerá la calidad y validez de la evaluación. Hay aspectos de la propia persona que evalúa que puede poner en duda la credibilidad del proceso como podría ser la dependencia o falta de objetividad del evaluador o la incapacidad para analizar la situación.

Si un evaluador no posee las herramientas adecuadas de análisis y fundamenta su evaluación en simples observaciones, opiniones o creencias propias, sin contrastarlas con ningún tipo de dato o de evidencia, entonces parece lógico pensar que la persona a la que va dirigida la evaluación dude de la validez de la misma. Así mismo, cuando el evaluador o grupo de evaluadores está muy vinculado o es muy dependiente de aquello que se evalúa es normal que se llegue a cuestionar la objetividad de la misma.

De este modo, resulta que las competencias y habilidades que tenga un evaluador son muy influyentes a la hora de realizar una evaluación creíble. No solo ya en lo referente a la evaluación en sí, sino también a la hora de presentar los resultados, la evaluación despierte la confianza del público. A lo que se suma la creencia de que la definición de las competencias puede servir para contribuir a la mejora del campo profesional de la evaluación de varias formas (Stevahn, King, Ghere & Minnema, 2005; Moreno, 2015):

– Estableciendo una base para orientar los programas de formación de nuevos evaluadores.

– Ayudando a la mejora continua de los profesionales experimentados.

– Llevando a cabo revisiones periódicas que aseguren la integridad del campo.

2. ¿De qué competencias hablamos?

Las competencias que ha de tener un evaluador son múltiples y existe cierto debate en torno a ello. Antes de entrar en dicho debate se ha de realizar un pequeño razonamiento para tener una primera idea de las aptitudes básicas que precisaría tener un evaluador.

Si el objetivo de un evaluador es realizar una evaluación, el evaluador deberá cumplir con los procesos y procedimientos que se exigen para realizar una evaluación correctamente. Michael Scriven (1980) describió en su gráfico de diamante los procesos básicos que se han de realizar: estructurar, observar, analizar y juzgar. Procesos que suelen comenzar con situaciones en las que el evaluador cuenta con poca o nula información, por lo que ha de profundizar en el tema evaluado observando evidencias, recopilando datos y preguntando a personas claves. Cuando la cantidad de información aumenta se ha de analizar para llegar a síntesis que desemboquen en juicios de valor y conclusiones. Por tanto, el evaluador ha de estructurar el plan, observar las evidencias y recolectar datos, analizar la información recogida comparando datos y estimando los efectos para, por último, establecer un juicio de valor y sintetizarlo de tal manera que sea útil y comprensible.

Pero, ¿es solo esto lo necesario para realizar una buena evaluación? La respuesta en la inmensa mayoría de los casos es que no. Aunque éste sea el esquema básico para poder llevar a cabo una evaluación, deben también contemplarse todos los elementos internos y externos que afectan en el objeto a evaluar y que obligan al evaluador a ir más allá del esquema básico. Además de estas competencias técnicas y básicas, se ha de contar con muchas otras competencias de ámbito más personal y contextual como la objetividad, la ética o las habilidades interpersonales.

3.Tres enfoques para abordar la cuestión

Ahora que se va perfilando las distintas competencias de un evaluador hay que conocer los distintos enfoques que existen en la bibliografía especializada acerca de este asunto. Se podrían resumir los enfoques en 3 grandes vertientes (Moreno, 2015):

1º. Una primera postura entiende que en el campo de la evaluación no ha de haber una lista de competencias fijas. Al ser un proceso flexible y adaptable las competencias han de ser también flexibles y adaptables. En esta postura se encuentran autores como Kirkhart (1981).

2º. Un segundo grupo defendido por la American Evaluation Association (AEA) en la que se establecen principios rectores para guiar a los profesionales del campo pero que no abordan concretamente las competencias que ha de tener un evaluador.

3º. Autores como Stevahn, King, Ghere y Minnema (2005) que establece una lista de las competencias que ha de tener un evaluador.

En la siguiente entrada utilizaremos este último enfoque para profundizar en las competencias que un evaluador ha de tener por ser el más concreto y el que quizás más pueda contribuir a que se puedan apreciar mejor de un modo general cuáles son esas competencias o, por lo menos, su naturaleza.

Autores: @adrian_gse y @emmanueldejesus

Referencias citadas:

Kirkhart, K. (1981). Defining evaluator competencies: New light on an old issue. American Journal of Evaluation, 2, 188-192.

Moreno, T. (2015). Las competencias del evaluador educativo. Revista de la Educación Superior, 44 (174), 101-126.

