Estas rocas se forman por consolidación de un magma en fallas, zonas de fractura, planos sedimentarios o cualquier discontinuidad en la roca encajante. De forma general suele tener forma tabular con un amplio desarrollo superficial. Presentan dimensiones variable, donde el espesor puede oscilar de centímetros a metros y la longitud de metros a kilómetros. La consolidación del magma en estas circunstancias da lugar a distintos tipos de rocas cuya composición irá de básica a ácida dependiendo de las características del magma.
Los diques representan conductos de forma laminar y disposición subvertical, que atraviesan la litosfera conectando diferentes zonas de acumulación de magma. Suelen aparecer en grupo formando sistemas que presentan distinta disposición y relación:
- Enjambre de diques: en los que los diques se sitúan formando haces, suelen ser subverticales con potencias variables y recorrido sinuoso.
- Diques paralelos: donde los diques presentan disposición paralela entre sí. En general, su existencia viene relacionada con un conjunto de fracturas, en las que se ha inyectado el magma, asociadas a una determinada dirección de esfuerzos tectónicos.
- Diques radiales: son típicos de zonas volcánicas donde la cámara magmática se encuentra cercana a la superficie. Los diques divergen de una intrusión central y constituyen conductos laminares de propagación del magma.
- Diques cónicos y /o anulares: son intrusiones curvas y concéntricas con buzamiento divergente típicos de procesos de hundimiento. Son característicos de zonas volcánicas con cámara magmática superficial cercanas a la superficie.