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Principales corrientes de Evaluación: El aprendizaje, la teoría y las pruebas

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La conferencia de la Sociedad Europea de Evaluación celebrada del 10 al 12 de octubre del 2002 tuvo como título: Corrientes de evaluación en la actualidad: Aprendizaje, teoría y pruebas (Learning, theory and evidence). Una reflexión sobre las principales corrientes existentes a la hora de abordar la evaluación: la evaluación basada en la teoría, la evaluación basada en las pruebas y la evaluación basada en el aprendizaje.

El aprendizaje es considerado sin duda como un objetivo global de la evaluación. Es necesario aprender de la evaluación. En un mundo donde el Estado ya no intenta ocuparse de todo, sino que a menudo se asocia con la sociedad civil, el aprendizaje a través de la evaluación deja de ser el coto privado de las autoridades políticas. Las comunidades, las asociaciones y los ciudadanos también se sirven de la evaluación para aprender y mejorar. Procedente de los campos de la gestión del conocimiento y del aprendizaje organizacional, está surgiendo con fuerza un movimiento que está redefiniendo el aprendizaje para convertirlo en una corriente dominante de la evaluación actual. Los evaluadores se interesan cada vez más por atesorar lo que hemos aprendido para que no se pierdan los frutos de las evaluaciones pasadas y que haya acceso a ellos y puedan recuperarse cuando se necesiten más adelante.

La evaluación basada en la teoría explora y trata de comprender el cómo y el porqué de los éxitos y fracasos de un programa. Intenta examinar las condiciones de implementación de un programa, así como los mecanismos que vinculan los procesos y los resultados. Esta corriente ha tenido un largo pasado (Chen & Rossi, 1983; Chen, 1990; Coryn et al., 2011; Rogers, 2007; Weiss, 1972a; 1972b, 1995; 1997a; 1997b), y recibió nuevos impulsos tras el surgimiento de escuelas realistas y la teoría del cambio, y a merced de la naturaleza retadora de las políticas públicas contemporáneas. Estas políticas a menudo se han plasmado en programas complejos que, al ser evaluados, no siempre ofrecen resultados claros. Si se desea sacar una conclusión general a partir de los resultados de la evaluación, debemos interpretar con cautela los datos obtenidos dentro de un marco teórico dado.

La corriente basada en las pruebas se ha convertido en un tópico en ciertos países europeos y se ha difundido con gran rapidez. Nace del deseo de los responsables políticos de obtener los mejores resultados a partir de los escasos recursos públicos disponibles. Éstos se preguntan ¿qué pruebas hay de que esto funciona? . Los defensores de la evaluación basada en las pruebas abogan a favor del rigor y de normas estrictas a la hora de proceder al análisis de todas las pruebas, sea cual sea la modalidad y el método empleados para obtenerlas. Muestras de esta corriente a nivel internacional ha sido la creación de organizaciones como la Cochrane Collaboration y la Campbell Collaboration.

  • La Cochrane Collaboration es una organización sin ánimo de lucro creada para preparar, mantener y promocionar la accesibilidad de las evaluaciones de los efectos de las intervenciones en el campo de la atención sanitaria. Facilitar el acceso a pruebas de lo que realmente funciona en este campo ante la enorme cantidad de información existente.
  • La misión de la organización Campbell Collaboration es la de preparar, mantener y diseminar las evaluaciones sistemáticas de los efectos sociales de la mayor parte de las actuaciones públicas. Recopilar pruebas de lo que realmente funciona en estos campos y ayudar así a la toma de decisiones en base a pruebas de calidad.

Obviamente, en el mundo real, estas corrientes no son autónomas. Muchos son los que argumentan que es la evaluación basada en la teoría la que genera las pruebas más convincentes, y que son las pruebas apropiadas las que hacen que las esferas políticas y la sociedad civil aprendan de verdad. Para los especialistas de la evaluación actualmente existen muchos enfoques alternativos, métodos y herramientas que veremos más adelante.

 

Referencias citadas:

Chen, H. T. (1990). Theory driven evaluations. Sage Publications. Newbury Park. California.

Chen, H. T. & Rossi, P. (1983). Evaluating with sense: the theory-driven approach. Evaluation Review 7(3): 283-302.

Coryn, C. L. S., Noakes, L. A., Westine, C. D., & Schro¨ter, D. C. (2011). A systematic review of theory-driven evaluation practice From 1990 to 2009. American Journal of Evaluation, 32, 199–225.

Rogers, P.J. (2007). Theory-based evaluation: Reflections ten years on. In S. Mathison (Ed.), Enduring issues in evaluation: The 20th anniversary of the collaboration between NDE and AEA (pp. 63-67). New Directions for Evaluation, No. 114. San Francisco, CA: Jossey-Bass.

Weiss, C. H. (1972a). Evaluating Action Programs: Readings in Social Action and Education. Allyn & Bacon. Boston.

Weiss, C. H. (1972b). Evaluation Research: Methods for Assessing Program Effectiveness. Prentice-Hall. Englewood Cliffs. New Jersey.

Weiss, C.H. (1995). Nothing as practical as good theory: Exploring theory-based evaluation for comprehensive community initiatives for children and families. In J. Connell, A. Kubisch, L. B. Schorr, & C. H. Weiss (Eds.), New approaches to evaluating community initiatives: Volume 1, concepts, methods, and contexts (pp. 65-92). New York, NY: Aspen Institute.

Weiss, C. H. (1997a). How can theory-based evaluation make greater headway? Evaluation Review 21(4): 501-524.

Weiss, C.H (1997b). Theory-based evaluation: Past, present and future. In D. J. Rog & D. Fournier (Eds.), Progress and future directions in evaluation: Perspectives on theory, practice and methods (pp. 55-41). New Directions for Evaluation, No. 76. San Francisco, CA: Jossey-Bass.