Stevahn, L., King, J. A., Ghere, G., & Minnema, J. (2005). Establishing essential competencies for program evaluators. American Journal of Evaluation, 26 (1), 43-59.

Scriven, M. (1980). The Logic of Evaluation. Inverness CA: Edgepress.

9. 5 pasos para implicar a la población

En los procesos de evaluación de proyectos, programas o políticas existen diversas técnicas y herramientas que pueden ser aplicadas según los enfoques con los que sean abordadas. Con el transcurso del tiempo, dentro de los procesos evaluativos, se ha incrementado la necesidad de involucrar de forma más activa y representativa a los agentes involucrados de tal forma que los resultados de la evaluación sean más cercanos a las necesidades locales y se mejoren los procesos de toma de decisiones.

Dentro de los principales beneficios que se obtiene al involucrar a los agentes se encuentran: mejoras más reales a los programas; mutuo aprendizaje; integración de conocimientos locales; reducción de sesgos. Además, para el grupo de agentes, se otorga una mayor oportunidad de contribuir con el programa o proyecto; mejora las líneas de comunicación con los dirigentes y le otorga un mayor acceso a los procesos de toma de decisiones, creando procesos dinámicos de aprendizaje e innovación.

Es por esta razón, que esta guía presenta una estrategia muy básica de 5 principales pasos para ser tomados en consideración al momento de involucrar a los agentes implicados en la evaluación. Además, se exponen 3 herramientas de aplicación básicas que pueden ser adaptadas a los diferentes proyectos o programas, según las necesidades de cada uno. La guía busca ser un modelo para la orientación de las actividades de evaluación, incrementando el valor y utilidad de sus resultados, porque es de vital importancia permitirles ser parte de este proceso constructivo de evaluación.

Objetivos

Proporcionar a los evaluadores una guía para el proceso de participación de los agentes implicados, que son aquellos que tienen una participación o interés en el programa, la política, o la iniciativa a ser evaluada.

Estrategia

La estrategia reúne 5 pasos básicos y continuos que permitirán un desarrollo más adecuado de los procesos participativos. A continuación se van a presentar cada una de las 5 reglas.

 

1. Preparación

Tienes que conocer todo el plan, programa o iniciativa:

¿Para qué?

Si quieres participación activa de tus agentes implicados más importantes, necesitas comprender todo el programa así tendrás un panorama amplio del ¿cómo, por qué, cuándo y dónde? de los resultados del programa.

Tienes que contestar estas preguntas:

  •  ¿Por qué el programa existe?
  •  ¿Cuáles son los recursos monetarios asignados al programa o iniciativa?
  •  ¿Cuáles eran los objetivos y resultados esperados a corto y largo plazo?
  •  ¿Cuáles fueron las actividades realizadas para alcanzar las metas?
  •  ¿Qué resultados del programa o iniciativa se lograron?
  •  ¿Quiénes son los agentes implicados externos e internos al programa que afectaron o influyen en el diseño e implementación del programa?

Ahora, ¿Cómo harás esto?

  •  Busca información sobre el programa o iniciativa de subvención documentos, informes de mesa, artículos de investigación (por ejemplo, el modelo lógico del programa)
  •  Si no existen tales documentos, hablar con dos o tres personas que tienen alguna responsabilidad, experiencia o conocimientos históricos dentro del programa o iniciativa.
  •  Lleva un registro sistemático de los conocidos o referentes con su respectivo grado de afiliación con el programa. Este archivo es muy valioso, así se aprovechan las relaciones y conexiones entre la gente que se está conociendo para el momento de la evaluación

Recopila características de los agentes implicados bien sean individuales, grupales o de la organización, datos como áreas de experiencia, ubicación geográfica y profesional afiliaciones dentro de su red. Esta información permitirá determinar si sus actores representan experiencias particulares, perspectivas o si es el financista

Recuerda construir relaciones de afecto con los agentes implicados es una excelente inversión de tiempo y energía. Mientras más larga sea la que se tiene, más opciones tendrás de incluir un conjunto diverso de puntos de vista y experiencias en la evaluación.

Y cuantas más perspectivas se llegan a considerar, más robusta e inclusivas son sus preguntas resultantes.

