En muchas obras de drenaje transversales bajo los terraplenes, las grietas observadas son las que se producen cuando la carga del terreno existente sobre la clave de la obra de drenaje supera la resistencia estructural de la tubería. En la zona inferior, la existencia de hormigón en masa bajo el apoyo del tubo, incrementa la resistencia en esa zona. En los extremos de la obra de drenaje, las impostas de los emboquilles rigidiza los tubos, dificultando la aparición de fisuras.
El posible mecanismo de rotura se ha dibujado en la Figura.
Como se puede ver, el peso de las tierras produce un descenso de la clave, pudiendo dar lugar a la aparición de cuatro rotulas, en los extremos de los diámetros verticales y horizontales. Las fisuras que se producen en el diámetro horizontal se producen por el exterior del tubo por lo que no es posible verlas.
Este mecanismo de rotura es habitual en este tipo de obras de drenaje. Normalmente, a pesar de la fisuración, el tubo suele alcanzar una situación estable sin llegar a colapsar.
Cuando se observa esta patología se pueden realizar las siguientes actuaciones:
- Lo fundamental es conocer la evolución de la apertura de las fisuras. Por esta razón se pueden colocar unos testigos de yeso que puedan confirmar si las grietas continúan abriéndose en estos momentos. Para ello, se podría disponer de dos testigos por cada módulo de tubería, en la zona de la clave. Podría ser suficiente auscultar un tramo de tubo de cada tres.
- Si se observara que las fisuras siguen creciendo actualmente, se deberá reforzar estructuralmente el tubo. Para ello, se podría colocar sendas placas metálicas en la clave y en la zona inferior (cuna). Se podrían disponer dos placas entre juntas ( cada una a medio metro de cada junta). Esta medida equivaldría a colocar un suplemento de armadura. Para su colocación puede ser necesario emplear alguna resina para asegurar conexión entre refuerzo y hormigón. Las placas deberán unirse a la tubería de hormigón mediante una serie de pernos.
- Además, es conveniente, intentar sellar las juntas para asegurar que no existe infiltración de agua al terreno y, así, el agua pueda circular por el interior de la tubería en toda su longitud.