Elena Carrió

Es difícil creer que en el siglo XXI puedan descubrirse nuevas especies de plantas en el campo, en territorios como la Península Ibérica, muy conocidos y que han sido muy explorados por los botánicos. Este tipo de hallazgos no es raro en lugares remotos y poco accesibles a científicos, pero se considera excepcional en lugares propios de países como el nuestro.

La historia a la que nos referimos aquí, comenzó cuando varios fotográfos de la Asociación Naturalista Almeriense descubrieron en el campo, en la Sierra de Gádor, en las inmediaciones de los invernaderos de El Ejido, unos ejemplares de una planta que dieron por muy rara, pues no habían visto antes por la zona. Después del hallazgo, botánicos de la Universidad de Almería (UAL) y de la Universidad de Valencia (UV), realizaron un estudio detallado de estos ejemplares en el que analizaron características de la flor, del polen, de las semillas, de la cápsula, datos filogenéticos basados en secuencias de marcadores moleculares nucleares (ITS), recuentos cromosómicos, información sobre biología reproductiva y ecología. También emplearon microscopía electrónica de barrido para analizar la micromorfología de la cápsula e indumento, y la ornamentación de las semillas y del polen. En base a sus resultados, los dos autores de la investigación, Jaime Güemes (conservador del Jardín Botánico de la UV) y Juan Mota (catedrático del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la UAL) han concluido que los ejemplares descubiertos corresponden a una nueva especie, que han bautizado con el nombre de Gadoria falukei Güemes & Mota, que pertenece a la tribu Antirrhineae de la familia Plantaginaceae, y que es la única representante de su género. El estudio fue publicado el pasado mes de marzo en la revista Phytotaxa.

Gadoria falukei

Gadoria falukei, es una especie perenne, de unos 25-30 cm, con hojas relativamente grandes, de color verde brillante,  opuestas, carnosas, y cubiertas de glándulas oleíferas, que le pueden ayudar a protegerse de la evaporación en días muy calurosos. Tiene flores con colora zigomorfa y de color amarillo muy intenso. Los ejemplares de esta especie son visualmente llamativos y nadie se explica cómo han pasado desapercibidos hasta ahora, dado que la Sierra de Gádor ha sido muy visitada desde el siglo XIX. Quizá su escasa abundancia y el hábitat que ocupan hayan contribuido a ello. Actualmente sólo se conocen 16 ejemplares que viven sobre una pared de conglomerados en una cueva situada varios metros sobre un barranco (Barranco Bernal). La especie, considerada críticamente amenazada (según los criterios de UICN 2012), tiene como principal amenaza actual el ramoneo de las cabras silvestres.

Flores Gadoria falukei

Recientemente hemos podido visitar la población para actualizar el censo, estudiar los polinizadores y tomar muestras de las plantas. Todo ello para buscar, junto con la Junta de Andalucía y los autores de la especie, la mejor forma de garantizar su conservación a largo plazo. Fue una experiencia muy interesante en la que pudimos intercambiar ideas y analizar soluciones con Jaime Güemes, Juan Mota y con los técnicos de la Junta de Andalucía, entre los que se encontraba Vicky Schwarzer. 

Hábitat de Gadoria falukei