 

2. Identificación 

El equipo evaluador debe tener claro el por qué se necesita involucrar a los agentes implicados en el proyecto. A continuación en la siguiente tabla se presentan los principales beneficios que le trae tanto a los agentes involucrados como al equipo evaluador, la participación de los agentes en el proceso de evaluación.

tabla 1

Tabla 1 Beneficios de los procesos participativos

Se debe establecer una lista de los principales agentes involucrados, enlistar aquellos que hayan sido incluidos en el programa, aquellos que tienen poder de decisión en el programa y aquellos que han sido afectados por el programa sin haber sido contemplados. Para la realización de esta tarea, se puede guiar con las siguientes preguntas:

  •  ¿Quién es responsable del proyecto o una política más amplia?
  •  ¿Qué personas o grupos tienen una participación o un interés en el tema?
  •  ¿Quién es influyente en el campo de la política?
  •  ¿Quién toma las decisiones?
  •  ¿Quién puede influir en las decisiones?
  •  ¿Quiénes potencialmente se verán afectados por los resultados?
  •  ¿Quién va a aportar recursos?
  •  ¿Quién puede detener el proyecto?
  •  ¿Quién está excluido y no siempre se han considerado?

Se debe considerar que los diversos agentes tendrán diferentes niveles de participación en el proceso evaluativo, por lo que se debe considerar los principales niveles de participación que se encuentran detallados en la siguiente figura.

 

niveles de participación

Figura 1.- Niveles de participación

Para realizar el análisis respectivo del nivel de participación de los agentes implicados, se debe entender propiamente su relación con el programa y tener en consideración su interés e influencia en el programa. Para esto, se puede utilizar la siguiente matriz (Figura 2) que permite ubicar los diferentes niveles de influencia versus los niveles de interés, ubicando de esta forma la participación que se debe considerar para el proceso de evaluación.

El análisis puede apoyarse en las siguientes preguntas básicas:

  •  ¿Qué participación o interés tiene el de los interesados en la política, proyecto o servicio?
  •  ¿Cómo va a la parte interesada verse afectado por la política o proyecto?
  •  ¿Qué influencia tiene las partes interesadas en relación con la política, proyecto o servicio?

 

Matriz de análisis de nivel

Figura 2.- Matriz de análisis de nivel de participación de agentes implicados

3. Quiénes son prioritarios

Recuerda que tienes que hacer una lista de aquellos agentes que son prioritarios en tu proceso de evaluación, no todos van a tener el mismo grado de implicación en el proyecto, por lo que a medida que conoces a estos agentes puedes distinguir aquellos que harán más falta en tu proceso de evaluación.

Todos tendrán puntos de vista diferentes por lo que es necesario discernir cuales son los que aportar material para el proyecto y cuáles no.

  •  Anota todos los puntos de vista de los diferentes agentes implicados, y luego de ello determina ¿qué tan importante es incluir sus puntos de vista?
  •  Si no estás seguro de cuales son aquellos que deben ir de primero, busca a un personaje que observe el objetivo del proyecto desde otro punto de vista, no te preocupes, siempre hay alguien que lo observa desde otra perspectiva y ese te ayudará a ver el proyecto con otras gafas.
  •  Y recuerda NO divulgar tu lista de agentes implicados prioritarios, esto puede generar problemas entre los participantes de las evaluaciones.

 

 

quienes son prioritarios esquema

Figura 3: Esquema de relación de las contribuciones de los agentes implicados en los procesos de formulación de preguntas de evaluación y hallazgos en las respuestas

4. Busca sus motivaciones

Ahora que tienes a los agentes implicados identificados y elaboraste tu lista de quienes son prioritarios, tienes que pensar e investigar las razones ¿por las qué los agentes implicados estarían motivados a participar en el proceso de evaluación?

Las razones pueden ser:

  •  Quieren ver que el programa sea exitoso porque desean ver cambios en su comunidad, por esta razón algunos se ven motivados a que el proceso de evaluación se realice con éxito. Consideran el proceso de evaluación como un compromiso y responsabilidad con la comunidad.
  •  Visión de desarrollo, algunos observan la evaluación como un proceso más que hay que transitar para lograr el desarrollo.
  •  Prestigio dentro de su campo de trabajo, se sienten motivados al recibir algunos reconocimientos dentro de su trabajo, grupo de acción local que los hace sentir importantes.
  •  Aprendizaje y red de contactos (“networking”)., muchos agentes implicados utilizan una oportunidad de evaluación de proyecto para conectarse con otras personas, empresarios, voluntarios, líderes locales que les permite obtener conocimientos y beneficios.

Recuerda en el momento de hablar con ellos identificar cuáles son sus motivaciones y los beneficios que los participantes obtendrán por participar en la evaluación, en ocasiones puede ser dinero y este factor se dará si hay un presupuesto que permita contemplar ese gasto, conocimiento en temas de evaluación o ampliar su red de contactos.

