Acceso a la energía en entornos urbanos

La gran mayoría de personas sin acceso a servicios energéticos básicos viven en el medio rural y, justificadamente, gran parte de la discusión se centra en la forma de llegar a ellos. Sin embargo, pese a su mayor proximidad geográfica a la red eléctrica, algunas personas que viven en zonas urbanas también carecen de acceso a la energía. Necesitamos una mayor comprensión de cómo las personas acceden a la energía en estos contextos, y sobre cuáles son las barreras y oportunidades de cara a mejorar el acceso .

El paper “Energy Access and Urban Poverty – Energy and everyday life in an informal settlement in Maputo, Mozambique” (el cuarto de la serie “Poor People’s Energy Briefing “ de Practical Action) trata de abordar el gap de investigación existente en el acceso rural a la energía mediante la presentación de los resultados de una investigación llevada a cabo en Chamanculo C, un asentamiento informal en Maputo (Mozambique) con muy mal acceso a servicios básicos. En términos de suministro de energía, el acceso a la electricidad en el asentamiento estudiado es bastante bueno (70 por ciento conectado a la red) debido a los esfuerzos de la compañía nacional de electricidad y al uso de sistemas de pre-pago. Sin embargo, algunos se quedan fuera del sistema y otros sufren de acceso y / o suministro intermitente. El acceso a la cocinas limpias es mucho menor.

Se revela en el estudio también la importancia de otros aspectos del acceso a la energía. En primer lugar se pone de manifiesto la importancia de alumbrado público para la creación de barrios seguros. En segundo lugar se destaca cómo la energía está profundamente entrelazada con las personas que se ganan la vida proveyendo energía y con las que necesitan de este servicio para sus negocios. Un tercer aspecto es la medida en que acceso a la energía urbana está relacionada con las características del entorno: las posibilidades de acceder a la electricidad están vinculadas directamente a la calidad de la vivienda y la capacidad de las personas para controlar y fraccionar los pagos. Por último, se destaca también la medida en que la cocina es una práctica socialmente integrada que une el entorno, el uso del espacio al aire libre, las preferencias de cocina y alimentos y las preocupaciones sobre seguridad.

En conclusión, el documento pide una mayor atención al acceso a la energía en los debates sobre energía urbana y el desarrollo urbano. Se demuestra la importancia de un enfoque de “Acceso a la energía total” que considere la energía más allá del domicilio, en espacios comunitarios y para usos productivos. Por último, si bien los indicadores pueden ayudar a proporcionar un diagnóstico de los problemas que enfrentan, la priorización de soluciones siempre requiere de un enfoque participativo más basado en la comunidad.

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