La tasa de cambio: una amenaza para el acceso a la electricidad

Fuente: Alianza Clima y Desarrollo

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Harald Hirschhofer de TCX (The Currency Exchange Fund) declaró en un artículo para la Alianza Clima y Desarrollo que los riesgos de divisas han causado un obstáculo para el despliegue de las tecnologías de energía renovable distribuida en algunos países. Pero ahora, algunas instituciones financieras de desarrollo están ayudando a las empresas a gestionar los riesgos y expandir sus operaciones.

Nunca antes el acceso universal a la electricidad ha estado tan cerca como ahora. La sustitución del queroseno y de otras fuentes de energía basadas en el carbono por energía limpia y fiable no sólo es deseable, sino que también ha demostrado ser una oportunidad de negocio muy prometedora. Con unos paneles solares cada vez más eficientes, unas tecnologías de almacenamiento de energía cada vez más asequibles y el acercamiento de algunos modelos de negocio a la banca móvil se han roto algunas de las barreras más importantes para el acceso a la electricidad. Esta revolución impulsada por la tecnología dará empleo a muchos, sacará a aún más gente de la pobreza y pondrá a las economías en desarrollo en un camino de mayor crecimiento sostenible, logrando todo esto luchando a la vez contra el cambio climático.

Pero podríamos, sin embargo, proporcionar acceso a la electricidad a un ritmo mayor abordando algunos de los retos de financiación restantes. Uno de ellos es el riesgo de tipo de cambio que algunas de las empresas dedicadas a proporcionar acceso a la electricidad asumen en sus balances. Debido a la ausencia de una tasa fija de financiamiento en moneda local a largo plazo, estas compañías a menudo toman sus créditos en dólares estadounidenses para financiar la compra de sus equipos mientras venden su producto en moneda local, lo cual impone estrés potencial en el sector y en los modelos de negocio de estas empresas. Este desajuste hace que la planificación sea más difícil, aumenta los costes de financiación y limita la (en la mayoría de los casos necesaria) flexibilidad que la empresa puede ofrecer al cliente en cuanto a financiación.

La entrega de estas tecnologías en lugares remotos ya es una tarea compleja de por sí: se deben crear redes de distribución y de servicio al cliente, poner en marcha los sistemas de pago, garantizar la financiación, etc. Sumar a todo esto la evaluación de los riesgos macro-económicos mundiales y nacionales que impulsan los tipos de cambio puede ser demasiado para muchas de estas empresas (sobre todo cuando poco pueden hacer para influir en los resultados). Eliminar o reducir los riesgos de cambio hace que la planificación y ejecución financiera y de negocio sea más fácil. Los administradores pueden centrarse en su negocio y en los aspectos en los que están en una mejor posición para influir.

El riesgo de cambio también aumenta los costes de crédito y su impacto en el balance puede ser sustancial. Cambios bruscos en la tasa de cambio pueden significar el fin para negocios bien planificados y administrados. Para una compañía media del sector, sólo un 10 por ciento de disminución inesperada en los tipos de cambio podría acabar con un tercio de los beneficios esperados. Combinado esto con sólo unos pocos años de historia de funcionamiento, esta vulnerabilidad se suma a la difícil tarea de conseguir financiación de bancos e instituciones financieras. Estos últimos solicitan cada vez más enfoques financieros sostenibles para reducir al mínimo los riesgos de cambio y para fortalecer la estabilidad financiera.

Algunos donantes e instituciones financieras están desarrollando fuentes de financiamiento en moneda local a largo plazo e instrumentos de cobertura adecuados. Los fondos específicos proporcionan a largo plazo la financiación de capital en moneda local para complementar el sistema bancario local y las soluciones de mercado de capitales incipientes. Sin embargo, la mayoría de inversores extranjeros seguirán tratando de minimizar su exposición al riesgo de tipos de cambio. Urge pues hacer frente a este problema para agregar capital privado para hacer frente al problema del acceso a la electricidad. Serán necesarios productos financieros innovadores que acompañen a las tecnologías existentes (y las que estén por llegar) para acelerar el desarrollo y mejorar la vida de más de mil millones de personas.

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