5. Selecciona una estrategia

El último paso es seleccionar una estrategia para poder comprometer a estos evaluadores a que sean colaboradores en el proceso de evaluación.

Aquí sugerimos uno criterios a considerar antes de seleccionar la estrategia

Factor a considerar  

Estrategia

 Tiempo  Considera cuanto tiempo tienes para realizar la evaluación, ya que de este dato dependerá cuanto tiempo puedes invertir en comprometer a los agentes implicados.
 Presupuesto  Considera cuanto del presupuesto asignado para la evaluación podrá ser incluido en esta fase de la metodología de evaluación. Se tienen que considerar costos de movilización, alquiler de salones, materiales, honorarios profesionales y herramientas web para encuestas y análisis de respuesta.
 Localización geográfica  Es importante mantener a los agentes implicados en un mismo espacio físico al momento de evaluar el programa. Al estar en mismo espacio físico permite generar agentes implicados. Sin embargo, todo dependerá del presupuesto, las limitaciones de tiempo, lugar de residencia, si esto no es posible una herramienta de participación virtual también se puede implementar.
 Cómo se relacionan los agentes implicados  Como ya conocemos la relación entre los agentes implicados, clasifíquelos y elabore dinámicas para que los agentes se conozcan y el proceso de evaluación sea enriquecedor. Por otro lado, si el grupo se conoce entre sí, usted puede optar por una estrategia que se construya a partir de sus experiencias en conjunto.
 Grado de complejidad del programa  Si el programa o iniciativa que se está evaluando es complejo (de varias fases), puede que se tenga que proporcionar materiales que permitan a los participantes una comprensión completa del programa. Y, cuanto más complejo sea el programa o iniciativa, probablemente se necesite más tiempo para asegurar que la mayoría entienda los que se está evaluando y alcanzar un consenso sobre hacia dónde enfocar la evaluación.
Experiencia previa en evaluación  Es importante conocer si los agentes involucrados han participado anteriormente en los procesos de evaluación y si han sido partes activas del proceso.

Tienen poca o ninguna experiencia con la evaluación, considere guiarlos en el proceso, un poco de material de fondo, incluyendo un resumen de la evaluación como parte de su estrategia de compromiso.

Realiza una tabla de evaluación en donde consideres la frecuencia a la que tu agente implicado ha participado en un proceso de evaluación.

frecuencias

Figura 4: Escala de frecuencia de participación en las evaluaciones por parte de los agentes implicado

Post elaborado por: Liseth Barriga, Carolina de la Torre y Gabriela Mójer.

4. La variable ambiental y la sostenibilidad

Antes de llegar a los años 80, las variables técnico-económicas fueron predominantes en la búsqueda del desarrollo, pero repetidos fracasos en diversas experiencias, sobretodo en los países en vías de desarrollo, llevaron a cambiar de planteamiento y a la introducción de nuevas variables. Los factores técnico-económicos se consideran importantes, pero no suficientes. Un proceso de desarrollo es algo mucho más global y multirrelacional (Mayor, 1987) y el desarrollo sostenible implica un constante cambio evolutivo, auto-organizativo y adaptativo (Bossel, 1999).

La introducción del desarrollo sostenible

La Conferencia sobre Medio Ambiente Humano que tuvo lugar en Estocolmo en 1972 supuso el inicio del entendimiento y reconocimiento del vínculo entre medio ambiente y bienestar humano. Fue la primera conferencia global sobre medio ambiente, y la primera en enfocarse en un solo tema. Fue aprobada una declaración de principios que sirvió de cimiento para el desarrollo del derecho ambiental internacional durante los decenios de 1970 y 1980. Otro importante resultado de la Conferencia fue el posterior establecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), principal órgano de las Naciones Unidas en la esfera del medio ambiente y principal autoridad ambiental mundial.

El proceso preparatorio se inició en 1968. En este año, un grupo importante de personalidades creó el Club de Roma, el cual viene publicando informes desde 1972 llamando la atención sobre las dificultades del planeta para sostener un desarrollo basado en el despilfarro y en el consumo masivo de los recursos naturales.

En un principio se planeaba tratar solamente temas ambientales, pero los Estados en vías de desarrollo insistieron en la inclusión de los temas de desarrollo.

common futurePara conmemorar el décimo aniversario de la Conferencia de Estocolmo se celebró en Nairobi, en mayo de 1982, un período de carácter de sesiones extraordinario del Consejo de Administración del PNUMA. Ese período de sesiones supuso una oportunidad única para reunir a la nueva generación de encargados de la adopción de decisiones ambientales de todo el mundo para dar nuevos bríos al programa. Se planteó la necesidad de fomentar el desarrollo sostenible a partir de una mayor conciencia creada en muchos países acerca del deterioro ambiental y, específicamente, de sus repercusiones globales.

