Las plantas obtenidas in vitro se retiran de los recipientes de cultivo procurando no dañar el sistema radical, si lo tienen formado.
Se lavan con agua corriente eliminando el agar adherido a las raíces, para evitar el ataque de hongos y bacterias.
Conviene realizar un tratamiento preventivo con una solución de 2-3 gl-1 de fungicida como Captosan (Condor, 8% carbendazima, 40% captan).
El sustrato puede ser, por ejemplo, una mezcla de tres partes de turba por una de vermiculita.
Si el sistema radical de la planta forma asociaciones con hongos (micorrizas) o bacterias, se debe realizar la inoculación de los mismos.
Durante las primeras semanas de aclimatación, se debe evitar una excesiva pérdida de agua por transpiración, bien colocando sobre cada plántula un frasco de cristal invertido, o cultivándolas dentro de mini-invernaderos, túneles de plástico, o en invernaderos con sistema de niebla.
Las plantas obtenidas mediante multiplicación in vitro difieren anatómica y fisiológicamente de las plantas cultivadas en el campo o invernadero. Las condiciones peculiares del cultivo in vitro sobre determinadas características de las plantas, que posteriomente afectarán a su adaptación a condiciones ex vitro, son:
- Alta humedad relativa: las plantas poseen una cutícula poco desarrollada y estomas no totalmente funcionales.
- Aportación de hidratos de carbono: las plantas tienen un metabolismo heterótrofo y capacidad fotosintética reducida.
- Enraizamiento en el medio de cultivo: las raíces no desarrollan pelos absorbentes.
- Desarrollo en condiciones asépticas: las plantas carecen de asociaciones simbióticas (p.e. micorrizas) y son poco resistentes al ataque de microorganismos.
Algunos de estos problemas, como la escasez de pelos radicales, pueden paliarse en ocasiones utilizando medios líquidos. La reducción de la concentración de agar y/o de sales en el medio de cultivo puede favorecer también el enraizamiento y posterior aclimatación a tierra de las plántulas. La transferencia a condiciones de cultivo ex vitro debe ser, por lo tanto, gradual y habrá que adoptar siempre una serie de precauciones destinadas principalmente a evitar la deshidratación de las plantas y a que contraigan cualquier tipo de infección.