Fuente: Planeta Futuro
Se calcula que hay 600 millones de africanos que no tienen acceso a la energía y el ritmo de instalación de la red eléctrica está suponiendo un lastre para el desarrollo del continente.
Para hacer frente a este lento ritmo de instalación, la firma PwC propone en un estudio sobre electrificación en países en desarrollo, del que se hace eco Planeta Futuro de El País, el desarrollo de soluciones complementarias desconectadas de la red (off-grid), a la escala de un hogar (sistemas domésticos) o de una pequeña comunidad (mini-grid), especialmente en las zonas rurales.
Pero como recuerda Pascale Jean, socia de PWC encargada del sector de la energía, la gestión de este tipo de soluciones es compleja y requiere de “la necesaria implicación conjunta de inversores públicos y privados”.
Diferentes tecnologías están emergiendo en el sector para “permitir el acceso a una energía sostenible” en todo el continente, que es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Sin embargo, la falta de rentabilidad en algunas ocasiones, y los procedimientos administrativos y de estructuración de la financiación pueden convertirse en limitantes importantes a la hora de que las iniciativas salgan adelante.
El reto consiste en reducir los riesgos asociados a estas inversiones y mantener al mismo tiempo una rentabilidad atractiva.
PwC recomienda la creación de de un fondo dedicado a la financiación de proyectos off-grid con aportaciones públicas y privadas.
En esta línea y con vistas a la COP 22, Nguer, director de marketing y servicios de Total y exdirector de esta división para África y Oriente Próximo, señala que “la centralización de los proyectos es necesaria para mejorar la eficiencia de los fondos aportados por los donantes” y que “la COP 22 debería ser una ocasión para impulsar que esto suceda y para animar a los actores a desarrollar energías renovables”.