Ante esta situación, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció, en diciembre de 1983, la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo (CMMAD) como órgano independiente_para proponer estrategias ambientales a largo plazo encaminadas a lograr el desarrollo sostenible para el año 2000 y más adelante. La Comisión se dedicó al análisis y documentación del vínculo entre desarrollo y medio ambiente, llegando a la conclusión de que ambos procesos pueden ser armónicos.

En 1987, la publicación del Informe de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente (World Commission on Environment and Development, 1987) (conocido como el Informe Brundtland), titulado Nuestro Futuro Común, llamó la atención al mundo sobre la urgente necesidad de encontrar formas de desarrollo económico que se sostuvieran sin la reducción dramática de los recursos naturales ni daños al medio ambiente.

Este informe marcó su importancia en la definición de desarrollo sostenible como aquel que atiende a las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las

necesidades de las futuras generaciones (World Commission on Environment and Development, 1987). Este informe fue definitivo en la decisión de la Asamblea General para convocar a la Cumbre sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, dada la clara necesidad de redefinir el concepto de desarrollo para que incluyera el desarrollo socio-económico y detuviera el deterioro del medio ambiente. Esta nueva definición podría surgir solamente de alianzas entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.

Portada del Informe de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente de 1987

La definición dada parte del supuesto de que “es técnica y económicamente realizable lograr una sociedad sostenible” (Calvo et al., 1997) y dan a entender que el desarrollo sostenible comprende, al menos, dos perspectivas que se pueden sintetizar en dos objetivos. En primer lugar, el objetivo actual, es el mejoramiento de la calidad de vida de todos los habitantes. El objetivo futuro, no menos importante, consiste en no comprometer el futuro de las futuras generaciones restringiendo sus alternativas de desarrollo. Con ello incorpora un aspecto nuevo y es el de la justicia intergeneracional o transgeneracional que debería ser parte inherente a toda política de desarrollo.

Pero el desarrollo sostenible ha sido criticado por la ambigüedad de sus interpretaciones, ya que representan una cosa distinta para cada persona y, por lo tanto, permite justificar acciones de muy diversa naturaleza (Mitchell, 1999).

La Cumbre de la Tierra en Río

cumbre ríoCon el antecedente del informe Brundtland, comenzó el proceso de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD, conocida como Cumbre de la Tierra), que tendría su clímax en Río de Janeiro en 1992, cuando los líderes de las naciones se reunieron durante dos semanas para establecer los lineamientos de las políticas locales, nacionales e internacionales necesarias para tener un medio ambiente más sano.

La Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro no tuvo precedentes en otras conferencias de la Naciones Unidas, tanto por su tamaño como por la magnitud de los temas a tratar. El mensaje de la Cumbre fue claro: era necesaria una transformación de nuestras actitudes y comportamiento, la cual lograría los cambios necesarios para la subsistencia sana del planeta y sus habitantes.

Logo cumbre de la Tierra

A pesar de que los procesos de negociación limitaron su alcance, la Agenda 21 es sin duda el principal logro de la Cumbre de la Tierra. Este documento es un programa de acción de gran alcance destinado a remodelar las actividades humanas para minimizar el daño ambiental y garantizar la sustentabilidad en los procesos del desarrollo.

A largo plazo, los resultados positivos de la Cumbre incluyeron las reacciones en la mayor parte de los Estados de todo el mundo, como la vigilancia a la producción de componentes tóxicos, la búsqueda de fuentes alternativas de energía, el énfasis sobre la importancia del transporte público y el incremento en la preocupación por la creciente escasez de agua.

En paralelo a los trabajos de la CNUMAD, a partir de 1989, aproximadamente 7.890 ONGs y Movimientos Sociales del mundo se reunieron para formar el Foro Global de Organizaciones No Gubernamentales. El logro principal de sus trabajos fue la vinculación de las organizaciones no gubernamentales tanto de intereses ambientalistas como las de desarrollo y otras causas regionales y globales, conformando redes de enlace e intercambio de información.

