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#hoyleemos: “Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie” de Juan Eslava Galán

una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie

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El viejo Goya lo pintó mejor que nadie: dos gañanes enterrados hasta las corvas, matándose a garrotazos. La sombra de Caín es alargada, en España. Lo fue siempre, y la guerra civil que se narra en este libro es cumplida prueba de ello. Juan Eslava Galán nos cuenta —en realidad nunca ha dejado de hacerlo— una historia trágica, violenta, retorcida en ocasiones hasta el esperpento con esos trágicos quiebros de humor negro que también, inevitable­mente, son ingredientes de nuestra ibérica olla. Una república desventurada en manos de irresponsables, de timoratos y de ase­sinos, un ejército en manos de brutos y de matarifes, un pueblo despojado e inculto, estaban condenados a empapar de sangre esta tierra. Luego, prendida la llama, la arrogancia de los privile­giados, el rencor de los humildes, la desvergüenza de los políticos, el ansia de revancha de los fuertes, la ignorancia y el odio hicieron el resto. No bastaba vencer; era necesario perseguir al adversario hasta el exterminio. Murió más gente en la represión que en los combates; en ambos lados, analfabetos presidiendo tribunales gozaron de más poder que magistrados del Supremo. Hubo valor, por supuesto. Y decencia. Y lecciones de humanidad e inteligen­cia. Pero todo eso quedó sepultado por las pavorosas dimensiones de una tragedia que todavía hoy necesita reflexión y explicacio­nes. Este libro se aventura a ello, y lo consigue con amenidad y con una extraordinaria, abundante y rigurosa documentación que —ésa es quizá su principal virtud— ni siquiera se nota. Juan lo ha escrito a su manera, como suele. Como quien no quiere la cosa. Sin darle importancia y casi sin pretenderlo. Y por supues­to, sin buenos ni malos. Las dos Españas mamaron la misma le­che. Estas páginas lo ponen de manifiesto de forma apasionante y estremecedora. Por eso se trata de una historia de la guerra civil que no le va a gustar a nadie. Ya era hora. “

Arturo Pérez-Reverte

Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie / Juan Eslava Galán — Ed. Planeta
Juan Eslava Galán en Wikipedia
Una historia de la guerra civil…” en las Bibliotecas UPM

#hoyleemos: “En busca del unicornio” de Juan Eslava Galán

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Muy ilustres autores antiguos y Padres de la Iglesia se han ocupado de este animal, entre ellos San Gregorio y San Isidoro. Yo llevo meses escudriñando en los textos todo lo que  se sabe de él por interés del Rey y obediencia a mi superior”, explicó. Hizo una pausa y prosiguió: “El unicornio no se puede cobrar vivo porque, de cualquier forma, muere pronto en cautividad; además sería peligroso más que apresar un león porque es muy feroz y nada puede resistir a su cornada, ni broquel ni adarga doblada. Le gustan las palomas y suele sestear a la sombra de los árboles donde ellas se posan. Su mayor enemigo es el elegante, al que vence y mata atravesándolo con su cuerno. Un cuerno largo y retorcido que aguza contra las piedras como el cochino de monte afila sus colmillos. Pero nosotros lo cazaremos con una virgen, si Dios ayuda.” “¿Con una Virgen?”, pregunté yo, pensando que quería decir con una imagen de Nuestra Señora. “Con una virgen de carne y hueso –continuó fray Jordi–, con una doncella intacta, que no haya conocido varón.– Y luego añadió  como para sí–: Si es que el Canciller real encuentra alguna en todo el reino de Castilla.” Dejó el libro en su lugar y tomó otro menos voluminoso que también tenía cierto pasaje señalado con una cinta. Lo abrió y leyó por donde marcado estaba: “Plinio certifica que el unicornio huele a la doncella y va a posar su cabeza terrible en el regazo de la niña: entonces se deja cautivar  fácilmente porque abandona su habitual fiereza y la torna en mansedumbre. El cuerno del unicornio es el remedio universal contra el veneno, el ungüento de su hígado es mano de santo en las heridas.” Fray Jordi guardó silencio un momento y seguía discurriendo la yema  de su dedo índice por el pergamino del libro, aunque no leía.  Había levantado la cabeza y miraba distraído por la ventana del huerto. El sol empezaba a bajar, allá a lo lejos, y los muros del alcázar real, al otro lado de los barrancos, parecían dorarse y brillar como joya bruñida. “También tiene otras virtudes el cuerno –prosiguió–, apuntala la virilidad desfalleciente de los hombres poderosos en el otoño de sus vidas y les devuelve los ardores de la juventud. Bajó la voz sin dejar de mirar el lento atardecer y prosiguió…

 

En busca del unicornio / Juan Eslava Galán — Ed. booket — Premio Planeta 1987
En busca del unicornio en las Bibliotecas UPM