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Evaluación previa: Acompañando al diseño de los programas

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La evaluación previa acompaña al diseño de los programas para asegurar un buen diseño y la evaluabilidad de los programas. Vemos este acompañamiento a través de la integración, la participación y el aprendizaje que se da en la evaluación previa.

La integración

La evaluación previa se alimenta del diseño de la intervención que se está gestando y de la información que surge del estudio del contexto territorial. Se trata de la integración de los trabajos de S&E en los trabajos de planificación. Esta integración ha de dar como resultado una mayor adaptación de la evaluación al programa y su contexto, de manera que atienda a sus principales aspectos específicos.

la evaluación previaLa evaluación previa durante la etapa de diseño y evaluación previa

La evaluación previa sigue muy de cerca la intervención durante su diseño teniendo una misión específica (ver figura) en cada una de las etapas en las que se va perfilando la intervención. Este primer ejercicio de evaluación ha de ir realizando una serie de recomendaciones que deben ser asimiladas antes del inicio de la intervención. Se trata de la integración de los trabajos de planificación en los trabajos de evaluación. Esta integración ha de dar como resultado un programa adecuado y evaluable.

La participación

El objetivo principal de la participación es conseguir la integración de la población en la elaboración del programa de desarrollo. Durante el proceso de planificación en la etapa de diseño es importante conocer las medidas que la población local –relacionada con los diversos sectores de su economía– considera de desarrollo preferente. La mayoría de estas aportaciones se limitan a ideas de posibles actuaciones para resolver problemas de los diferentes sectores, pero normalmente carecen de la definición suficiente para poder ser evaluadas o identificadas como actuaciones a seguir. Una labor importante es la de definir y concretar estas aportaciones a nivel de ideas, que muchas veces son tanto o más interesantes que las realizadas a nivel de proyectos. Además, el proceso de participación ha de permitir la identificación de pioneros y emprendedores entre la población.

En cuanto al S&E, la participación ha de suponer la posibilidad de discutir los aspectos esenciales que han de tratar el S&E, sus objetivos, prioridades, destinatarios, usos y obtener definiciones compartidas. Es necesario estar preparado para el uso de los resultados desde el principio del plan de evaluación, lo que no es algo natural, automático o fácil de realizar, sino que hay que facilitarlo implicando a la gente en el proceso de evaluación a través de la participación. La evaluación previa debe supervisar la realización de las siguientes fases de participación:

la participaciónLa participación durante la etapa de diseño y evaluación previa

Entrevistas a gestores

En una primera fase se realizan una serie de entrevistas personales en profundidad con los agentes encargados de la gestión del programa en los diferentes niveles. Las entrevistas han de llevar a:

  • Empezar a discutir los aspectos esenciales del S&E.
  • Recoger las primeras aportaciones sobre la concepción del programa.
  • Identificar a los pioneros y emprendedores, personas de reconocida experiencia, e integrarlos en la elaboración del programa con el fin de aumentar su credibilidad. Los rasgos que pueden identificar y valorar al pionero y emprendedor pueden ser su iniciativa, capacidad de adaptación y negociación, competencia y disponibilidad.
  • Confirmar la adecuación del modelo de cara a su aplicación práctica y de las estrategias diseñadas.
  • Contar con una visión de la situación de los sectores objeto de estudio.

 

Entrevistas a informantes clave

Una vez identificadas las personas y sus características se procede a la preparación de las entrevistas y al diseño de cuestionarios. Actuar de manera inversa llevaría a no aprovechar la información potencial que tienen o a desorientar ante líneas de actuación y preguntas poco adecuadas. En una segunda fase, se desarrollan las siguientes actividades:

  • Entrevistas personales con los informantes clave identificados.
  • Reunir la información necesaria para el análisis, obteniendo una visión individualizada de la situación de los sectores productivos en las distintas zonas.
  • Seguir con la identificación de los líderes, personas dinámicas y emprendedoras dotadas de gran popularidad entre la población local.

 

Reuniones públicas y mesas redondas

En la tercera fase se mantienen reuniones públicas de trabajo, entrevistas personales, grupos de discusión y mesas redondas dirigidas a toda la población. Es importante que la participación facilite un proceso de socialización haciendo públicos los resultados y opiniones, dando pie a la discusión y al diálogo entre la propia población. Esta apertura del proceso facilita el intercambio de información, el razonamiento de las ideas expuestas y permite llegar a consensos que normalmente constituyen el fruto más preciado de la participación.

Se ha de prestar especial atención a las personas identificadas como emprendedoras y líderes, cuidando una serie de cuestiones previas:

  • Información previa por canales adecuados (Ayuntamientos).
  • Adecuación del lenguaje utilizado.
  • Realización de intervenciones cortas, utilizando varios ponentes.
  • Participación del público (aportaciones comunes y encuestas personales).
  • Utilización de lugares familiares (Ayuntamiento, Casa de Cultura…).
  • Realización en horario no laboral (última hora de la tarde).

En las reuniones de trabajo se debe realizar una presentación del programa, con mayor profundidad en aquellos lugares donde la información previa sobre el programa ha sido menor. A continuación se realiza una fase de preguntas con el objeto de solucionar las dudas más genéricas que se producen entre los asistentes. Por último, se entra en la fase más importante: se entrevista en profundidad a los asistentes más representativos de las reuniones.

Durante las entrevistas se sigue un cuestionario diseñado para ese fin conforme la información recogida en la primera y segunda fase de la participación social, se tratan todos los aspectos sobre los que se desea obtener información pero de manera que sea lo suficientemente abierto para permitir que en la entrevista se puedan tratar con mayor profundidad aquellos aspectos que más interesaran o inquietan al entrevistado.

 

El aprendizaje

Para que los trabajos de evaluación previa sean de la mayor utilidad posible es importante partir con unos objetivos claros de lo que se espera de ella (evaluación por objetivos). A la vez, es necesaria cierta flexibilidad y que un enfoque por procesos permita la adaptación de los trabajos de evaluación a los nuevos conocimientos y circunstancias que vayan surgiendo. Estos conocimientos han de ser gestionados de modo que se realice:

el aprendizaje

Identificación del conocimiento existente (la información facilitada por el contexto, la experiencia de la población y expertos y los conocimientos que ya se encuentran en el engranaje de S&E o conocimiento útil).
Conversión del conocimiento identificado en conocimiento útil que se pueda difundir y utilizar, mediante la interpretación del conocimiento inicial identificado y la reflexión a partir de él.
Difusión de este conocimiento generado para su posterior utilización.

Para enriquecer este aprendizaje, además de buscar la participación en la zona de intervención, es conveniente conocer otras experiencias viajando a otras zonas y conocer nuevas ideas y proyectos.

 

El aprendizaje durante la etapa de diseño y evaluación previa