Objetivos incumplidos y nuevas esperanzas

Cinco años después de Río, los líderes de las naciones se reunieron en Nueva York para evaluar los adelantos que se habían logrado a partir de los objetivos planeados en Río. A su vez, las ONG y los movimientos sociales se reunieron una vez más en Río de Janeiro con el mismo objetivo. La evaluación, desgraciadamente, resultó negativa. Los intereses económicos que provocan la destrucción de los recursos naturales y las dificultades que se presentan entre los gobiernos para llegar a acuerdos no habían permitido que los cinco años que habían pasado fueran suficientes para lograr adelantos significativos. Los resultados positivos se concentraban más que nada en la concienciación de la población global acerca de los problemas ambientales.

Al finalizar esta Cumbre la comunidad internacional se fijó como meta realizar en 2002 otra gran Cumbre en Johannesburgo para revisar los avances mundiales en la ejecución de la Agenda 21. La Comisión de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas (CDS) fue creada en ese entonces como un organismo ad–hoc para analizar, año tras año, los avances y guiar la política internacional.

Lo que el mundo deseaba de Johannesburgo, según lo que afirmaba la Asamblea General, no era un nuevo debate filosófico o político sino más bien una cumbre de acciones y resultados. Desde cualquier punto de vista, la Cumbre de Johannesburgo ha puesto los cimientos y ha abierto el camino para la acción. Sin embargo, entre las metas, calendarios y compromisos que se acordaron en Johannesburgo no ha habido ninguna solución milagrosa en la lucha contra la pobreza y contra el continuo deterioro del medio ambiente natural. No ha habido ninguna solución mágica, pero lo que sí ha habido ha sido una comprensión de que era necesario adoptar medidas prácticas y sostenidas para enfrentarse a muchos de los problemas más acuciantes que existen en el mundo.

Pero en muchos sentidos, tanto estructuralmente como en cuanto a resultados, Johannesburgo también ha marcado un avance importante respecto a anteriores conferencias de las Naciones Unidas, lo cual podría tener un efecto muy positivo en el modo en que la comunidad internacional se plantee la solución de estos problemas en el futuro.

La cuestión es si serán realmente diferentes las cosas después de Johannesburgo se preguntaba el Secretario General de la Cumbre, Nitin Desai. Esta será la prueba a la hora de poner en práctica las propuestas de la conferencia.

“Río+20”

rio 20«Rio+20» es el nombre abreviado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada el pasado junio de 2012 en Río de Janeiro —Brasil—, veinte años después de la histórica Cumbre de la Tierra en Río en 1992.

En el escenario de una gran crisis financiera en Europa y en otras partes del mundo, en la Conferencia Río +20, los líderes mundiales, junto con miles de participantes del sector privado, las ONG y otros grupos, se unieron para dar forma a la manera en que puede reducir la pobreza, fomentar la equidad social y garantizar la protección del medio ambiente en un planeta cada vez más poblado.

Actualmente una de cada cinco personas vive con menos de 1,25 dólares diarios o menos, mil millones y medio de personas no tienen acceso a la electricidad, casi mil millones de personas pasan hambre cada día, las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando… Río +20 ha sido también una oportunidad para mirar hacia el mundo que queremos tener en 20 años.

Las conversaciones oficiales se centraron en dos temas principales: cómo construir una economía ecológica para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de la pobreza, es decir la economía verde, y cómo mejorar la coordinación internacional para el desarrollo sostenible, es decir la gobernanza. Además se trataron gran diversidad de temas como la pesca, la energía, los oceános, la alimentación, la seguridad alimentaria, etc.

Pese a las diferencias entre participantes y el no haber llegado ha cumplirse todas las expectativas que la UE ponía en esta conferencia, el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, Arias Cañete, asegura que “el desarrollo sostenible tiene una importancia crucial para la creación de empleo y el crecimiento económico” (MAGRAMA, 2012). El ministro también explica que “esta conferencia debe verse como un punto de partida, ya que marca el inicio de un proceso para aplicar mejor y de manera más eficiente las políticas de desarrollo sostenible” (MAGRAMA, 2012), después de recordar la importancia de la intervención en esta conferencia de la sociedad civil y el sector empresarial.

La cumbre se ha cerrado con la firma del documento “El futuro que queremos” (ONU, 2012) que conlleva una inversión de más de 400 millones de euros para proyectos de desarrollo sostenible.

Al contrario que la mayoría de los líderes políticos de los 193 Estados participantes quienes han visto en el documento “un paso importante en la dirección adecuada”, las ONGs subrayan que este documento se caracteriza por la “falta de ambición de los gobiernos participantes que manifiesta la falta de compromiso” de los mismos.

