Estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid han participado este curso en este proyecto piloto educativo en el marco de la alianza EELISA, diseñando proyectos relacionados con la energía renovable en colaboración con Iberdrola

Foto de familia con el alumnado, profesorado de la UPM y colaboradores que han desarrollado el Reto EELISA. Crédito: Elena Mora (UPM)
La premisa era diseñar una instalación de energía renovable en una ubicación concreta que, además de aportar energía limpia, abordase otro problema local. Y, por supuesto, hacerlo sin olvidar la realidad socioeconómica del entorno, su viabilidad y su licencia social, es decir, la aceptación de los habitantes del lugar. Con estas directrices, 144 estudiantes de cinco escuelas diferentes de la Universidad Politécnica de Madrid han estado trabajando este curso en 20 proyectos que el pasado viernes pusieron en común en la ETSI Industriales. Una jornada de cierre en la que se demostró la motivación y creatividad del alumnado a la hora de encontrar soluciones a retos innovadores y comprometidos con la sociedad, los denominados Retos EELISA que la UPM ha implantado en 60 asignaturas como proyectos piloto para transformar la educación de la ingeniería y aprender haciendo, con un enfoque totalmente práctico e impacto social.
Tras una breve introducción a la alianza EELISA por parte de la Vicerrectora adjunta de comunicación de la UPM Marta Olea, el profesor de la ETSI Topografía, Geodesia y Cartografía César García Aranda, coordinador del reto, explicó que el objetivo de Energy2win era que los alumnos idearan proyectos que utilizaran energía asequible y no contaminante para resolver algún problema real en el territorio seleccionado. Relacionados con este Objetivo de Desarrollo Sostenible, las propuestas también podrían abordar la producción y el consumo responsable, la acción por el clima, las ciudades y comunidades sostenibles, y el agua limpia y saneamiento. Sobre estas temáticas giraron los 20 proyectos que desarrollaron los estudiantes tras las clases teóricas y visitas a las instalaciones de Iberdrola, socio colaborador del reto. Pero sólo ocho compitieron por los tres premios que se entregaron en un acto en el que los grupos defendieron sus propuestas con un vídeo para alzarse con el galardón en alguna de las tres categorías.
Campamentos de refugiados con autonomía energética
Poder proporcionar energía en los numerosos campamentos de refugiados alrededor del mundo es uno de los mayores problemas para la subsistencia de sus habitantes; de ella depende el funcionamiento de los hospitales, las escuelas, las cocinas o la propia iluminación. Solventar este problema desplegando paneles solares que funcionan de forma independiente en cada tienda de campaña, adaptándose a sus diferentes tamaños, es el proyecto desarrolladoporMaría Baquedano, Kyle Dawkins, Renzo Ángel Loayza, David Martín y Miguel Manzanares que se alzó con el premio al mayor impacto social. Todos son estudiantes de la asignatura de Tecnología eléctrica de los sistemas fotovoltaicos en el Máster en Ingeniería Solar Fotovoltaica.
Un puerto de Vigo más sostenible
El premio a la mayor viabilidad técnica y económica fue paraLeire Gálvez, Lucía Bellido, Isabel Sancho e Iria Portela de la asignatura de Ecología industrial en el Máster en Ingeniería Química. Estas alumnas idearon un plan de renovación energético en el puerto de Vigo para mejorar la sostenibilidad en el área mediante la instalación de paneles solares aprovechando parte del área de uno los grandes silos del puerto en el que se aparcan los vehículos en transporte. De esta manera proponen además la progresiva electrificación de barcos con la energía generada mientras están amarrados.
Revitalizar un pueblo abandonado
San Andrés es una de las aldeas asturianas abandonadas que engrosan la lista de los pueblos a la venta de la España vaciada. Comprarla por un módico precio y convertirla en un lugar sostenible y autosuficiente energéticamente que sirva de reclamo para nuevos habitantes es el proyecto premiado como más creativo e innovador. La idea es de Marcos Díaz, Marco Fossoul y Yaiza Muñoz, estudiantes de Gestión de proyectos en ingeniería del Grado en Ingeniería en Tecnologías de la Información Geoespacial y en Ingeniería Geomática. Su propuesta se basa en aprovechar los recursos naturales de la aldea para implementar turbinas verticales que generen energía eólica, turbinas hidráulicas que conviertan la energía mecánica del río Eo en energía eléctrica y tragaluces que además de iluminar de forma natural las viviendas, llevan incorporado un panel led que convierte la energía del sol en luz eléctrica
Para César García Aranda uno de los puntos fuertes de esta actividad docente fue la diversidad de retos que han desarrollado los 20 grupos que han participado, con enfoques muy diferentes, y que han propiciado el aprendizaje colectivo y trabajar en equipo. “No sólo se trataba de aprender los contenidos de la asignatura, sino también pretendimos fomentar la libertad creativa, las competencias transversales o softs kills que complementen las habilidades técnicas o teóricas tradicionales”, explicó en la clausura del acto. Algo que sin duda motivó a los alumnos y que se vio reflejado en la calidad de sus presentaciones, como destacaron los miembros del jurado Marta Olea, Luis Ignacio Ballesteros, profesor de la ETSII y Manuel Quijano, del Departamento de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola.
“Nos enfrentamos a retos como la transición energética y economía verde, retos tan grandes que no pueden abordar las empresas, las universidades o las ONG de forma independiente. La agenda 2030 es una agenda de oportunidades, de empleo para los jóvenes, e iniciativas como EELISA apuntan en la dirección correcta para formar a los profesionales del futuro en las green skills que demanda la sociedad para un mundo sostenible y eficiente con sus recursos”, apuntó en el cierre de la jornada Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola.
Pero este Reto EELISA no termina aquí. El curso que viene se seguirá aplicando en las asignaturas de la UPM para mejorar la metodología y generar materiales docentes transferibles a otras titulaciones. Además, está previsto identificar profesores del resto de universidades de la alianza para compartir la experiencia.
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