- Autor: Jean Maurice Émile Baudot
- Fabricado en 1920
- Dimensiones: 6 x 13 x 7 cm
Baudot refinó los circuitos magnéticos de los electroimanes reduciendo en lo posible las inducciones parásites, lo que permitía emplear pulsos más cortos. El sistema puede proporcionar hasta 6 comunicaciones.
El sincronismo entre transmisor y receptor se lograba mediante motores provistos de un regulador de velocidad adecuado a las 180 vueltas por minuto nominales o un vibrador mecánico que gobernaba la rueda fónica del traductor receptor. La estación designada como correctora enviaba las señales de corrección para el ajuste fino de la velocidad y posición de la rueda de tipos del receptor impresor.
Desde los primeros tiempos de la telegrafía eléctrica se estudiaron procedimientos para conseguir sistemas impresores que dejaran constancia del mensaje, aumentasen el rendimiento de los conductores y facilitasen el trabajo de los operadores. El sistema desarrollado por Morse (1771-1872) fue sin duda el más exitoso de todos y, con sucesivos procedimientos ha sobrevivido hasta nuestros días. El inglés Whetstone (1802-1875) desarrolló un sistema que perforaba una cinta con los puntos y rayas del código morse. Con un martillo de caucho en cada mano perforaba en una cinta de papel los puntos, rayas y espacios del texto del mensaje a transmitir para seguidamente pasarlos por un transmisor que exploraba mediante dos agujas las perforaciones, enfrentadas para los puntos y, en diagonal para las letras, retransmitiendo a línea los impulsos cortos o largos del mensaje. Así podía enviarse a mayor velocidad si la línea lo permitía variando la velocidad de transmisión y recibirse más señales por teclas. Podía haber varios operadores preparando las cintas, por ejemplo, para las crónicas periodíticas, que además podían tener varios destinos.
Posteriormente se desarrollaron aparatos perforadores con teclado alfanumérico que ya no exigían codificación y reperforadores y traductores autométicos que convertían los mensajes en cinta en impresiones alfanuméricas. El conjunto más típico, perfeccionado hacia 1900 por Frederik Creed era el llamado “Creed rápido”.
Esta entrada corresponde a una de las piezas del Museo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación “Profesor Joaquín Serna”. Universidad Politécnica de Madrid.
Museo 00.324
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