Por otro lado se destaca la declaración realizada por los miembros de The World Engineering Community, quienes en el marco de esta cumbre han puesto de manifiesto la importancia de la labor de los ingenieros para lograr mejoras tecnológicas que afectan a la vida de todas las personas. A través del intercambio y la aplicación del conocimiento científico, la creatividad y la práctica de la ingeniería y la tecnología, los ingenieros son capaces de introducir soluciones sostenibles en la mayoría de las áreas de actividad que contribuyen a la calidad de vida de las comunidades.

 

3. La variable económica en el desarrollo

Es en la segunda mitad del siglo XX comenzó a emplearse habitualmente el concepto de desarrollo para designar a las actividades, planes, programas e iniciativas cuya finalidad es elevar el nivel de vida de las personas como colectividad.

Con arreglo a esta concepción clásica, el desarrollo se puede entender como un proceso de crecimiento económico continuado que asegura unos excedentes duraderos de toda clase de bienes, que son dedicados a cubrir las necesidades humanas y a potenciar un mayor nivel de bienestar para una población en aumento (D’Entremont, 2001).

Los modelos de desarrollo económico se caracterizan también por presentar un incremento armónico de la producción y de la población, y por la aparición de excedentes que pueden ser reinvertidos en el propio impulso económico de un país o de una región (Puyol et al., 1993).

Las necesidades humanas a cubrir, según esta concepción del desarrollo, serían principalmente económicas y materiales; y la forma de medir el nivel de bienestar se basaría en los llamados indicadores económicos: márgenes y la dinámica del crecimiento del PNB; las condiciones de la expansión de la riqueza en cuanto a la explotación y el aprovechamiento de recursos propios y ajenos; y a la acumulación de medios de producción y de infraestructuras (D’Entremont, 2001).

En los años 50-70 también se produce una enorme expansión de la planificación del desarrollo basado en la convicción de que el progreso sólo podría ser acelerado por la planificación (Waterston, 1969). En este contexto se definen los pilares, principios generales y etapas de la planificación del desarrollo.

Durante esta época resulta difícil desligar el concepto de planificación de todo contenido económico (Trueba, 2001). La planificación, como actividad encaminada a dar forma orgánica a un conjunto de actividades o de decisiones, integradas y compatibles entre sí (Martner, 1967), tiene su máxima expresión en el presupuesto. Éste se diseña desde la perspectiva de una planificación que ha de prever el comportamiento de una organización para hacer frente a las necesidades que han de presentarse en un periodo de tiempo futuro (Fayol, 1969).

2. Evolución y teorías del desarrollo

El desarrollo es, sobre todo, una cuestión de valores, muy dependiente de la postura individual sobre aspectos culturales, políticos, económicos y sociales. Las diversas corrientes de pensamiento y opiniones contradictorias en relación con el significado del desarrollo, se reflejan en los planes y políticas con cambios drásticos en las prioridades y tendencias. Esto encuentra su expresión en cuestiones tales como la racionalidad de los gobiernos, el papel central de los economistas como asesores de los gobiernos, el efecto de goteo, el desarrollo comunitario, los efectos de demostración, el despegue, las necesidades básicas, la revolución verde, el desarrollo desde abajo, el desarrollo rural integrado, las cooperativas y el desarrollo de la comunidad, el desarrollo sostenible, etc. (Widstrand, 1990).

Durante el pasado siglo XX el concepto de desarrollo ha ido evolucionando, al igual que las principales variables que lo componen y el diseño de su planificación. Desde el lenguaje político económico, el concepto de desarrollo ha venido implicando:

  • Elevada capacidad productiva determinada por una compleja estructura de producción industrial, competitiva y rápida en su readecuación.
  • Elevados niveles de ingreso y consumo per cápita y bienestar social extendido a la mayor parte de los sectores sociales.
  • Grado de utilización (y eficiencia en el uso) de las llamadas modernas tecnologías de producción
  • Elevado nivel de la población económicamente activa.

La evolución de la teoría del desarrollo puede proporcionar un marco para comprender la concepción actual del desarrollo y detectar su carácter dinámico. “En términos generales podemos decir que en las décadas de los 50 y 60 la modernización fue el término clave; en la década siguiente, comenzó a destacar la teoría de la dependencia; a comienzos de los 80, fue adquiriendo importancia el concepto de liberalización” (NORAD-UD, 1997), a partir de los 90 el acento se puso en la integración social y en la actualidad el término clave es el conocimiento. No se trata de enfoques opuestos sino que se enriquecen mutuamente. Una buena concepción del desarrollo debe contemplar estos cinco enfoques que, de forma esquemática, se resumen a continuación:

