El ámbito rural presenta grandes desafíos y oportunidades dado que se caracteriza por concentrar altos niveles de pobreza, particularmente de familias agricultoras a pequeña escala. La agroforestería, como sistema de manejo dinámico y ecológico de los recursos naturales, diversifica y sustenta la producción con objeto de incrementar los beneficios económicos, sociales y ambientales, partiendo de un enfoque de desarrollo sostenible.
Un aumento de la producción, productividad y la diversidad de productos puede contribuir a mejorar la salud y la nutrición de la población en situación de pobreza de las zonas rurales. También puede proporcionar una amplia variedad de servicios ambientales, como pueden ser la mejora de la fertilidad del suelo, la restauración de tierras degradadas, la mejora de la conservación del agua, o la limitación del desarrollo de plagas y la erosión del suelo.