El apio (Apium graveolens) tiene su origen en la antigüedad, cuando los egipcios y griegos lo consagraban a las divinidades, siendo su composición nutricional la detallada a continuación:
Por 100 gramos de porción comestible |
|
Energía (kcal) |
16 |
Proteínas (g) |
1,3 |
Lípidos totales (g) |
0,2 |
– AG saturados (g) |
– |
– Colesterol (mg/100 kcal) |
0 |
Hidratos de carbono (g) |
1,3 |
Fibra (g) |
1,8 |
Agua (g) |
95,4 |
Calcio (mg) |
55 |
Vitamina C (mg) |
7 |
De entre sus propiedades y beneficios podemos destacar:
- Su contenido en fibra ayuda a regular el tránsito intestinal.
- Su contenido en minerales alcalinos contribuye a reducir los problemas de ansiedad, estrés e insomnio.
- Su contenido en ftálidos, minerales, vitaminas y antioxidantes le concede su propiedad anticancerígena.
- Su bajo contenido en grasas y calorías hace que el consumo de esta hortaliza se recomiende para aquellas personas que bajo prescripción médica necesiten adelgazar.
- Su contenido en potasio contribuye a combatir la retención de líquidos y a eliminar toxinas.