 

evolución de la teoría

Evolución de la teoría del desarrollo durante las últimas décadas
Fuente: Elaboración propia.
  • La modernización: Defiende que la inversión en industrialización y agricultura por encima de un cierto nivel desencadenará un desarrollo hacia la producción en masa, la democracia y los sistemas de protección social. Este enfoque supone:
    • Creencia en el comercio libre y en la conveniencia de una creciente integración en la economía mundial.
    • Énfasis en la tecnología moderna y en la industrialización.
    • Creencia en el papel del Estado para lograr la industrialización e influir sobre el mercado.
    • Creencia en los efectos de goteo y el incremento de la formación de capital en la sociedad como resultado de la industrialización.
  • La dependencia: En este caso se considera que las áreas débilmente desarrolladas reciben relativamente menos beneficios del desarrollo que las más desarrolladas cuando se intercambian bienes con un bajo grado de elaboración por bienes altamente procesados. Este enfoque supone:
    • Creencia en el proteccionismo y en un bajo grado de integración en la economía mundial.
    • Gran importancia a la función que el Estado cumple en la planificación, inversión y distribución de los recursos.
    • Creencia en el desarrollo integrado dentro de áreas limitadas.
    • Creencia en la conveniencia de unidades de producción de menor tamaño y en la utilización de tecnología simple.
  • La liberalización: Aquí el estímulo de las fuerzas del libre mercado y el crecimiento del sector privado son una condición previa para el crecimiento económico y el desarrollo. Este enfoque supone:
    • Énfasis en la inversión y el desarrollo del sector privado.
    • Se concede una mayor importancia a la producción y la productividad que a los aspectos de distribución.
    • Énfasis en la producción para el mercado externo.
    • Menor énfasis en los aspectos políticos, institucionales y culturales, y más en el crecimiento económico.
  • La integración social: La integración social se refiere a los esfuerzos por desarrollar, en diferentes formas, métodos científicos de investigación en los cuales las personas que se espera que obtengan un beneficio de la investigación desempeñan un papel preponderante. Es un proceso de sensibilización y organización de una comunidad para que de forma voluntaria integre sus esfuerzos con un fin determinado y preestablecido. El éxito va a radicar en que la población esté bien estructurada, mantenga el diálogo, tenga relaciones, participe, colabore y desarrolle actividades en un marco armónico para alcanzar unos objetivos comunes (Trueba, 1988). Se trata de concebir los resultados en función de los destinatarios del mismo (Muñiz, 1989) y aplicar un modo de aproximación basado en el proceso de aprendizaje del propio planificador basado en los beneficiarios (Uphoff, 1991).
  • La integración en la Sociedad del Conocimiento: En éstos últimos tiempos el crecimiento económico y la productividad de los países desarrollados se basan cada vez más en el conocimiento y la información. Actualmente, la generación y explotación del conocimiento juegan un papel predominante en la creación de bienestar (Dirección General de Investigación de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid). Es lo que se ha venido llamando la Sociedad del Conocimiento.

Los tres primeros enfoques suponen una perspectiva predominantemente económica que a lo más llegan a la introducción de las variables del medio físico o preocupación medioambiental. Esta comienza a adquirir una gran importancia en los años sesenta y supuso un enverdecimiento de la opinión pública que se plasmó en todos los niveles de la sociedad moderna en los años 80. La sostenibilidad se convirtió en un término clave pero aún así, el movimiento ecologista no consiguió suficiente poder para dominar los aspectos económicos del desarrollo (Cloke & Little, 1990). La llegada de la década de los noventa supuso la difusión y preponderancia de la variable social como vía para un desarrollo viable. En la actualidad destaca la importancia de una nueva variable, el conocimiento y su papel en el desarrollo.

evolución de las variablesEvolución de las variables del desarrollo durante las últimas décadas.
Fuente: Elaboración propia

Aunque existe un consenso firme acerca de la importancia de las cuatro variables señaladas, el desarrollo puede ser interpretado de varias maneras, No existe una teoría universal sobre las causas del desarrollo, ni tampoco hay un modelo simple de general aplicabilidad para entender cuáles son los procesos que conducen al desarrollo. Es necesaria una mente abierta, contar con un amplio conocimiento y experiencia y evitar verse influido por una sola postura. Es importante abordar el desarrollo desde varias perspectivas o enfoques.

A continuación se analizan las cuatro variables señaladas y los contextos en cada unas de ellas se generó: la variable económica en los años 50-70, la ambiental en los años 80, la social en los 90 y el conocimiento en el siglo XXI. Variables que no se van excluyendo sino que se van sumando, contribuyendo a un enriquecimiento de la concepción del desarrollo.