Desarrollar una propuesta tecnológica en un momento donde los protocolos sanitarios dicen que lo mejor para el bienestar de todos es no juntarnos físicamente, y no compartir herramientas y recursos. Ello hace que este proyecto en particular se vuelva muy complicado de desarrollar.
Este es el reto que hemos tenido que asumir profesorado, alumnado y equipo de trabajo para llevar a cabo esta primera edición de Ecología a Pie de Barrio. Un trabajo arduo para diseñar, ajustar las sesiones, y de creatividad para hacer posible lo difícil. De esta manera, gracias al compromiso, ganas y energía de unos y otros, hemos conseguido explorar y conocer mejor nuestra realidad. Con la ayuda de Susana, Carlos, Margarita, Eduardo, Miguel y Diego hemos podido reflexionar sobre los problemas ambientales que nos encontramos en nuestro día a día: Acumulación de basura, tráfico y pocas alternativas para movernos de forma más sostenible por la ciudad, mal estado de la vegetación y falta de biodiversidad, exceso de plástico en nuestra cesta de la compra, falta de espacios para el reciclaje… Y descubrir que existen indicadores ambientales, que podemos observar o medir, para saber el estado ambiental real de nuestro entorno. E incluso, hemos llegado a desarrollar algunas herramientas para medirlos en sesiones de Cacharreo donde empleamos la tecnología como herramienta y medio de conocimiento. Así ya sabemos que la mayor conductividad del agua puede ser indicio de contaminación. Pero también, que el sonido además de molesto puede generar problemas de salud y por eso es necesario medirlo. Todo ello quedó recogido con un vídeo que elaboró Miguel.
Y esto será posible gracias a los guías, manuales y vídeos que Eduardo ha preparado y seguirá armando. Él también sigue aprendiendo y nos comparte desde la generosidad sus descubrimientos.
Nos volvimos a juntar una última vez, y sin embargo, por primera vez lo hacíamos con los dos centros simultáneamente, desde el inicio hasta el final. Esto permitió que pudiéramos trabajar en equipos, mezclarnos y conocernos. Compartir como nos sentíamos tras estos meses de trabajo. Y también, imaginarnos como nos gustaría continuar el proyecto. De forma unánime se coincidió: Salir a la calle y probar los sensores.
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Para ir cerrando la sesión, tuvimos que pasar un aburrido pero necesario cuestionario. También el equipo necesita seguir aprendiendo y conocer como ha sido la experiencia para los chicos y chicas. Qué podemos mejorar y que funciona.
Aunque el cierre final fue mediante un “streaming” que se montaron Carlos y Marga para probar algunos de los sensores entre carpas en el estanque de Montes. Tras lo cual, nos deseamos felices fiestas. Ahora ya toca a descansar y disfrutar estas fechas. Y por nuestra parte esperar que podamos encontrarnos pronto, y deseando que pueda ser al aire libre.
Felices fiestas!
