El pasado mes de julio trabajamos en conjunto con la Fundación Esplai, en el desarrollo de los llamados Campamentos tecnológicos de verano, en los que participaron varios jóvenes, que a su vez formaban parte del tejido vecinal del distrito de la Latina.
Hubieron distintos tipos de juego, incluso bailes donde cada uno de los participantes dejó ver su lado más artístico musical y sus gustos y preferencias por las distintas asignaturas que veían en sus coles, la gran mayoría se inclinaba por la educación física, unos cuantos por las artes, las matemáticas y en menor proporción mostraron su preferencia por las ciencias naturales o la tecnología, pero no importaba, porque realmente esta actividad tenía el objetivo de despertar curiosidad e interés por este tipo de asignaturas.
La actividad se llevó a cabo en uno de los parques con mejores vistas al skyline de Madrid, la Cuña Verde, además de su tamaño, 65 hectáreas, fue un parque que se construyó gracias a la lucha de sus vecinos, en especial de la Asociación el Lucero, por transformar un espacio que a lo largo de su historia, pasó por distintas etapas, desde la guerra civil en la toma por parte del bando nacional para el control de los republicanos, sirvió también de refugio para los migrantes que se veían obligados a venir a Madrid, posteriormente sufrió un deterioro por el mal uso y gestión que se le dio a lo largo de varias décadas y finalmente paso a convertirse en un parque con excelentes miradores.
Un parque que nos ofreció la posibilidad de medir la calidad del agua de sus fuentes artificiales, mientras los chavales se divertían con distintos juegos en torno a este bien tan preciado y cada vez más escaso, el agua…
Los distintos grupos tuvieron la oportunidad de sentir el fresquito que les proporcionaba la sombra de los árboles en este parque rodeado de vías con mucho tráfico rodado y pudieron darse cuenta también, por ellos mismos, y gracias a los sensores facilitados, cómo cambian los distintos parámetros de calidad de aire cada vez que nos exponemos al sol o nos ponemos al lado de una carretera en construcción..
Contrastamos:
- Mediciones de calidad de aire bajo la sombra de los árboles:
PM 2.5: 3,2 ug/m³ PM 10: 4.1 ug/m³ CO2: 886 T: 26 ºC Humedad: 32 %.
- Mediciones de calidad de aire sobre vías en construcción:
PM 2.5: 5.1 ug/m³ PM 10: 7.2 ug/m³ CO2: 540 T: 31 ºC Humedad: 24 %.
Como podemos observar, en esta zona de estudio, el material particulado aumenta debido al tráfico rodado y al generado por la construcción principalmente.
Respecto al CO2, este era mayor en la sombra ya que, era donde más número de personas había y estas debido a la respiración, emiten CO2.
y respecto a la temperatura y humedad, solo hay que pensar en el fenómeno de las islas de calor, pero a menor escala..
Muchos de los alumnos al poder contrastar lo que aprendieron con los valores reflejados por los sensores, se pudieron dar cuenta de la importancia que tienen las zonas verdes y la renaturalización de las zonas urbanas para reducir la contaminación y las temperaturas, las cuales afectan directamente a la salud humana, en especial en los meses de verano en una ciudad como Madrid.